Los deportes de nieve no son lo suyo. Apenas intentó treparse a un par de esquíes hace unos diez años. Pero allí está. Contenta y sin chistar, enfundada en su equipo, dando pasos en plena montaña. Romina Gaetani (32) camina a pura sonrisa por el cerro Chapelco. Y no precisamente porque muera de ganas de lanzarse desde la cima, sino porque espera, pacientemente, que regrese el caballero – él sí experto esquiador– del que no se despega desde hace cuatro meses.
“Estoy muy contenta”, contesta sonriendo (una vez más) Romina, ante la consulta sobre su relación con el hombre que se desliza por la nieve con tanta soltura. ¿Quién es el afortunado? Se llama Paulo Fabbri, tiene 46 años y nada que ver con el mundo del espectáculo (a excepción de una relación con la ex top model Luisa Norbis). Su terreno son los negocios inmobiliarios. Y, desde hace cuatro meses, este fanático del Hindú Club es el novio –oficial– de Romina Gaetani.
ROMANCE ESTEÑO. La actriz y su nueva pareja se conocieron en marzo de este año en Punta del Este. Ella recién había terminado las grabaciones de la novela Don Juan y su bella dama y viajó de vacaciones al balneario uruguayo junto con dos compañeras de elenco, Silvia Bayle y Silvina Acosta. La casualidad hizo que se cruzara en el avión con un amigo al que hacía tiempo no veía. Fueron a comer juntos y él apareció en un restaurante junto a Paulo. Hechas las presentaciones, la conexión fue instantánea. Desde entonces no se separaron.
En abril, Romina empezó la filmación de la película El derrotado, de Javier Torre (inspirada en la novela del padre del director, el recordado cineasta Leopoldo Torre Nilsson). Fue su primera vez en el rubro, y también su primer protagónico. “Una experiencia muy linda. Me encantó hacer cine”, comenta. El rodaje duró un mes y medio y Paulo, que es argentino pero vive con un pie en cada extremo del charco, empezó a viajar con frecuencia desde Punta del Este para verla. Y, aunque tiene casa propia en Buenos Aires, prácticamente se instaló a vivir con la actriz.
El romance continuó su vuelo y se mudó, dos meses después, a Nueva York y Miami. Fueron los destinos elegidos para descansar y compartir unos días juntos. El sábado 25 de julio aterrizaron en San Martín de los Andes, para esquiar (o, al menos, intentarlo) en el cerro Chapelco. “Fue todo muy rápido. Se dio así y me siento muy feliz”, confirma ella otra vez, a pura sonrisa.
La última pareja públicamente conocida de Gaetani fue la que tuvo con Limón García (56, cantante de la banda Vía Varela), con quien hoy mantiene una relación de amistad. Cortaron el año pasado, y tiempo después ella confesó sus deseos de formar una familia. “Quiero ser mamá ya, pero todavía no di con el hombre indicado”, dijo. Antes, Romina había estado en pareja con Fena Della Maggiora, otro que llegaba del palo del rock, y con él también siguen siendo buenos amigos.
Aunque la relación con Paulo recién comienza, la actriz está teniendo su primera convivencia y las cosas irían más allá. “Tengo ganas de tener un hijo. Bah... Los dos tenemos ganas. Así que puede ser dentro de poco. Ya veremos”, comenta.
El proyecto está, pero ahora siguen las vacaciones. Aprovechando que ella no tiene grabaciones por delante ni trabajo confirmado a la vista, la pareja va de avión en avión. En unos días estarán otra vez en la nieve, en Bariloche. Para entonces, Romina intentará aprender a dominar los esquíes. Si no lo logra, no será un problema, porque con acompañar a Paulo, el hombre que la hace reír a cada paso, alcanza. El esfuerzo lo vale. “Me gustan los hombres con buen humor, que me hagan divertir”, suele decir ella. Las pruebas están a la vista. 
Romina está dando sus primeros pasos –y recibiendo sus primeros golpes– en la nieve. Paulo es un buen esquiador. Igual, es lo que menos importa…
En apenas cuatro meses de noviazgo, Romina y Paulo ya viajaron juntos a los Estados Unidos y a San Martín de los Andes. Próxima estación… ¿el altar? Podría ser, aunque por ahora planean visitar Bariloche. Las anteriores parejas de la actriz fueron los músicos, Fena Della Maggiora y Limón García, hoy grandes amigos suyos.
“En esta relación se dio todo muy rápido. Tengo ganas de tener un hijo. Bah... Los dos tenemos ganas, así que puede ser dentro de poco”
