«Sufro cada vez que me separo de mis hijos» – GENTE Online
 

"Sufro cada vez que me separo de mis hijos"

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Romina juega frente a la cámara. Ahora amenaza con abrir su escote. "Quizás
algún día…"
, arriesga. Y continúa con una rutina más light. Luce pollera verde y
una camisa con algunos brillos. Tan exquisita como en los tiempos de Provócame,
cuando disputó el amor de Chayanne con Araceli González. La maternidad
-reciente, hace tan sólo nueve meses- no ha dejado secuelas en su cuerpo.

-¿Cuáles son sus secretos para mantenerse siempre espléndida?
-Después del nacimiento de Valentín, volví a hacer ejercicios tan pronto como
pude. Ahora entreno tres veces por semana con un personal trainer y sigo una
dieta sana que me recomendó mi nutricionista. Y, cada tanto, me interno en el
Spa Belgrano.

Los estudios Central Park de Martínez recrean un verdadero laberinto. Desde su
camarín -tan sólo decorado con algunas fotos familiares-, Romina Yan habla de su
regreso a la televisión. Ocurrió el lunes 6 de octubre último, en la ficción de
Abre tus ojos que tiene aire en la pantalla de Canal 13. "Es un culebrón de los
de antes, con escenas largas y donde pasa de todo
", asegura ella. Se trata de la
historia de Rocío Mazzini, una joven que perdió la visión en un accidente
automovilístico y hoy se debate entre el amor de dos hombres.

-¿Cómo compuso a Rocío, su personaje?
-Traté de indagar en el mundo de los ciegos. Hablé con no videntes y estuve en
una fundación en la que ellos tienen talleres de computación y cerámica,
aprenden a manejar el bastón, leer en braille… Tuve que aprender a caminar,
"ver" televisión como lo hacen ellos, comer, hacer la cama…

-¿Qué cosas la sorprendieron?
-Fue una experiencia bárbara. Ahí me di cuenta de que ellos pueden hacer lo
mismo que cualquiera de nosotros. Tan sólo lo hacen más despacio y de forma más
ordenada. Por ejemplo: a la hora de comer, la carne se pone en la parte más
próxima del plato, mientras que arriba va lo que acompaña. Yo lo asumo como un
verdadero desafío en mi carrera. De todas formas, lo que nosotros estamos
contando es una historia de amor y no la vida de una persona ciega.

-Sin un galán de renombre a su lado, ¿siente la responsabilidad de tener que
sostener el éxito de la tira?
-En absoluto. Para mí es un placer trabajar con este elenco. Mi único compromiso
es hacer las cosas bien, después no tengo mucha noción de lo que pueda pasar en
la calle con mi nombre… Yo prefiero disfrutar de mis trabajos y no dejarlos que
se vuelvan una carga para mí.
Aún desde su camarín en los estudios Central Park, Romina Yan mantiene un
contacto permanente con sus hijos. Cada hora recibe un parte de novedades desde
su casa. "Franco hoy tiene cuatro años y todas las mañanas va al jardín de
infantes. Mientras que Valentín, de tan sólo nueve meses, está al cuidado de su
nurse"
, asegura.

-¿Cómo reparte su tiempo entre grabaciones y pañales?
-Es difícil. A Franco hace casi dos días que no lo veo. El se despierta a las
siete de la mañana para ir al jardín y cuando vuelve a casa yo ya no estoy. Y
cuando vuelvo del trabajo, él ya está dormido. Lo acompaño un rato a la mañana,
pero es realmente angustiante.

-¿A Valentín tampoco lo trae a las grabaciones?
-No los traigo porque si no estoy más pendiente de ellos que de mi trabajo. Y,
al mismo tiempo, ellos se angustian porque me ven muy cerca pero no pueden estar
conmigo. La última vez, Franco se fue a casa llorando y yo me quedé liquidada,
llamándolo mil veces por teléfono para ver si se le había pasado la bronca…

-¿Siente culpas al dejarlos en casa para trabajar?
-Siempre tengo culpas, aunque no esté trabajando. Desde que fui mamá, todo me da
culpa. Vivo pensando si soy buena madre, si los estoy criando bien…

-¿Y llegó a alguna conclusión?
-No sé, supongo que soy una buena madre porque siento que todo me está saliendo
bien. Aunque siempre te dicen "lo que importa no es la cantidad, sino la
calidad", yo quiero estar con mis hijos el mayor tiempo posible. El otro día
Franco empujó sin querer a Valentín y le sacó un diente. Cuando llegué a casa me
quería morir, no podía parar de llorar. Lo único que quería era renunciar y no
volver a grabar nunca más. Yo quería estar para contenerlo, para ayudarlo, para
llevarlo al médico… Y no estuve. Todas esas cosas me dan culpa.

-¿Aún planea agrandar la familia?
-Obvio. Ya lo convencí a Darío para tener, por lo menos, dos hijos más. Además,
yo sigo buscando una nena. Muero de amor por mis dos varones, que son re mameros.
Pero me encantaría tener una beba.

Cada día, Romina se somete a interminables sesiones de peinado y make-up. Abre tus ojos es una historia de amor, un culebrón como los de antes", asegura ella.">

Cada día, Romina se somete a interminables sesiones de peinado y make-up. "Abre tus ojos es una historia de amor, un culebrón como los de antes", asegura ella.

Valentín perdió un diente en un accidente muy tonto. Pensé en renunciar y no grabar nunca más. Yo quería estar para contenerlo, para llevarlo al medico… pero no. Todas esas cosas me dan culpa"">

"Valentín perdió un diente en un accidente muy tonto. Pensé en renunciar y no grabar nunca más. Yo quería estar para contenerlo, para llevarlo al medico… pero no. Todas esas cosas me dan culpa"

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