“Soy híper celosa, pero incondicionalmente fiel” – GENTE Online
 

“Soy híper celosa, pero incondicionalmente fiel”

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Cuando buscan una morocha argentina, me quieren a mí. Para triunfar en el mundo de la moda no es necesario ser rubia”, confiesa Priscila Crivocapich (23 años, taurina, modelo de la agencia Multitalent). Más tarde arremete con picardía: “Si no, ¿cómo explican lo que me pasó en Túnez?”. Con esta pregunta nos transporta a aquella vez en que le ofrecieron un millón de camellos a cambio de su amor. Algo que la morocha de mirada intensa rechazó inmediatamente. Porque, para decepción de muchos, desde hace dos años es la mujer de Leandro Smitto –su jefe, director de la agencia que maneja su carrera–, con quien vive en un departamento de San Isidro junto a su perro maltés, Figo. “Lean es muy importante para mí. Siempre nos consultamos las cosas. Además, por las profesiones que tenemos podemos darnos el gusto de compartir mucho”, comenta Pri –como la llaman sus amigas–.

La modelo de apellido yugoslavo, nacida en Neuquén –hija de Felisa y Daniel–, se dedicó desde chica a conquistar corazones. “Me daba vergüenza ir al colegio, porque todos los varones gustaban de mí y mis compañeras estaban celosas”, explica Crivocapich. Luego, en su adolescencia, la familia se mudó a San Nicolás, provincia de Buenos Aires –donde aún hoy viven sus padres–. “Lo que antes me molestaba, después me di cuenta de que estaba bueno y lo exploté un poquito. ¡A toda adolescente le gusta recibir piropos y sentirse una diosa!”. Por eso, apenas terminó sus estudios secundarios en el colegio Nuestra Señora de la Misericordia viajó a Buenos Aires para dedicarse al modelaje y explotar sus perfectas curvas (90-59-89).

–¿Cuál es tu truco de belleza?
–Me gusta sentirme y estar bien físicamente. Cuando llegué a Buenos Aires me costó mantener el ritmo, porque todo me quedaba lejos. Ahora no sólo hago gimnasia, sino que también practico yoga y bailo salsa. Siempre fui muy deportista y eso es importante, porque te ayuda a recargar energías y estar en forma. Nunca me prohibí nada en las comidas. Mi mamá siempre nos enseñó a mí y a mis hermanas –Lucila, Micaela y Elina– a comer de todo.

–¿Y qué tal sos en la cocina?
–(Risas) Esa es una pregunta comprometida. Recién ahora me da un poco de curiosidad el tema de las ollas y el horno. Hago lo básico: pollo, milanesas. Mi problema es la creatividad: no se me ocurren muchas variedades de platos. Pero me tengo fe, porque cuando mi mamá se casó tampoco sabía, y ahora hace unas comidas riquísimas. Eso sí, me encanta preparar postres. ¡Mi especialidad es la torta Rogel!

–Cero ama de casa, noto…
–Pero soy ordenada. Odio la suciedad… Siempre trato de tener todo ordenadito y acomodado. Cuando el sábado se acumulan los platos hay que arremangarse y lavarlos.

–Y si hay una mancha de salsa de tomate en una camisa, ¿qué hacés?
–(Risas) Dejarla en el cesto de ropa sucia hasta que se acumule mucha y venga la señora que ayuda en la casa para lavarla…

–Decíme que te ocupás de mantener el fuego en la pareja…
–¡Obviooo! Me gusta mantener la pasión con pequeños detalles. Por ejemplo, mimarlo llevándole el desayuno a la cama y sorprenderlo con ropa interior bien sexy. No vivo producida sobre tacos todo el día, porque terminaría con la cabeza quemada. Ser modelo es mi profesión, no un estilo de vida. En casa me gusta estar con una musculosa y un jean… Soy sensual al natural, y a él le encanta. No aguantaría estar maquillada todos los días y en todo momento.

–¿Cómo imaginás tu vida de acá a 20 años?
–No me veo a los 43 trabajando de modelo. Me encantaría tener formada una familia y desarrollar otras actividades, como la conducción. Me divierte la televisión, las cámaras. Pero no sería actriz. Por respeto a mi marido, no aceptaría las escenas de besos y desnudos. Además, la actuación no es la carrera que elegí.

–¿Sos de las que consiguen lo que se proponen?
–Como toda taurina, soy una mujer muy pasional y cabeza dura… Si algo me gusta, lo consigo. También soy híper celosa, pero incondicionalmente fiel…

–Tema duro el de los celos. Más, si estás junto a un hombre que vive rodeado de chicas tan lindas como vos.
–Pero él lo soluciona de una manera muy fácil: directamente, no me presta atención. Tampoco soy una persona que plantea cosas locas. Nuestro matrimonio es hermoso y nos llevamos muy bien. Los dos tenemos pensamientos muy parecidos, y eso hace que la convivencia sea feliz. Me siento muy acompañada por Leandro en todo lo que hago. Es muy importante que tu pareja te respalde en todos tus emprendimientos.

–¿Tener hijos es una meta a corto plazo?
–Creo que estoy haciendo las cosas a su debido tiempo. Me encantan los chicos. Veo bebés y me muero de amor… Pero ahora los dos estamos dedicados a nuestras carreras. Me encantaría tener muchos hijos y ser una mamá joven. Igual, me parece que las cosas están más lentas… A los 30 años, las mujeres siguen solteras y son más independientes. Lo veo porque es lo que pasa con muchas de mis amigas. Seguramente también suceda conmigo. Con su 1,76 de altura, medidas perfectas  (90-59-89) y penetrantes ojos verdes, Priscila se consagra como una de las modelos más requeridas.

Con su 1,76 de altura, medidas perfectas (90-59-89) y penetrantes ojos verdes, Priscila se consagra como una de las modelos más requeridas.

“<i>La pasión en la pareja la mantengo con pequeños detalles. Me gusta mimarlo llevándole el desayuno a la cama y sorprenderlo con ropa interior bien sexy</i>”.

La pasión en la pareja la mantengo con pequeños detalles. Me gusta mimarlo llevándole el desayuno a la cama y sorprenderlo con ropa interior bien sexy”.

“<i>Cuando buscan una morocha argentina, me quieren a mí. Para triunfar en el mundo de la moda no es necesario ser rubia</i>”.

Cuando buscan una morocha argentina, me quieren a mí. Para triunfar en el mundo de la moda no es necesario ser rubia”.

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