“Soy un poco fóbica. Mucha gente junta me agobia” – GENTE Online
 

“Soy un poco fóbica. Mucha gente junta me agobia”

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Acá y ahora, en la ciudad que eligió para trabajar y vivir de la actuación, está terminando de grabar Doble vida (una de las pocas que en la tira no tiene el papel de prostituta en el burdel de la madama Moria) y ya arrancó con las escenas de un unitario de Ideas del Sur: será Anita, la novia de Diego Peretti en Criminal, que se verá en agosto por Canal 9. Esas son las novedades, la actualidad de la chica que nació hace 32 años en Trelew.

Mientras, todo parece inasible, lejano en Valentina. Mide las palabras y limita los temas del reportaje, dejando casi una sola opción: la actuación. Poco y nada quiere dar a conocer sobre su amor por Ulises Rosell, director de Bonanza y El descanso, con quien convive desde hace años. Tampoco le agrada reflexionar sobre el juego sexual y sensual al que se presta en las producciones: "Esas son frivolidades, en las que no me pienso enganchar. Yo no me muestro sexy. Si lo parezco, es mérito del fotógrafo". La nota, que pareciera encaminada al fracaso periodístico, da un vuelco cuando la niña que conoció la fama en su primer film, El caso María Soledad, cuenta que su hermetismo es extensivo a todos quienes la rodean.

-¿Tenés amigos?
-Sí, claro. Que sea introvertida no significa que esté inhabilitada para compartir una amistad.

-¿Y te confesás con ellos?
-Soy bastante reservada con todos y con todo. Pero sí, obviamente, hay gente de absoluta confianza, con la que me abro.

-¿Analizaste el porqué de tanta reserva?
-Porque soy así. Y soy auténtica. La gente que me conoce sabe que no cambié, que siempre fui la misma.

-Hablemos de la actuación entonces. ¿Cuándo supiste que ibas a ser actriz?
-Me decidí a los 16 años. Estaba en cuarto año del secundario y empecé en un taller municipal de actuación de Trelew. Me gustó y decidí que, al terminar quinto, me venía a Buenos Aires a estudiar. Caí en la escuela de Raúl Serrano por recomendación del profesor de allá. Yo no tenía ni idea de cómo empezar. Hasta que a los 19 enganché un casting y quedé como la protagonista de El caso María Soledad. A partir de esa película mi vida se encarriló.

-Te mezclás muy poco con la colonia artística.
-Estoy un poco lejos de todo. Es mi personalidad. No me gusta mucho el exceso de exposición y soy, desde siempre, un poco fóbica. Mucha gente junta me agobia. Debo tener un estado de ánimo muy especial para integrarme. Me gusta estar tranquila, soy relajada en todo.

-En las fotos se te nota más osada que en la vida. ¿Es parte del juego frente a cámaras? Te mostrás sexy y a gusto en las producciones.
-No me muestro sexy. Si lo parezco es mérito del fotógrafo. No me pienso enganchar en esas frivolidades...

-Sin embargo, muchas actrices son sexies y sensuales por naturaleza. Incluso las han contratado para hacer desnudos históricos en cine y nadie las tildó de frívolas por eso.
-Jamás haría un desnudo, ni me interesa hacerlo.

-¿No pensaste en cambiar de profesión?
-Básicamente, no sé hacer otra cosa. Muchas veces entré en conflicto con la actuación y me planteé a qué me podría dedicar. Pero nunca se me ocurre nada, y comprendo que esto es lo único que me da placer. Cuando no lo tengo me desoriento, me desorganizo, todo pierde sentido.

-¿Hacés terapia?
-¡Ufff, hace años! Pero esto no es materia de terapia, yo no hablo con nadie. Hay gente que anda ventilando sus cosas con amigos y desconocidos. Yo no. Y no es una estrategia. Me gusta ser reservada, guardarme las cosas. Lo que más quiero siempre lo voy a guardar.

-Estamos en una época en la que todo el mundo se exhibe mucho.
-Yo no. No abriré una puerta que no quiero. El único tema que me interesa es la actuación.

-Bueno, y ¿qué papel te dio más placer?
-Todos, pero El caso María Soledad, por ser mi primer trabajo, es muy querido. No tenía idea de lo que era una cámara, con una historia real atrás, en Catamarca. Más que el desafío actoral, la cuestión social en la que nos metimos fue muy fuerte. También recuerdo Patrón, una película de Jorge Roca, que filmé cuando ya entendía los códigos del cine. En tele lo que más placer me dio fue Verdad/Consecuencia. Era el paraíso, con colegas excelentes. Lo más nuevo fue un capítulo de Tiempofinal, de los hermanos Borenstein. Fueron tres días con Norma Aleandro. Actuar con ella se hace fácil, todo fluye, es genial...

-En lo personal, ¿sabés qué querés, qué buscás?
-Seguir actuando, ser muy viejita y seguir. Vivir hasta los cien y actuar hasta los 98. Los últimos dos voy a tomarme vacaciones para jugar con mis nietitos.

-¿Quiere decir que te vas a casar?
-Por supuesto, en mis planes está formar una familia y tener hijos. Me parece súper importante.

-¿Tengo que entender, entonces, que estás enamorada de Ulises Rosell, tu pareja?
-Muy. Y es posible que mi sueño de tener una familia se cumpla.

Reniega de la exposición y dice: “<i>No me muestro sexy. Si lo parezco, es mérito<br />
del fotógrafo</i>”. De novia con Ulises Rosell, director de las películas Bonanza y<br />
El descanso, planea casarse y convertirse en madre.

Reniega de la exposición y dice: “No me muestro sexy. Si lo parezco, es mérito
del fotógrafo
”. De novia con Ulises Rosell, director de las películas Bonanza y
El descanso, planea casarse y convertirse en madre.

Sí, estoy enamorada, y es posible que mi sueño de tener una familia se cumpla. También quiero vivir hasta los cien años y actuar hasta los 98"">

"Sí, estoy enamorada, y es posible que mi sueño de tener una familia se cumpla. También quiero vivir hasta los cien años y actuar hasta los 98"

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