“Silvestre está bien y eso es lo único que importa” – GENTE Online
 

“Silvestre está bien y eso es lo único que importa”

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Fueron siete meses de lucha, de amor incondicional. La prueba más difícil que debieron pasar en estos tres años como pareja. Y bien valieron esas lágrimas del miércoles 23 a la una de la madrugada, cuando los médicos de la Clínica Alemana de Vitacura, Santiago de Chile, decidieron que el bebé de 32 semanas debía nacer. Ahí, en la intimidad de la habitación 454, Juana Viale del Carril (25) y Gonzalo Manguera Valenzuela (entonces, de 29) se abrazaron y lloraron: “Quédate tranquila. Todo va a salir bien, mi amor”, dicen que le dijo él antes de que se la llevaran al quirófano. Hacía setenta días que Juanita había sufrido rotura parcial de bolsa y la única manera de llevar a buen término la gestación de su hijo era con reposo absoluto. Algo que la nieta de Mirtha Legrand cumplió al pie de la letra. Siempre, claro, acompañada por Valenzuela, quien durante más de dos meses durmió en una cama que le anexaron junto a la de la futura mamá de su guagua. Estaba tan atento a todo lo que ella necesitaba, cuentan, que ese mismo miércoles a la noche llamó a los médicos para avisarles que su mujer tenía contracciones. Rápidamente llegaron los controles, los estudios de rigor y la decisión de traer al bebé al mundo. Media hora después, esos miedos se transformaron en llantos de alegría. Silvestre había nacido, con un kilo y medio de peso, y la cesárea no había tenido complicaciones. Madre e hijo se vieron apenas unos segundos. Porque el bebé debió ser llevado enseguida a la sala de cuidados intensivos, en el sector de Neonatología, para seguir su crecimiento en incubadora...

AMBAR, LA PRIMERA VISITA. Cuenta la familia de la actriz que Juana se terminó de enamorar de Gonzalo cuando comenzó a verlo jugar y ocuparse de Ambar (la nena que ella tuvo con su pareja anterior, Juan de Benedictis), como si se tratara de su propia hija. Y cuando en el 2006 decidieron instalarse por poco tiempo en Santiago (el plan era hasta mudarse definitivamente a Buenos Aires), la relación entre la niña y Gonzalo terminó de afianzarse. Por eso, el miércoles a la mañana, después de haber dormido unas horas, salió de la clínica, se subió a su moto BMW y fue a buscar a la nena, para que conociera a su hermano. Ambar apareció en moto, con el casco puesto, en brazos del papá de su flamante hermanito. Gonzalo la llevó a upa hasta el cuarto piso para ver a la mamá, y después la acompañó hasta Neonatología. “Está dormido”, dicen que se quejó Ambar no bien vio a Silvestre a través del vidrio... A la salida de la clínica, a horas de haber sido padre por primera vez, el actor chileno, con Ambar todavía a upa, hacía su primera declaración: “Mi mujer se portó como una guerrera máxima. Es impresionante cómo aguantó tanto tiempo. Están todos los médicos impresionados. Ha sido un camino muy largo, pero por suerte todo salió bien. Estamos muy felices y contentos”. Al día siguiente, Juanita recibió la visita de su papá, Ignacio Viale del Carril. “Fui a ver a mi nieto y está muy bien, muy sano”, dijo. Su mamá, Marcela Tinayre, la visitó unas horas y antes de partir confió: “Estoy feliz y tranquila, disfrutando de este esfuerzo de Juani, de Gonza y de Silvestre”. Y su famosa abuela, Mirtha Legrand, no pudo conocer todavía a su bisnieto: está trabajando en su programa, Los almuerzos, en Mar del Plata, y pensaba tomarse un avión el último fin de semana, pero la inauguración de una plaza con el nombre de su hijo Daniel, en La Feliz, la hizo postergar el viaje.

LA VUELTA A CASA. Tamaño acontecimiento alteró la rutina de trabajo del actor. Recién el día viernes pudo estar presente en los estudios de Canal 13 para terminar de grabar las últimas escenas de la tira Lola (la versión trasandina de Lalola, donde hace el papel de Luciano Castro). Pero cuando se apagó la luz de la última cámara, volvió a subirse a su moto y fue hasta la clínica, para ver cómo estaban su mujer y su hijo. Era tanta la alegría por la buena recuperación, que subió a Juana a una silla de ruedas y la llevó hasta la confitería de la planta baja, para tomar un jugo de naranja y comer unos tostados. El sábado amaneció en la habitación 454, saludó a su esposa, visitó a su guagua, y se fue hasta el barrio Independencia (unos 10 kilómetros de la clínica), para participar del primer día de filmación de Subhéroes, su próxima película. Y a las dos y media de la tarde, después de setenta días de internación, Juanita volvió a su casa del exclusivo barrio de Santa María del Manquehue. Llegó en una camioneta 4x4 marca Mitsubishi, acompañada por una amiga de la familia. Bajó con todos los regalos de su bebé e hizo las primeras y únicas declaraciones: “Hola, chicos. Gracias por venir y por preocuparse. Estoy excelentemente bien, muy feliz y contenta, pero cansada… No veía la hora de volver a casa, de reencontrarme con Ambar, de estar con Gonzalo. Hoy es un día muy, muy especial. Silvestre está muy bien y eso es lo único que importa”.

