No caben dudas: si la princesa Leonor (11) es la futura reina de España, vale decir que la infanta Sofía (10) de Borbón es la heredera de su madre. Es que la segunda en la línea de sucesión al trono de las hijas de Felipe de Asturias se mueve con el mismo charme que su madre, la reina Letizia. Y así aparece en las (pocas) fotos de las vacaciones reales del verano europeo en Mallorca: cabello lacio, súper estilizada a pesar de su corta edad y hasta más alta que su hermana mayor. Y sigue a la reina más que su sombra.
Por estos días, las dos hijas de los reyes son las figuritas más buscadas por los paparazzi. Los medios de la Península se quejan porque los monarcas evitan posar con sus niñas. En estas vacaciones, las hermanas apenas salieron del Palacio de La Almudaina: ni siquiera pisaron la playa. “Tendrían que realizar más actividades de chicos”, reclaman los medios.
Letizia y Felipe mantienen alejadas a sus hijas hasta de las fotos de protocolo. Pero, más allá de ese hermetismo, en el último tiempo se han filtrado algunos datos de la intimidad de la carismática infanta. El 17 de mayo, con motivo de su comunión, la ex reina le regaló una bicicleta eléctrica. Además, Sofía es una aficionada al bádminton. Tanto que Letizia invitó a la mismísima campeona olímpica de ese deporte, la española Carolina Marín, para que le diera clases a su hija en el Palacio de la Zarzuela.
Sofía –que lleva el nombre en honor a su abuela– cursa cuarto grado y, como su padre, hincha por el equipo de la Corona, el Real Madrid. Es cierto que quizá nunca se siente en el trono real, pero ella tiene otra herencia: el ADN de la reina Letizia.
Sofía, que recibió ese nombre por su abuela, camina en Mallorca junto a su madre. Hasta hace unos días la familia real disfrutó de sus clásicas vacaciones en las islas Baleares. Luego se recluyó en un lugar que la Corona prefirió no revelar.
El rey le da la mano a la princesa Leonor. Los siguen Letizia y Sofía, que ya superó en altura a su hermana.
