-Cómo llegás a tus 50 años?
-Estoy terminando un disco que tiene mucho íntimo mío. A este estilo lo llamo improvisaciones en piano al vacío. Me siento en el piano con la grabadora prendida y voy tocando lo que mi sub- consciente me manda. Eso va directo al disco. Estoy grabando canciones nuevas y también está el fantasma de la guerra adentro del disco.
-¿De qué manera?
-Me pasó algo extraordinario. Estaba grabando el tema Dos edificios dorados y en ese momento irrumpió la guerra por televisión. Quedamos muy impactados y mandamos la voz de la televisión directo a la consola. Y mezclamos todo. La canción tuvo un sentido totalmente distinto. Eso fue como algo que quebró el disco por la mitad. Y las letras de las demás canciones empezaron a tomar distintas interpretaciones. Quedó una gran pintura de sentimientos y debilidades humanas que surgieron a partir de estos atentados en las Torres Gemelas.
-¿Qué te pasa cuando ves a Bin Laden por la tele?
-Siempre pensé que las culturas son como repeticiones de ideas permanentes que separan irreconciliablemente a la gente. Yo no puedo entender la cabeza de Bin Laden, porque seguramente veía las películas que a mí me gustaban con los ojos cerrados. El tampoco me entiende a mí. Todo este tema lo veo igual que la invasión de platos voladores. Decir que los norteamericanos hicieron tantas cagadas que al final se les viene el terrorismo islámico es anecdótico. Lo que está pasando es espantoso, como lo es cualquier guerra.
-¿Cómo te preparás para tu cumpleaños?
-Así, con muchos proyectos que me voy inventando, porque te confieso que a mí la parte social de los cumpleaños me agobia. Por eso estoy muy contento con mi último tema
I am not in love. Que dice así: "Estoy andando por las vías del tren, vi tus cosas que no quiero hacer. Todo esto tiene una explicación: I am not in love. Cuando la gente dice que estoy bien, no puede ver debajo de mi piel. Sólo lo hace por comodidad. I am not in love. Es tu ley hacerme sentir culpable, necesitas alguien para deshacer. Hey, lo nuestro es interminable, necesito ver. Para aburrirme prefiero sufrir. Para venderme prefiero morir. Lo único que quiero es no ser como vos. I am not in love".
-Estás muy sensible frente a la guerra…
-Sí. Estoy haciendo mi disco en un estudio que para mí es mi búnker. Pero donde igual se filtra esa realidad de la guerra, que te cambia todo. ¿Sabés a qué me hace acordar? Cuando estaba haciendo No bombardeen Buenos Aires en la época de la guerra de las Malvinas.
-¿Y en lo personal cómo estás?
-Estoy contento y muy bien con mis amigos. Estoy muy bien con mi hijo. Y, paralelamente, estoy haciendo el disco con Pipo Cipolatti, con quien nos divertimos mucho.
-¿Fuiste a votar?
-No, porque estaba grabando. Pero no hubiera impugnado el voto. Hubiera votado un partido chico para darles una oportunidad.
-¿Cómo ves el país ahora?
-Tengo mucha ilusión en los chicos que se vienen. Tengo esperanza, pero no la esperanza estúpida. Trato de no transmitirles la sensación de derrota que hoy parece ser el sonido del país. Por eso yo, a pesar de todo, me quedo acá. Y ese es mi mensaje a los jóvenes.
-¿A qué le atribuís tu intuición para encontrar siempre el camino de la creación?
-A que siempre supe que lo único que vale en la vida es el plan A. Si tengo que pensar algo con respecto a un recital o a una canción o a cualquier otra cosa, siempre sigo la primera idea que se me ocurre. Y es la verdadera. Es la posta. ¿Sabés cuál es el secreto de mi éxito?
-¿Cuál?
-Que no tengo plan B.
-¿Tu momento más feliz y el más triste de estos 50 años?
-Los momentos más tristes son la muerte de mi papá y de mi hermano. Los más felices: mi primer concierto y mi último concierto de Sui Géneris. Comparo esos momentos con el sentimiento sobrenatural cuando uno se enamora.
-Ya que hablás de amor, hace rato que no se te conoce un amor como el de Florencia (Zabala)… ¿Ya pasó?
-Sí. Ya pasó. Unos años atrás me encerraron en un par de clínicas y yo estaba enamorado. Y que te separen de la persona que vos querés es terrible. Decidí que no arrancaran el amor de mí. Pero con el tiempo me di cuenta de que mucha gente, cuando estoy enamorado, se pone muy nerviosa. Es como que no me permiten enamorarme.
-¿En qué sentido?
-Si yo salgo con 20 chicas a la vez está todo bien. Pero si me enamoro de una sola entonces mi entorno se pone nervioso. Es que ahí a los muchachos se les acaban las chicas, el champagne y la joda. Por eso me cuesta más enamorarme que a cualquier persona común.
-¿Sentís que te vas a volver a enamorar a los 50?
-Mirá, la mayoría de la gente de mi edad no está enamorada.
-¿Por qué?
-Porque… demasiados planes B. Van vendiéndose y corrompiéndose de a poco, y cuando se quieren acordar ya es demasiado tarde.
-¿Y para vos no pasó el tiempo?
-No. Soy eterno. Pero te puedo dar una reflexión de un hombre de 50 años, si querés...
-Adelante.
-Muchas veces me dijeron: "¡Ya vas a ver cuando tengas 50 años!"… Y ahora tengo 50 años y no veo nada.
por Alejandro Sangenis
fotos: Santiago Turienzo, libro Charly de Rocca/Cherniavsky y álbum familiar de Charly García.
García hoy, tan personal como siempre y con todos los pergaminos encima.
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Enrique y Charly. Unas de las fotos más queridas del músico. "Lo perdí la misma semana que a mi padre". Enrique trabajaba en Ohanian Producciones como manager de grupos. Murió en 1988 tras sufrir un accidente de autos al volver de un show. Tenía una voz privilegiada.
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"Somos dos pibes que arrasan", advirtió Charly en plena grabación de Sinfonía para adolescentes, el disco que reunió a Sui Sui dos décadas y media después de la despedida. El álbum se agotó en las disquerías de Buenos Aires. Sui, que empezó tocando en fiestas y pequeños teatros, volvía para triunfar.