Cuando Ambar escuchó la puerta, salió a recibirla: “¡Mami, mami, volviste!”, le dijo antes de arrojarse entre sus brazos. Después de mucho tiempo, la casa se llenó de gritos de alegría. A las pocas horas, el flamante abuelo materno, Ignacio, se encargó de las compras: fue al supermercado, porque esa noche su yerno cumplía 30 años y sobraban los motivos para hacer una gran fiesta.

CONFESIONES DE PAPA. A las seis de la tarde, Gonzalo volvió a la casa. Entonces, habló con GENTE.

–Una felicidad tener a Juana de nuevo en casa…
–¡Qué te parece! Fueron setenta días interminables, donde tuvimos que sortear muchas cosas. La verdad es que fue un embarazo bastante difícil. Para nosotros, sobre todo para Juana, este nacimiento fue una verdadera odisea. Desde la semana 20, cuando se internó en la clínica y no salió hasta ahora.

–¿Por eso el día del nacimiento dijiste que Juana se había comportado como una verdadera guerrera?
–Sin dudas, fue eso y mucho más. Demostró que es una madraza, una mujer con mucho coraje y mucha fuerza. Por suerte salió todo bien…

–Vos también hiciste tu parte…
–Seguro, traté de estar todo el tiempo a su lado para acompañarla y no dejarla sola en un momento tan difícil. Pero claro, me tuve que repartir entre la clínica y nuestra casa, para poder estar con Ambar, que también es muy chiquita y nos necesita.

–¿Cómo tomó el nacimiento de su hermanito?
–Muy bien, muy feliz. Es una nena muy buena y se la ve contenta. Ahora está como nosotros: esperando a que Silvestre llegue también a casa.

–¿Cómo está la guagua?
–La guagua, ja, ja, ja. ¡Qué rápido aprendiste! Está bien, aunque es muy prematuro y está en una incubadora, con muchos cuidados. Todavía no sabemos cuándo lo vamos a poder traer, porque va a depender de cómo evolucione, pero como mínimo estará unas tres semanas más. Tener un hijo es la cosa más maravillosa que te puede pasar en la vida, una bendición de Dios, y lo quiero disfrutar mucho.

–Y hoy, que cumplís 30, le dieron el alta a Juana...
–¡Esa fue una gran noticia! Que Juana haya vuelto a casa y que Silvestre esté bien fue, sin duda, el mejor regalo de todos mis cumpleaños.

DOBLE FESTEJO. Cerca de las once de la noche comenzó a caer la familia, los amigos... La casona de Valenzuela recibió a unos treinta íntimos. El menú: asado y vino tinto, acompañado por ensaladas y platos fríos. Cerca de las once y media, llegó Pampita, acompañada por su pareja, el actor chileno Benjamín Vicuña, y a la una y media de la madrugada, cuando se fueron a su casa, la modelo argentina confirmó que ella “tiene fecha para el 22 de febrero y que su hijo nacerá en la Argentina”. Sobre Juanita y Gonzalo agregó: “Me puso muy contenta verlos bien. A Juana la vi cansada, pero súper feliz. La verdad es que fue un cumpleaños maravilloso: pudimos festejar el nacimiento de su hijo, felicitarlos y compartir su alegría”. La música de Julio Iglesias, Queen, Roberto Carlos y Stevie Wonder animó un cumpleaños que terminó tempranito, cerca de las tres de la mañana. Es que al día siguiente los flamantes papás fueron a ver a Silvestre, el bebé que les cambió la vida.

Agradecemos al diario La Tercera, de Chile.

Setenta días de internación con reposo absoluto. Finalmente, tanta lucha tuvo su final feliz: el miércoles 23, a la una de la madrugada, Juana Viale del Carril tuvo su primer hijo varón.

Setenta días de internación con reposo absoluto. Finalmente, tanta lucha tuvo su final feliz: el miércoles 23, a la una de la madrugada, Juana Viale del Carril tuvo su primer hijo varón.

“Que Juana haya vuelto  a casa y que Silvestre esté bien fue, sin duda, el mejor regalo de  todos mis cumpleaños”.

“Que Juana haya vuelto a casa y que Silvestre esté bien fue, sin duda, el mejor regalo de todos mis cumpleaños”.

Juana estuvo internada durante setenta días. Feliz, tras el nacimiento del pequeño Silvestre, volvió a su casa y se reencontró con Ambar.

Juana estuvo internada durante setenta días. Feliz, tras el nacimiento del pequeño Silvestre, volvió a su casa y se reencontró con Ambar.

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