“Soy audaz, me animo a todo… o a casi todo” – GENTE Online
 

“Soy audaz, me animo a todo... o a casi todo”

Actualidad
Actualidad

"Hola, me llamo Héctor. Mucho gusto". Corre la 0:23 del frío y nublado lunes 29 de agosto y el señor de porte firme y estatura elevada saluda serio y estrecha fuerte -bien fuerte- la mano del redactor de GENTE en la puerta de Editorial Atlántida. "¿Terminaron?", pregunta firme tras noventa minutos de espera. "Terminamos", contestamos. "Entonces me la puedo llevar", avanza. "Claro", confirmamos. "Pero, ¿usted quién es?", le preguntamos al señor antes de que pretenda subir en su auto y llevarse a la nueva diosa de la tevé argentina, esa mismísima diosa de un cuarto de siglo de edad que estuvo cuatro horas posando sexy, bailando, cantando en el estudio de fotografía, esa mismísima diosa de cara y cuerpo exquisitos que contestó un cuestionario de casete y medio sin preguntar la hora, sabiendo que a las 7 am debía arrancar su interminable jornada de grabación en Pol-ka. "Soy el papá de Lola Ponce", contesta cortés y cansado el señor de porte firme y estatura elevada. Y nadie osaría culparlo por tamaño sacrificio.

LA ODONTOLOGA QUE DIO EL BUEN PASO. Paola Fabiana Ponce (admitamos que costó bastante sonsacarle el Fabiana) nació un 25 de junio de 1980 en el mismo hospital que Ernesto Che Guevara: el Centenario, de Rosario. "Tengo cosas de revolucionaria. Al menos me considero súper idealista y súper luchadora. Si salí a la luz con cinco vueltas de cordón umbilical alrededor de mi cogote", dispara la santafesina radicada en Capitán Bermúdez, distante diez minutos del Monumento a la Bandera. E intenta buscar un pararelo entre sus inclinaciones infantiles y su exitosa realidad actual. "De niña no elegía a Xuxa. A lo sumo, a los Thundercats. Como mi abuelo Anastasio tocó el bandoneón en la orquesta de Osvaldo Fresedo, papá (comerciante) cantaba tangos y mi hermano se dedica a la música, siempre capté un montón de información de diversos ritmos y estilos. Anotá en la lista a Mercedes Sosa, Virus, Charly, The Police, Queen. También bailaba como Michael Jackson y cantaba como Palito Ortega -del tema Yo quiero a Lola salió mi Lola-. No obstante, cursé Odontología, carrera que, obvio, abandoné", confía completando la lista de familiares: mamá María (ama de casa), Claudia (hermana y doctora), los sobrinos Juan Pablo, Tiziana, Jano y Agustina, el perro Gitano y los gatos, Pedro y Ulises.

-Sólo nos faltaría un par de datos de su novio…
-Manuel, italiano, abogado, simpático. Te regalé cuatro datos.

-¿Cuántas parejas ha tenido?
-Tres. La del primer beso, Mariano y Manuel, con el que estoy desde hace trescientos días.

-Suponemos que si hubo uno del primer beso, Martínez habrá sido el primer hombre.
-Nunca salí con mujeres (Ríe). Los tres son hombres. Jamás conviví. Ni siquiera ahora. ¿Viste que ando cargando dos celulares? Uno es de Roma, para recibir los llamados de Manuel.

-Recuerde que la distancia terminó por liquidar su relación con don Mariano.
-Sigo radicada a cinco cuadras de la Basílica de San Pedro, en un tercer piso del barrio Borgo Pio. No partí for ever.

-¿Y qué le pasa por el corazón cuando se cruza en las grabaciones a Marcela Kloosterboer, la ex de su ex?
-¡Ey, nos consideramos gente madura!

"ME ACABA DE PICAR EL BICHITO", advierte Lola refiriéndose a la pantalla chica. Ella que por casualidad tomó el sendero inverso al de cualquier artista, pese a que previamente había ganado concursos de interpretación a los 8 años, debutara a los 15 en catálogos de ropa y trabajara en La nena (1996) y en Chiquititas (1998). "Me inicié de manera tibia en mi país y 'la' oportunidad surgió lejos de casa". Resulta que hacia el 2000 grabó el disco Inalcanzable y visitó España para presentarlo. De regreso en Buenos Aires, al mismo tiempo que mantenía reuniones con Adrián Suar para subirse a una propuesta del productor, la llamaron desde Italia: "Te oímos. Deseamos tomarte una prueba para Nôtre Dame de Paris, de Víctor Hugo". La seleccionaron entre tres mil potenciales Esmeralda. Interpretó el musical durante treinta meses (entre otros sitios, en la casi inaccesible Arena di Verona), conquistó a tres millones de espectadores, vendió quinientos mil compactos y se transformó en celebridad, RAI y Festival de San Remo incluidos. "Llegó el momento en que no le podía entregar más a mi Esmeralda, y resolví crecer", declara adelantándose. Entonces se estableció en Suecia, grabó Fearless en italiano y luego viajó a Los Angeles para la versión en inglés, a las órdenes del legendario productor Rick Nowels.

-Fearless significa Sin miedo. ¿Le teme a algo?
-Miedo no. Ya preparé Fearless en castellano. Saldrá pronto. Quizá en octubre regrese acá.

