Te voy a confesar un secreto. Me cuesta quedarme quieto. No sé... necesito expresarme, gesticular. Vivo transmitiendo cosas desde el movimiento. Creo que es una de las cualidades principales que tiene un actor”. No miente ni una coma. A cada momento, Ricardo Darín (53, ganador de un Oscar con El secreto de sus ojos) regala una mirada que convence, una sonrisa que seduce o pinta con sus manos en el aire lo que cuenta. Lo innegable es su exquisito sentido del humor. “¿Quedé bien, no? Incluso, hasta me gusto...”, bromea mientras recorre con la mirada la sesión de fotos que lo tiene como protagonista principal de la nueva campaña de verano de la exclusiva firma Etiqueta Negra.
Pero esta no es la primera vez que el actor abre el campo de juego profesional y se aventura a la publicidad. Aunque parece lejana aquella publicidad de comienzos de los noventa, cuando se veía a un joven Darín fumando un cigarrillo Derby suave corto, ese fue el principio de una infinita sucesión de marcas que lo eligieron a lo largo de su carrera. “¿Si me convertí en el preferido de las compañías? No me siento tan pretendido. Estas cosas a veces se dan y otras no, el trabajo es así. A veces de golpe, o sin buscarlo, tu imagen puede aportar credibilidad y ser querida por las firmas, pero va más allá del reconocimiento”.
Entre la lista de nombres que se configuró para elegir al representante de la nueva temporada de Etiqueta Negra siempre sonaba el nombre del protagonista de El hijo de la novia. Hasta que Federico Alvarez Castillo –dueño de la empresa– dio el último veredicto: “Es un ícono del cine y un hombre que sabe llevar el espíritu de la marca”, sentenció. Por eso, en el estudio del fotógrafo Gabriel Rocca montaron un set de filmación de corte antiguo. Se consiguieron cámaras de filmar y equipos de iluminación de la década del 50. “Fue increíble. Me gustó mucho trabajar con Rocca, porque me sentí muy contenido. Soy muy crítico de mi imagen. Si estoy en una foto familiar seguro que te la arruino haciendo alguna tontera. Por eso, su trabajo fue doble”.
–¿Pesa el mote de galán maduro?
–Me alegra formar parte del top ten de los maduros sexys. Yo no me ubico en ese puesto... pero si vos lo decís, ¡nunca hay que contradecir a una mujer! (risas). Igual, nunca fui galán. Galán se nace, no se hace. Muchas veces me tocó hacer de canchero y eso parece que pega...
Cuando termina la oración se produce el primer (y último) stop de la entrevista. Si bien nunca pierde la sonrisa, le cuesta hablar de su llegada al público femenino. Aunque en Mi chanta favorito (una de las series de tevé que lo ubicaron en el rol de galán) arrasaba con toda mujer que pasara delante de él. “Uno tiene que actuar. ¿Si interpretara a un villano? No significa que lo sea en la vida real. Es parte de la magia”.
Darín, en pleno juego para la cámara. Después bromeó: “No te imaginás cómo me critico en las fotos familiares. Me fijo en todos los detalles. ¿Debe ser parte de la deformación profesional, no?”.
El actor fue elegido para la campaña de Etiqueta Negra por Federico Alvarez Castillo, el dueño de la empresa. La producción fue desplegada en el estudio del fotógrafo Gabriel Rocca. “Me costó mucho quedarme quieto. Soy consciente de que les hago el trabajo difícil a los fotógrafos”, explica Darín.
El jueves pasado, en el local que posee la marca en el shopping Paseo Alcorta, se realizó un cóctel por el lanzamiento de la nueva campaña publicitaria gráfica.
