“Soy candidato y no les temo a los Kirchner” – GENTE Online
 

“Soy candidato y no les temo a los Kirchner”

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La Rioja, 2 de julio. Carlos Saúl Menem cumple 77 años. Un día después del 33º aniversario de la muerte de Perón, y en una semana de grandes anuncios: Cristina Fernández de Kirchner, oficialmente candidata a la presidencia; Ricardo López Murphy, en la misma carrera; Rafael Bielsa, ganador de la interna santafesina, rival K de Hermes Binner, y Menem mismo, infatigable carne de político, que se lanza por partida doble: gobernador de su provincia y presidente de la República. Eso, sin contar que acaba de empezar su trámite de divorcio con Cecilia Bolocco…

Los festejos por las 77 velas arrancaron –noche del domingo– en la casa de su amigo Tico Onaz. Lo acompañó su socio de fórmula: el empresario Nicolás Martínez. Y el lunes al mediodía, fiesta completa en el Club House del Golf, donde un grupo de mariachis le cantó el “Cumpleaños feliz”. Ni siquiera faltó –a pesar de todo– Cecilia Bolocco, que lo felicitó por teléfono del otro lado de la Cordillera. Pero el saludo que más lo conmovió fue el “happy birthday, papá” de su hijo Máximo, que Menem recibió con lágrimas…

Después, esta charla con GENTE. Sobre hoy, sobre ayer, y con aire de balance.

–Usted dijo que quien fue Papa no puede volver a ser obispo. ¿Por qué aceptó la candidatura a gobernador después de haber sido presidente?
–Porque me lo pidió la gente, y también muchos dirigentes del justicialismo que se han visto despojados… Por eso creamos el partido Dignidad y Lealtad. El nombre lo explica todo.

–¿Qué propone ese partido?
–Mejorar lo institucional, que después de la renuncia del gobernador Angel Maza quedó muy deteriorado. Y además, crear nuevas fuentes de trabajo y componer la educación y la seguridad, que dejan muchísimo que desear.

–¿Pero la candidatura a gobernador no anula la postulación a presidente?
–De ninguna manera. Mi candidatura presidencial sigue vigente para octubre: es el objetivo de máxima.

–¿Qué opina de su competidora, Cristina Fernández?
–Me parece muy bien. Todos los argentinos tienen derecho a ser candidatos al sillón de Rivadavia.

–¿No le parece una rival demasiado poderosa?
–Me da lo mismo, no les temo. Los dos –ella y él– son malos.

–¿Pero cómo piensa armar el frente peronista anti-kirchnerista para octubre? Porque el oficialismo parece invencible…
–Este fin de semana nos reuniremos con los Rodríguez Saá en San Luis. El objetivo de nuestro frente es refundar el Movimiento Nacional Justicialista.

–¿Por qué?
–Porque nos sentimos proscriptos. Son maniobras que se vienen sucediendo desde mucho tiempo atrás. Hubo un fraude infernal, que impidió las elecciones internas en el justicialismo, y el resultado de esa maniobra es el presidente que tenemos. ¡Un verdadero desastre para la Argentina!

–Uno de los rumores que circularon en estos días es que Daniel Scioli podría sumarse al frente justicialista anti-kirchnerista. ¿Es posible?
–No lo creo. Son nada más que rumores. No podemos perder de vista que Scioli es el vicepresidente de la Nación y el candidato oficialista a gobernador de la provincia de Buenos Aires.

–¿Por qué cree que los argentinos deberían elegirlo otra vez como presidente?
–Por lo que fue la Argentina durante los diez años de mi gobierno. Creció, estuvimos totalmente insertados en el mundo, y decir que uno era argentino era una distinción en cualquier lugar de la Tierra. Ahora, en cambio, estamos totalmente aislados. Estamos a la par de Hugo Chávez, de Fidel Castro, de Evo Morales, de todos los hombres volcados al populismo de izquierda. No nos merecemos esa Argentina.

–¿Cómo anda su salud? Porque, como usted sabe, hay rumores de que…
–¡Por favor! Hace unos días fui a jugar al golf en Pilar, y escuché por radio que me habían internado de urgencia… ¡cuando en realidad sólo estaba resfriado!

–¿Cuál es la clave para tener fuerza a los 77 años y emprender semejantes desafíos?
–Creo que tiene mucho que ver con mi dedicación full time a la política, con algo de deporte. Esas son las claves de este rejuvenecimiento. Y otra es mantenerme lúcido a través de la lectura. Leo muchísimo…

–Es una buena edad para hacer un balance de su carrera política. ¿Cuál fue el mayor acierto de sus diez años como presidente?
–La verdad… ¡innumerables! Pero si se trata de rescatar algunos, fueron la reinserción de la Argentina en el mundo a partir de las medidas de gobierno que pusimos en marcha ya en 1989, y la terminación definitiva de los intentos de golpe de Estado. Reprimimos el último movimiento militar en 1990, y desde entonces, nunca más… ¡Se acabaron!

–¿Cuál fue la mayor desilusión que tuvo en su vida política?
–La campaña de difamación puesta en marcha por el gobierno de la Alianza, con un siniestro personaje norteamericano, Dick Morris, que recibió desde la Secretaría de Estado de Información Pública un millón seiscientos mil dólares. El gobierno de De La Rúa lo contrató para convertirme en un demonio, porque antes de asumir ya soñaba con ser reelecto, y el único que podía truncar ese sueño era yo.

–Si tuviera que hacer una autocrítica, ¿en qué se equivocó?
–En la reforma de la Constitución, al eliminar la posibilidad de que los congresales elijan al presidente. Pusimos en marcha el voto directo, y eso favoreció a las grandes provincias y perjudicó a las pequeñas.

–¿No siente culpa por haber decretado los indultos a los responsables de la represión ilegal? Es inminente que la Corte Suprema de Justicia derogue esos indultos.
–No quiero discutir el tema de la competencia de la Justicia. Pero si derogan los indultos habría que meter presos a todos los indultados, sin ningún tipo de distinciones. No tan sólo a los militares: también a los montoneros, a los erpianos, a todos los que desencadenaron una situación gravísima para el país.

–¿Cuál fue la mayor deslealtad que sufrió en la vida política?
–Hay una bolsa de traiciones. Para los hombres que pensamos en grande, esas traiciones pueden molestarnos un poco. Pero ya pasaron, y seguirán pasando… Desde que el hombre puso los pies sobre la Tierra, siempre hubo traiciones.

–Le paso a otro tema. Su hijo Carlos Nair está en Gran Hermano. Hoy, que mucha gente lo conoce, ¿qué cosas lo acercan a él?
–El tremendo cariño que siento por él y por su familia. Fui prácticamente huésped de ellos cuando estaba preso en Las Lomitas, y se va comprobando que es hijo mío…

–¿Por qué decidió esperar tanto para reconocerlo?
–Por razones de seguridad. Pero por suerte, eso ya está superado.

–¿Tiene ganas de verlo, de abrazarlo?
–Bueno, siempre lo vi. Aunque últimamente estuvimos un poco alejados, porque él vivió en Buenos Aires y después volvió a Formosa. Pero yo lo ayudo siempre.

–¿Su hijo Máximo lo llamó por su cumpleaños?
–¡Sí! Me dijo, en inglés, “happy birthday to you… (se le iluminan y humedecen los ojos).

–¿Cecilia también lo llamó?
–Sí, me transmitió los saludos de rigor…

–En los cumpleaños siempre se piden tres deseos. ¿Cuáles son los suyos?
–La salud de mi patria, la salud de mi familia y el bienestar del pueblo argentino. ¿Qué mejores cosas se pueden pedir?

–Por ejemplo, volver a ser presidente. O, por lo menos, gobernador de La Rioja…
–Son cosas muy diferentes. Las primeras tienen que ver con los afectos, con los sentimientos. La que usted me plantea es pura política. Sólo política…

Así lo afirma el cartel que presidió su cumpleaños en el Golf Club de La Rioja, donde redobló su apuesta: “<i>Acepté ser candidato porque la gente y muchos dirigentes del justicialismo me lo pidieron</i>”.

Así lo afirma el cartel que presidió su cumpleaños en el Golf Club de La Rioja, donde redobló su apuesta: “Acepté ser candidato porque la gente y muchos dirigentes del justicialismo me lo pidieron”.

Junto a su compañero de fórmula, el candidato a vicegobernador, Nicolás Martínez, Menem apaga la vela que simboliza su 77º aniversario. Después posó con su hermano Eduardo y una amiga, recibió el llamado de Cecilia Bolocco desde Chile, y también el emotivo “<i>happy birthday</i>” de su hijo Máximo.

Junto a su compañero de fórmula, el candidato a vicegobernador, Nicolás Martínez, Menem apaga la vela que simboliza su 77º aniversario. Después posó con su hermano Eduardo y una amiga, recibió el llamado de Cecilia Bolocco desde Chile, y también el emotivo “happy birthday” de su hijo Máximo.

“<i>¿Cristina en lugar de Néstor? Me parece muy bien: todos los argentinos tienen derecho a ser candidatos… Me da lo mismo, porque los dos son malos</i>”.

¿Cristina en lugar de Néstor? Me parece muy bien: todos los argentinos tienen derecho a ser candidatos… Me da lo mismo, porque los dos son malos”.

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