«Sol fue el apoyo fundamental para mi recuperación» – GENTE Online
 

"Sol fue el apoyo fundamental para mi recuperación"

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"Siempre supe que tenía que ser fuerte y no perder el horizonte. Más allá
de toda la gente que nos quiere, sabía que teníamos que apoyarnos entre nosotros
y fortalecer el matrimonio. Por eso siempre tuve que mantener la compostura. No
había que mirar para atrás, sólo para adelante... Teníamos que pensar que el
bajón iba a servirnos para que en un futuro fuéramos más fuertes. Y además,
siempre tuve la seguridad de que después de ese largo mal trago iba a venir algo
grande…
"

Y claro, usted pensará que estas palabras pertenecen a Mariano Puerta (26
años), que la última semana se convirtió en el ejemplo de todos los que tienen
que ganarle a la adversidad. Pero como detrás de cada gran hombre hay una gran
mujer, detrás de un gladiador hay una gladiadora. Por eso quien toma la palabra
es Sol Estevanez (27), el cimiento que sostuvo la ilusión de Mariano, el hombre
que logró que los argentinos nos diéramos cuenta de que, a veces, lo importante
no es sólo ganar.

-¿Roland Garros fue su mejor luna de miel?
-Fue una gran luna de miel -ahora sí habla Mariano-, pero la mejor va a
venir a fin de este año, que hasta ahora es grandioso. Si bien la pasamos
espectacular, también fueron quince días de mucha tensión y no teníamos libertad
para hacer muchas cosas.

-Sol, ¿cómo es la relación con un tenista? ¿Hay que ceder en muchas
cosas…?
-Básicamente, para que esto pueda funcionar en pareja, hay que adaptarse a
todos los compromisos que pueda tener el otro. Si estás enamorada es bárbaro, no
hay demasiadas controversias…
-(interrumpe Mariano) Sol es una mujer increíble... Dejó la actuación por
acompañarme. Encima le tocaron los peores años de mi carrera…

-Sol, ¿no te da miedo que los tenistas sean tan codiciados por modelos y
actrices?
-El sabe bien qué clase de mujer tiene al lado. No me da miedo que se le
acerque nadie. Nunca le pondría límites, porque soy una mujer segura de la
familia que estamos formando. Estuve en las malas y esto no tiene por qué
romperse en las buenas.

"En Italia jugué en una cancha a la que directamente se entraba por la
calle. Lo único que te separaba de los autos era un alambrado. Para colmo, unos
árboles que había al costado tapaban de hojas la cancha. Al lado había un
restaurante con una baranda a frito tremenda. Era imposible practicar un deporte
de alta concentración como éste. Pero cosas como esa me hicieron muy fuerte y
pude superarlo. Creo que hoy, que estoy en el otro extremo, sé valorar eso
",
asegura Mariano, que ahora recuerda con gracia los lugares a los que le tocó ir
cuando era el número 440 del ranking. Después de Roland Garros, desde
hace unos días es el número 11 del mundo...

-Hoteles que nada tienen que ver con los lujosos que ofrecen los
organizadores de Roland Garros o Wimbledon, claro…
-¡¡¡Uy, callate, ni me hagas acordar!!! En Uzbekistán conocí una ciudad que
nunca hubiese pensado que existía un lugar así. Estaba todo tan sucio que había
olor en el aire. Cuando me quise bañar en el hotel el agua salía negra, ¡parecía
café! En lugar de colchón había una colchoneta y las sábanas estaban re sucias.
Así que empecé a averiguar y tuve suerte: encontré el mejor hotel de la ciudad,
que era como un tres estrellas de acá. Por suerte había decidido que ella se
quedara en Buenos Aires. Más allá de la anécdota, todo esto me hizo pensar
mucho, ser más paciente y menos impulsivo. Hoy le doy otro valor a las cosas.

-¿Cuál fue el punto de quiebre para tu bajón?
-Empezó en noviembre de 2000, con la operación de muñeca. Ahí entré en una
depresión grande, porque me costó asimilar el retroceso en el ranking. Para
colmo, había empezado a recuperarme, y surgió la operación del corazón de mi
sobrinita -tenía apenas 18 días- y me pasa lo del dóping: me suspendieron
por seis meses y entré en una depre terrible.

