“Sueño con ser como Valeria Mazza, casarme con mi primer novio y tener muchos hijos” – GENTE Online
 

“Sueño con ser como Valeria Mazza, casarme con mi primer novio y tener muchos hijos”

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Hoy estoy más linda que Pampita”, bromea feliz Daniela Cott (15), y su sonrisa se vuelve radiante. Detrás se esconde una tímida historia, que poco tiene en común con la de cualquier modelo exitosa, por lo cual merece ser contada.

¿En qué pensará mientras juega y se divierte con las olas? Ella quería conocer el mar, y en estos momentos está concretando ese anhelo. El agua salada que moja sus pies es parte de un mundo mágico de sueños, que se le abrió hace un puñado de meses. Antes juntaba cartón junto a Olga (38), su mamá, en los alrededores de Agüero y Santa Fe, Barrio Norte. Tenía las manos lastimadas, el cuerpo cansado, varios hermanitos a quienes cuidar, y apenas podía rendir libre las materias de la escuela primaria. El regreso a Villa Caraza con el carro a cuestas se le hacía más que pesado…

NACE UNA ESTRELLA. Dos años después, Daniela es una de las modelos del staff de Elite Model Look. Acaba de regresar de España, invitada por la prestigiosa cadena de televisión Antena 3, y su manager, el doctor Salvador Jaef, recibe constantes propuestas para que la adolescente de fascinantes ojos verdes y 1,78 de altura se presente en los lugares más insólitos del planeta.

¿Cómo y cuándo empezó este fenómeno? A fines de 2005, cuando la diseñadora Marina González Winkler la descubrió revolviendo las bolsas de residuos en la puerta de su edificio. “Sos muy linda. ¿Te animarías a hacer unas fotos?”, le propuso. Daniela dudó, pero luego aceptó. Le costaba creer que pudiera ser cierto. El tiempo pasó y las fotos llegaron a la agencia de Ricardo Piñeiro, quien la recibió en persona cuando apenas tenía 13 años y le otorgó una beca. Fueron seis meses en los que aprendió lo fundamental para iniciar su más que prometedora carrera. “Me enseñaron todo muy rápido y bien, y me trataron de maravillas. Yo tenía dudas, pero me sentí bárbaro”, explica, mientras se estremece ante cada rugido del mar.

AND THE WINNER IS… Después la alentaron para que se presentara a participar en el concurso de Elite Model Look Argentina. “Gané entre 400 participantes preseleccionadas, y muchísimas colegas se acercaron para felicitarme y desearme éxito”, asegura, a la vez que confiesa que nunca le pesó su vida humilde en Villa Caraza junto a Hernán (34), su padre albañil, y Olga (38), su madre, que sigue recolectando cartón. “Mi objetivo es que a mi familia no le falte nada y que mi mamá deje de cartonear en la calle. Quiero que mis ocho hermanos –Patricia (24), Jorge (23), Hernán (17), Brian (14), los mellizos Eduardo y Gabriel (11), Jos­­­­­é María (9) y Sasha Ludmila (1 año y medio)– estén bien. No pretendo más que eso”, confiesa. Daniela sigue viviendo en el barrio en el que nació y está orgullosa de sus vecinos, que no dejan de alentarla. “Me dicen que es una alegría para ellos que a alguien pobre le pueda ir bien. Nunca me voy a olvidar del lugar en el que nací y crecí. Si me sigue yendo bien, en el futuro me gustaría ayudar a chicas y chicos del barrio para que sigan mi camino, así pueden pagarse los estudios”, dice, y sus ojos camaleónicos pasan del color verde al miel. Orgullosa, relata que con el primer dinero que ganó invitó a toda su familia al tenedor libre El Tío Chef, de Lanús, muy cerquita de su casa. Y rememora todo lo que gastó en teléfono cuando viajó a Madrid –era la primera vez que se subía a un avión–, acompañada por su manager, Salvador Jaef: “La recepcionista del hotel no paraba de imprimir hojas y hojas con montones de números. ‘¿Todo eso es mío?’, le pregunté. ‘Sí, señorita’, me contestó. ¡Me quería morir! ¡Eran como 400 euros..! Me encantó Madrid, me trataron espectacular. A mamá le traje una muñeca de colección; a mi papá, un vaso del Real Madrid; y a mi novio, una camiseta de ese equipo”.

ENTRE SUS AMORES. ¿Qué deseo? Ser una modelo internacional. Me encantan las mannequins europeas. Quiero ser como Valeria Mazza, casarme con mi primer novio y tener muchos hijos”, asegura. Su amor se llama Matías González, tiene 20 años, trabaja como mozo y estudia Veterinaria: “Ojalá se reciba pronto. Igual, antes va a haber boda, eh” (risas).Y aclara que ella mejoró mucho en la escuela: “Voy a comenzar octavo año y las maestras me permiten rendir libre. Hasta ahora sólo perdí un año por cartonear. ¿Qué materias me gustan? Matemática, Ciencias Naturales, Sociales, Física, y, por supuesto, los deportes como handball, voley y básquet”.

Pero el encanto de la Cecinienta argentina no termina con las pasarelas: ya recibió ofertas de empresarios españoles para contar su historia en una novela y llevarla al cine. Respetuosa y sencilla, nunca levanta la voz. Todo lo pide “por favor”, trata a sus padres de “usted” y confiesa que daría la vida por sus hermanos. “Soy re-familiera. Cuando nació Sasha, la más chiquita, me puse muy celosa. Ahora la adoro. No la veo un rato y me pongo loca”, cuenta entre bocado y bocado de una milanesa gigante con puré que le prepararon especialmente Lita y Amado, los dueños del hotel Gran Robette de Ostende, donde se alojó. “Nunca comí milanesas tan ricas. ¡Son iguales a las de mi mamá!”, agradece. Y reserva para la despedida una sincera frase que la define: “No pretendo ser una femme fatale. Prefiero disfrutar del papel de nena, para poder seguir acostándome entre mis viejos y abrazarlos y mimarlos mientras están dormidos”.

Agradecimientos: Moaré Ropa Básica, Class Life, Claudia Servino (asesora de imagen), Leo Paparella (sucursal Cariló),Verónica Tacón (maquillaje), Ana María (belleza de manos) y Leandro Toscano (director de salón y peinado).

Daniela viajó para disfrutar, por primera vez, del mar. Estalló en carcajadas cuando descubrió que las olas se habían llevado sus ojotas.

Daniela viajó para disfrutar, por primera vez, del mar. Estalló en carcajadas cuando descubrió que las olas se habían llevado sus ojotas.

“Mi objetivo es que a mi familia no le falte nada y que mi mamá deje de cartonear  en la calle. Quiero que mis ocho hermanos estén bien; no pretendo más que eso”

“Mi objetivo es que a mi familia no le falte nada y que mi mamá deje de cartonear en la calle. Quiero que mis ocho hermanos estén bien; no pretendo más que eso”

“Los chicos de mi barrio están felices, porque dicen que al fin a un pobre le va bien. Nunca me voy a olvidar de ellos y del lugar en el que nací”

“Los chicos de mi barrio están felices, porque dicen que al fin a un pobre le va bien. Nunca me voy a olvidar de ellos y del lugar en el que nací”

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