“Soy mujeriego, pero las mujeres también son ‘mujeriegas’ conmigo” – GENTE Online
 

“Soy mujeriego, pero las mujeres también son ‘mujeriegas’ conmigo”

Actualidad
Actualidad

Disculpa el atrevimiento pero, ¿no me obsequiarías?Benicio Del Toro le pregunta al fotógrafo, que ya empieza retirarse con la bandera celeste y blanca en su mano.
–Claro que sí. Por supuesto –responde éste, y se la entrega.
–Mil gracias. La conservaré entre mis grandes recuerdos –cierra la entrevista el morocho de 1,88 m, que media hora antes había llegado, apuradísimo, cansado tras un largo viaje y con una bolsa de alfajores Havanna debajo de su brazo izquierdo, al lobby del Faena Hotel, para encontrarse con GENTE.

–¿Segunda vez entre nosotros, Benicio?
–Sí, segunda vez (habla un español casi perfecto). Estuve para estos meses, en el 2006.

–¿Trabajo o placer?
–Trabajo. Había venido a buscar locaciones para la película del Che.

–¿Ya empezaba a conectarse con la figura de Ernesto Guevara?
(Le da un sorbo a su café) Todo esto del Che comenzó bastante antes, en 1994, cuando surgieron las remeras con su figura y las inscripciones de Hasta la victoria, siempre. Guevara se convierte en una figura trendy a fines de los 60’, principios de los 70’. No era mi época. Entre 1976 y 1985 no se difundían cosas del Che en Puerto Rico. En mi escuela no se conocía nada. O quizá hasta lo ocultaban.

–¿Entonces?
–Llegué a los Estados Unidos, y menos que menos. A los 20, visitando México, hallé un libro suyo y las cartas que le había escrito a la familia. Lo leí y me conmovió de la misma manera que me conmovía Ernest Hemingway. A partir de ahí se inició, poco a poco, mi interés: me enamoré de su vida. Hacia 1997 aparece Laura Bickford, la productora que me acompañó acá e impulsa nuestro proyecto, que dura cuatro horas y media y se acaba de convertir en la película más corta que se ha hecho sobre el Che. Y mira que he visto todas las anteriores…

–Ahora, a usted como actor, ¿qué cosas le han agradado del Che y cuáles no?
(Mira la hora en su Rolex) La mayoría de las cosas me gustaron. Y las que no, no considero necesario achacárselas. El no nace en Argentina, se cría en Córdoba, ve leprosos y punto… El Che sale de la historia entera de todo un continente, con rabia, cosa que lo hace tomar un fusil. Eso es algo que yo podría reprocharle, pero no lo hago, porque antes lo entiendo.

ENTRE BENICIO, EL PRODUCTOR Y… ¿OBAMA? Vio la luz el 19 de febrero de 1967 en Santurce, Puerto Rico. Es hijo de padres abogados (Gustavo y Fausta, que falleció de hepatitis cuando Del Toro sumaba 9 años), y tiene un hermano mayor (Gustavo, oncólogo) que reside en Nueva York. Se educó en una escuela católica. Se interesó por la actuación tras aparecer en una obra de la universidad. Abandonó entonces los estudios y apostó por su vocación actoral. Debutó en la serie Miami vice y fue extra en el videoclip La isla bonita, de Madonna. Hoy goza de fama, dinero y el respeto de sus pares y la industria del séptimo arte.

–¿Ayuda haber ganado un Oscar en Hollywood y una Palma de Oro en Cannes?
–Poco. Es aportarle un importante granito de arena a tu carrera, y punto. Te facilita desde el lado económico. El cine es muy caro y distribuir una película, bien difícil.

–¿Se refiere a su flamante labor de productor en esta esperada cinta de Steven Soderbergh?
–El productor no necesariamente es el que tiene que poner el dinero. Busqué y uní gente, hice de intermediario con el idioma (ni Soderbergh, el director, ni Laura Bickford, la citada productora, hablan español). En realidad, yo no puse un dólar en esta película. Lo que puse fue tiempo y garra.

–Bueno, por lo menos ahorró dinero... ¿Le afecta la actual crisis financiera?
–Hay que tener cuidado. Las cosas pueden cambiar de golpe, es peligroso. Ahora va a haber una elección y eso realmente ayudará.