-¿Cuáles eran los síntomas del bajón?
-Tenía muy pocas ganas de entrenar. Y en un físico como el mío, con
tendencia a engordar, eso fue muy perjudicial.

-Incluso recurriste a un psicólogo, ¿no?
-Sí, el psicólogo fue fundamental todo el tiempo, incluso en Roland
Garros
. Cuando gané mi tercer partido me llamó y me dijo que viajaba a
París. Llegó para los cuartos de final, una instancia que nunca había jugado en
un Grand Slam. Y, la verdad, me vino muy bien.

-¿Cómo era la terapia en Buenos Aires?
-Yo mismo debía creer que podía volver a jugar los torneos grandes. Trabajé
tratando de proyectar una imagen donde pudiera verme exitoso.

-Y para bajar de peso, ¿cómo hiciste?
-Mucho entrenamiento: me mataba siete horas por día, incluidos los domingos;
no me tomaba franco. Además, seguí una dieta estricta con un dietólogo y mucha
disciplina. El 1º de abril del año pasado me mentalicé que en un mes debía
volver. Pesaba 94 y volví con 87. Los últimos ocho kilos los bajé entre
noviembre y enero de este año. Ahí ya estaba cerca de los 80 kilos.

-En esa época, en la mala, ¿te permitías soñar con una final de Roland
Garros?
-Ese era un gran sueño desde la época de juvenil. Cuando llegué a la
semifinal no lo podía creer, pero quería seguir ganando.

-En París nunca perdiste la compostura. Incluso contra Davydenko
devolviste un par de pelotas que el umpire había dado malas…
-Te traslado el tenis a una carrera de kartings: si estamos en una curva no
te voy a chocar para ganarte. Creo que maduré mucho, me gusta ganar de manera
limpia, no a cualquier costo.

-Más allá de tu tranquilidad, en la final con Nadal, cuando te festejaba
cada punto en la cara, ¿no te daban ganas de decirle algo?
-Y… sí, cuando te mira fijo, un poco te calienta... Pero bueno, es muy
chico. Le está pasando lo mismo que en los primeros años a Leyton Hewitt; ya se
va a tranquilizar.

-¿Qué hace un tipo joven después de ganar 440 mil euros de un día para el
otro? Digo, con esa cifra, en este país, lo primero que uno piensa es: "Ya
está, me salvé, no laburo más
"…
-La idea es alcanzar algo que me dé una tranquilidad para el día de mañana.
No soy un tipo que deje todo por el tenis: me gusta mucho más estar en familia y
con mi mujer. Odiaría no poder ver a mi hijo crecer. Esto me sirve para
programar un poco. Me gustaría que Sol quede embarazada en el último año de mi
carrera.

-¿Y qué sentiste cuando Maradona dijo que se sentía orgulloso de tu logro?
-Es algo increíble que el embajador argentino en el resto del mundo hable
bien de mí. También me llegaron felicitaciones del Presidente. Pero tuve que
llegar acá para ver cómo lo vivió la gente.

-Incluso esta semana, hasta te habrás sentido un poco Diego, ¿no?
-Me gustó mucho que la gente haya valorado tanto mi esfuerzo. Ayer iba por
una avenida y, cuando cortó el semáforo, un taxista se bajó del auto para darme
la mano. Estoy viviendo un momento increíble. Y por suerte tengo una gran
familia para compartirlo.

Mariano y Sol en el hermoso piso que la madre de ella tiene en Núñez. Es una mujer increíble; dejó todo por acompañarme", dice él, cada día más orgulloso de su pareja.">

Mariano y Sol en el hermoso piso que la madre de ella tiene en Núñez. "Es una mujer increíble; dejó todo por acompañarme", dice él, cada día más orgulloso de su pareja.

Tras la final de Roland Garros, junto al presidente de la Federación Francesa de Tenis, Rafael Nadal y Zinedine Zidane. Y, sí, cuando te festeja los puntos en la cara te hace calentar...", dice Mariano.">

Tras la final de Roland Garros, junto al presidente de la Federación Francesa de Tenis, Rafael Nadal y Zinedine Zidane. "Y, sí, cuando te festeja los puntos en la cara te hace calentar...", dice Mariano.

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