«Somos conscientes de que tenemos el cartel de candidatas» – GENTE Online
 

"Somos conscientes de que tenemos el cartel de candidatas"

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Sentada con su hija en brazos, en el living desu casa en La Lucila, Vanina
Oneto (30) parece una Leona domesticada. Y desparramados por todos los ambientes
de su departamento, están los elementos que requiere una beba de ocho meses.
Hoy, Maia es el nuevo mundo de Vana y eso está presente en cada rincón de su
vida. Hay pocas fotos de los momentos gloriosos de la selección femenina de
hockey y sí muchos retratos con la carita inocente de su hija. Hasta en el
piano, instrumento que Andrés, su marido, toca a la perfección y Oneto está
aprendiendo desde hace cinco meses. La partitura que se destaca es una del
dinosaurio Barney: "Y, mi hija mira la tele, escucha las canciones y y,o ahora,
se las toco para entretenerla"
, reconoce Vanina.

Y, justamente, fue Maia la que puso en duda su continuidad en el hockey y en la
selección nacional: "Un mes antes de que naciera pensé que nunca más iba a
volver. Me sentía hinchada, no podía caminar dos pasos porque estaba muy
cansada, y en el embarazo había engordado 16 kilos. Además, ella nació el 12 de
septiembre por cesárea y el tiempo no me daba para el regreso. Pero para
mediados de octubre ya estaba corriendo 45 minutos por día. Ni mi técnico ni yo
lo podíamos creer".

Y después de un duro entrenamiento, volvió a la Selección para jugar la copa
Cuatro Naciones en Córdoba, y unos meses después la Copa América, certamen que
el equipo nacional consiguió ganando los cinco partidos en Bridgetown, Barbados.
Y como si fuera poco, Vanina fue distinguida como la máxima artillera, con diez
goles en sólo cuatro partidos, además de regresar con toda la garra. "Fuimos a
defender el título y lo tomamos en serio, por más de que nuestro nivel era
superior al resto."

-Y ahora, de cara a los Juegos Olímpicos, ¿cómo se están preparando?
-Estamos haciendo una especie de mini pretemporada para ponernos a punto
físicamente, y jugando muchos partidos para ajustar los últimos detalles.
Entrenamos cinco veces por semana y nos enfrentamos con equipos de varones para
tener un buen nivel de competencia. También practicamos distintas jugadas de
córner que no están en los registros de los videos que, seguramente, hoy
recorren el mundo.

-Suena raro eso de los videos en el hockey. Uno pensaba que eso sólo quedaba
para el fútbol de alta competencia y un obsesivo como Bilardo. ¿Es tan así?

-Nosotros, a veces, miramos algún que otro video. Pero, por ejemplo, antes del
Mundial de Holanda, ellos contrataban distintos camarógrafos que hacían el
seguimiento de un solo jugador, y después le daban al entrenador un compilado
con todas tus jugadas. Yo tenía una amiga en el equipo holandés y me decía:
"Vos, el 70 por ciento de las veces girás a tu izquierda, el 30 a tu derecha. Y
en el 99 por ciento definís a esta punta…".
Entonces entendí la importancia de
los videos. Holanda es el equipo que tecnológicamente está más avanzado. El
entrenador tiene unos anteojos donde le transmiten, desde tres ángulos
distintos, nuestras jugadas de córner corto. Y eso lo hacen segundos después de
que ejecutamos esta acción. Así sabe cómo salíamos y nuestra posición de la
defensa en el contragolpe de ellas.

-Lo que me contás se acerca más a una película futurista que a la realidad.
-A nosotras también nos sorprendió. Veíamos que el tipo se subía y se bajaba los
anteojos y no sabíamos bien para qué lo hacía. En otro partido del Mundial,
también frente a Holanda, vimos que las chicas no miraban al banco y que el
entrenador no pronunciaba una palabra. Hasta que, en determinado momento,
empezaron a gritar dándose indicaciones, como si hubieran recibido órdenes del
Cielo. Al rato, vimos que tres jugadoras tenían un audífono a través del cual el
técnico les decía qué debían hacer.

-¿Y eso influye mucho en el resultado final?
-Y mirá, últimamente muy buenos resultados no les dio (risas). Hay que reconocer
que ayuda mucho, pero al final las jugadoras son las que definen dentro de la
cancha. Igual estamos hablando de dos mundos muy distintos.

La conversación sobre las diferencias entre los países del Primer Mundo y las de
nuestro equipo nacional son las mismas que sufren la mayoría de los deportistas
argentinos. Becas insuficientes y que muchas veces tardan meses en cobrarse,
poco roce internacional porque no alcanza el presupuesto para viajar, y muchas
complicaciones a la hora de entrenarse: "Acá no podés tener un trabajo estable
porque te vas de viaje y cuando volvés sos un desocupado más. Yo, por suerte,
por ahora no necesito salir a trabajar, pero muchas compañeras sí. A mí me falta
un año para terminar la carrera de periodista deportivo y pienso dedicarme
totalmente a eso. Es más, ya tuve un par de propuestas para hacer algo en
televisión, pero las rechacé porque este año prefiero dedicárselo de lleno a mi
hija y al hockey"
. Y a la hora de hablar de las posibilidades reales que tienen
Las Leonas en Atenas, aclara: "Nunca me gustó hacer futurología ni hablar de una
medalla de tal o cual color, pero somos conscientes de que mucha gente nos pone
el cartel de candidatas".

-Y teniendo en cuenta lo que pasó con la selección de fútbol en Corea-Japón,
¿eso es bueno o genera una presión extra?
-Después de lo sucedido en los Juegos de Atlanta'96, cuando también teníamos
chapa de candidatas, aprendimos a bajar un poco los decibeles y hoy, te soy
sincera, todavía no hablamos de Atenas. Sabemos que estamos dentro de las cuatro
mejores del mundo y vamos a hacer lo imposible para que nos vaya bien. Tenemos
el sueño de traer la medalla dorada, pero no queremos crear falsas expectativas.
Lo que sí le prometemos a los argentinos es que la humildad y la garra
-principales características que siempre distinguieron a este equipo- van a
estar presentes. De eso, que a nadie le quede ninguna duda. Nos vamos a matar
por defender el prestigio que ganamos.

Vanina regresó a la selección después del parto y no dejó dudas: fue la goleadora de la Copa América. La mamá de Maia volvió con todo.

Vanina regresó a la selección después del parto y no dejó dudas: fue la goleadora de la Copa América. La mamá de Maia volvió con todo.

Un mes antes de que naciera Maia pensé que nunca mas iba a volver a jugar. Pero treinta días después del parto ya estaba corriendo 45 minutos por día"">

"Un mes antes de que naciera Maia pensé que nunca mas iba a volver a jugar. Pero treinta días después del parto ya estaba corriendo 45 minutos por día"

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