–¿Por quién votará?
–Votaré al otro (silencio).

–¿No quiere decirlo?
–Tu debes saber quién es “el otro”

–¿El demócrata Barack Obama?
–Tal cual. Ese es “el otro” (sonríe). Dime: y esto, ¿cómo afecta a la Argentina? (se interrumpe)... Aunque lo que observo ahí parece decir lo opuesto (señala una impresionante torre en construcción).

“A LOS 36 DESCUBRI QUE YA NO ERA UN MUCHACHO”. Consciente de su fama de playboy y bon vivant, Del Toro no acepta ni descarta nada. Caballero al fin, se sabe que por su historial amoroso ha desfilado una larga pasarela de damas, aunque no tantas de ellas conocidas. ¿Las excepciones? Alicia Silverstone, a quien conoció en el rodaje de Exceso de equipaje y, siempre sin confirmar, Chiara Mastroianni (hija de Marcello y Catherine Deneuve) y Valeria Golino, con quien tampoco duró demasiado.

–Hemos leído acerca de su fama de mujeriego y…
–...Oye, pero no soy yo solo. Está la otra parte también. Yo soy mujeriego, pero las mujeres también son “mujeriegas” conmigo.

–¿Y el touch de la fama ayuda?
–Claro. ¡No te imaginas cómo...!

–¿Ha pensado en tener un hijo?
–En esta época lo vengo pensando más. El tema es que antes tiene que estar la mujer que me convierta en padre. Y aún no está.

–¿Podría ser una argentina?
–... ¿Por qué no?

–¿Qué responde si le menciono la palabra “Argentina”?
(Juega con sus anteojos azules Ray Ban). Contesto Carlos Monzón. Contesto Juan Manuel Fangio. ¿Te cuento una anécdota?

–Claro.
–Cuando joven, en mi querido Puerto Rico (sitio al que retorno seguido), si manejabas rápido te decían “ahí va el Fangio”, y si eras fuerte o te peleabas, “ahí está el Monzón”. Han sido dos grandes de verdad.

–¿Evo Morales es también un grande?
–Leí de su vida: un tipo muy revolucionario, un tipo inteligente, un tipo al que debe respetárselo, puesto que lo votó su país. Sé que ahora las cosas no andan bien en Bolivia. Ojalá se terminen arreglando sin tanto derramamiento de sangre.

–Se lo nota obsesivo... ¿Cómo vive o vivió la crisis de los 40?
–¿Cuál? ¿La que no se te para la lengua? (carcajada)... Mira, a mí la crisis me tocó a los 36. Tengo 41. A los 36 supe que ya no soy un muchacho de 14 años y que la carretera tiene un final. Entonces fue como una especie de padecimiento. Pero lo superé. Comprendí que a lo hecho, pecho. Y aquí me ves, disfrutando de cada instante que puedo.

La crisis de los 40 me tocó a los 36. Tengo 41. A los 36 supe que ya no soy un muchacho de 14 años y que la carretera tiene un final. Entonces fue como una especie de padecimiento. Pero lo superé”</em>, sentencia el puertorriqueño.

La crisis de los 40 me tocó a los 36. Tengo 41. A los 36 supe que ya no soy un muchacho de 14 años y que la carretera tiene un final. Entonces fue como una especie de padecimiento. Pero lo superé”, sentencia el puertorriqueño.

<em>“En esta época vengo pensando en tener un hijo. El tema es que aún no está la mujer que me convierta en padre. ¿Si podría ser argentina?... <br /> ¿Por qué no?”

“En esta época vengo pensando en tener un hijo. El tema es que aún no está la mujer que me convierta en padre. ¿Si podría ser argentina?...
¿Por qué no?”

Che, el argentino narra la etapa final de la vida del polémico argentino Ernesto Guevara, cuyo principal objetivo era la revolución y la emancipación latinoamericana, y trascurre entre el ’64 y su muerte, en 1967.

Che, el argentino narra la etapa final de la vida del polémico argentino Ernesto Guevara, cuyo principal objetivo era la revolución y la emancipación latinoamericana, y trascurre entre el ’64 y su muerte, en 1967.

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig