“Soy un papá todo terreno: ya no ando solo como loco malo” – GENTE Online
 

“Soy un papá todo terreno: ya no ando solo como loco malo”

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La tarde pintaba nublada y el Servicio Meteorológico auguraba “lluvias torrenciales durante todo el día para la costa atlántica”. Y aunque Fabio Posca no estaba escuchando al pronosticador de turno, cuando se levantó a la mañana para comprar el diario miró por la ventana y le dijo a María Luisa, su esposa, psicóloga ella: “Negra, hoy van a caer sapos de punta. Si tenés ganas, vamos un ratito a la playa, pero nos volvemos enseguida”. Toda la familia, incluidos sus dos hijos, Manuela y Rocco, aprobó la propuesta. Subieron a la 4x4 junto a su perro Chuno, y partieron rumbo al mar. Pero como la idea era quedarse sólo un rato, no quisieron llevar peso de más. En el camino, Manuela (12) le pidió a su padre que la dejara un par de balnearios antes, para encontrarse con sus amigas. El resto de los Posca se metió en una especie de desierto de arena gigante al lado de las Playas del Balcón: “Tomamos unos mates y a casa”, insistió Fabio.

Pero de pronto el cielo se abrió, el sol comenzó a pegar, y la tarde que parecía perdida se convirtió en un radiante día de playa: “¡Vamos, papá. Te juego una carrera hasta el agua!”, desafió el niño de siete años. “¡El que pierde paga las medialunas!”, redobló la apuesta el hombre que el 31 de diciembre, luego de grabar la última emisión del año de He perdido mi malla en la ciudad, su programa en vivo por Rock & Pop, emprendió viaje a Mar del Plata para disfrutar sus ya clásicas trabaciones, donde combina trabajo y vacaciones. Es que de lunes a viernes, de 16 a 19, continúa con la octava temporada de su programa de radio en Rock & Pop Arena Beach, y los viernes y sábados, a las 23.30, en el teatro Roxy, repite un éxito que ya recorrió toda la Costa e inundó de gente las salas porteñas, el unipersonal que bautizó Alitas de Posca.

La idea es pasar juntos todo el verano, aunque en el medio el actor y conductor deberá alternar entre Mardel y Buenos Aires para continuar con las grabaciones de Son de Fierro, la nueva tira de Pol-ka que tiene a Osvaldo Laport, María Valenzuela y Mariano Martínez como actores principales.
Esa tarde, Posca lamentaba “no haber traído el jet ski y el cuatriciclo”. Y cuando su hijo le propuso volver a la casa para buscarlos, no lo dudó un segundo. A los 15 minutos regresó con todo: agua caliente para el mate, las medialunas que perdió en la carrera con Rocco, el cuatriciclo y un autito a control remoto que fue la atracción de toda la playa: “Este es el nuevo chiche que Papá Noel le trajo a mi hijo. ¡No sabés lo que tira; es bien power!”, gritaba Fabio mientras hacía acrobacias con el auto por la arena. Claro que Rocco se limitó a ver cómo se divertía su papá: “En realidad, le estoy enseñando a manejarlo. Y de paso aprovecho porque, ¡una vez que aprenda a usarlo, no me lo va a dejar tocar! ¡Igual, él sabe que yo soy un papá todo terreno, y en cualquier momento invento otra locura!”, agregó Fabio mientras sorteaba una duna rebelde.

Mientras la tarde se perdía, hubo tiempo para más: el último chapuzón de padre e hijo, un par de flexiones por parte de Posca para fortalecer los hombros, y una lección de Rocco arriba del cuatriciclo, demostrando que en cualquier momento se le anima al papá a una carrera arriba del cuatro ruedas. Ahí, cuando su hijo demostró ser un as al volante, a Posca le llegó el momento de la reflexión: “Venir a Mar del Plata en familia es maravilloso. Acá me encuentro con mi gente, con muchos amigos… Y me emociona ver a mis hijos crecer tan rápido. Hace unos años, yo daba vueltas en el cuatri solo como loco malo. Y ahora veo que mi hijo lo domina mejor que yo”.

Entre tantas cosas, Fabio le enseña a Rocco, su hijo de siete años, cómo se utiliza la barra. Chuno, el perro de la familia, sigue atento las lecciones.

Entre tantas cosas, Fabio le enseña a Rocco, su hijo de siete años, cómo se utiliza la barra. Chuno, el perro de la familia, sigue atento las lecciones.

Arriba, Fabio pasea junto a su mujer, María Luisa, y su hijo Rocco. Llegaron el 31 de diciembre y se quedarán hasta el final del verano. Abajo, el actor maneja el autito a control remoto que Papá Noel  le trajo a Rocco: “<i>Aprovecho ahora, porque cuando aprenda no me lo va a prestar</i>”, asegura.

Arriba, Fabio pasea junto a su mujer, María Luisa, y su hijo Rocco. Llegaron el 31 de diciembre y se quedarán hasta el final del verano. Abajo, el actor maneja el autito a control remoto que Papá Noel le trajo a Rocco: “Aprovecho ahora, porque cuando aprenda no me lo va a prestar”, asegura.

“<i>Ver a mis hijos crecer tan rápido es algo que me emociona... Y con Rocco somos muy compinches; a cada rato inventamos una locura</i>”.

Ver a mis hijos crecer tan rápido es algo que me emociona... Y con Rocco somos muy compinches; a cada rato inventamos una locura”.

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