-Perdón. ¿Vuelve a irse? ¿Deja Pol-ka? ¿Reincide? ¿No quiere ser profeta en su tierra?
-El 10 de agosto parto. Obligaciones varias, y una propuesta seria de Giuseppe Tornatore (Cinema Paradiso) para cine. Quizá en octubre también retorne a Sin código y, por qué no, a la vieja propuesta de Pol-ka aún no consumada. Adoro la tele. No recuerdo que me esperaran nenes a la puerta de un estudio de mi país para pedirme autógrafos; y la semana última ocurrió.

-Nenes de 1,80.
-Hablo en serio. Me emocionó.

-Disculpe. ¿A la televisión no le teme?
-Digamos que no le temo; sí la respeto. Soy audaz, me animo a todo… o a casi todo. En el exterior aprendí a desenvolverme. Yo pienso que el teatro te da prestigio, la tele, popularidad, y el cine, renombre. Y siento que hoy transito la mitad de tal camino.

-Convengamos que la popularidad acostumbra a reclamar un costo: alimenta rumores, busca huecos en la privacidad del personaje. Le reitero: ¿a la tele no le teme?
-Juro que no. Me preocupa lo que se comente de mí on stage, sobre el escenario. La gente paga mi sueldo. Si alguien me ataca: "Canta mal", ahí en una de ésas me rayo: "Escucháme y después opiná". Mi vida privada es lo que mejor manejo.

NO DUERME DESNUDA COMO MARILYN, PERO… "uso Chanel Nº 5, el perfume con el que la Monroe rociaba su cuerpo al acostarse sin ropa cada noche", trata tímidamente -y por supuesto lo logra- de que empiece a conjugarse a su alrededor el verbo ratonear. "Suelo meterme en la cama con una musculosa ballenera blanca y una bombachita", continúa la muchacha de 1,71, 50 kilos, 90-59-90 de bordes y ojos verdes-castaños, tan impresionantes como su boca brigittebardoteana al mismo tiempo tan impresionante como la delicadeza de sus pies talle 37, que combinan con sus pequeñas manos.

Boca, pies y manos que de adolescente comenzaron a tomar clases de canto, danza y actuación. Porque, al respecto, Lola Ponce adora los recitales, las comedias musicales y a actores del tipo de Robert De Niro y Barbra Streisand. ¿Una película? "Braveheart". ¿Libros? "De Coelho y García Márquez". ¿Internet, messenger, mail? "Teléfono". ¿Vicios? "El chocolate y dormir". ¿Debilidad? "Mi cámara Sony portátil. Saquémonos una foto de la entrevista..." ¿Marcas y/o señas particulares? "Un lunarcito en mi mejilla izquierda. Ni tattoos, ni cadenitas, ni anillos ni reloj". ¿Cirugías? "Cero". ¿Dietas? "Cero." ¿Defecto? "Caprichosa". ¿Virtud? "Sincera". ¿Se siente una sex-symbol? "Para nada".

-Sin embargo, los medios extranjeros la tratan de Madonna criolla, bomba latina, reina pop y demás.
-Exageran. Rótulos. Si me observan despacio, descubrirán en mí a alguien personal y distinta.

-¿Le gusta provocar?
-Eeeeh… No sé si me gusta, aunque sé hacerlo, sé levantar un pelo en el que me mira. Igual, olvidáte de que provoque a través de un fuck you. Lo mío va por el lado de la energía, por el lado físico y humano.

-¿Límites?
-Los necesarios. Voto por la sinceridad y la fidelidad.

-¿Límites en el arte?
-Casi ninguno, te mencioné recién.

-Espere… únicamente no nos mate la ilusión. ¿Desnudos artísticos?
-A mí me gusta desnudar el alma.

-A los pibes del barrio les interesa otra clase de desnudos.
-Sabés que afuera se estila posar en almanaques… A mí me lo han ofrecido, y no acepté y no creo que en un futuro cercano o lejano vaya a aceptar. Si no, qué me queda para alimentar el fuego de mi pareja.

Seductora desde el pelo hasta la punta de los pies, Lola asegura llevarse 
bárbaro con su cuerpo. “<i>Actuar afuera</i> face to face <i>ante el público me sirvió<br />
para mostrarme suelta en </i>Sin código”, aclara quien cada noche a las 21 se<br />
convierte en la cantante Luna dentro de la tira de Canal 13 protagonizada por<br />
Adrián Suar y Nicolás Cabré.

Seductora desde el pelo hasta la punta de los pies, Lola asegura llevarse
bárbaro con su cuerpo. “Actuar afuera face to face ante el público me sirvió
para mostrarme suelta en
Sin código”, aclara quien cada noche a las 21 se
convierte en la cantante Luna dentro de la tira de Canal 13 protagonizada por
Adrián Suar y Nicolás Cabré.

De verdad, no le temo a la televisión; si la respeto. Pienso que el teatro te da prestigio, la tele, popularidad, y el cine, renombre. Y siento que hoy transito la mitad de tal camino"">

"De verdad, no le temo a la televisión; si la respeto. Pienso que el teatro te da prestigio, la tele, popularidad, y el cine, renombre. Y siento que hoy transito la mitad de tal camino"

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig