«Sigo siendo punk» – GENTE Online
 

"Sigo siendo punk"

Actualidad
Actualidad

Ah, esa cara. ¿Dónde la hemos visto tantas veces? Nunca se sabe bien de dónde tenemos vistas las caras que más tenemos vistas, sin embargo allí están, cada tanto vuelven, se nos cruzan, inconfundibles, como la cara de Déborah, los ojos de Déborah, el rasgado profundo de esos ojos, o la anchura de la nariz o la boca. Una cara suave.

Ya sé: la vimos en las revistas, y en la tele, y en la publicidad. Obvio. La vimos por ahí. La vimos al lado de otras caras, la cara de un hombre, famoso, su novio: Charly Alberti, ex Soda. Y la volvimos a ver, más rara, viviendo en otro país, sola, lejos de todo, casi fea. Y después dejamos de verla. Y cuando parecía desaparecida, otra vez, la dibujada, sutil, extraña, sensual, delicada cara de Déborah De Corral, la chica que vivió demasiado, delante de una cámara, ahora hablándonos, por primera vez hablándonos. Ya sé: la vimos en El Rayo, el programa que le heredó, después de una temporada al aire, a Dolores Barreiro. Y se lo heredó para irse, para que otra vez la dejáramos de ver. En Londres, donde vivió según ella misma como "una clandestina de lujo", volvió a quedar fuera de nuestro campo visual, hasta hoy, que volvió después de irse, después de volver, después de irse, después de volver. Y esa cara, ¿dónde la hemos visto tantas veces? Está de vuelta, junto a la cara de un hombre, famoso, su novio, Gustavo Cerati, ex Soda. Déborah De Corral o la grata sensación del eterno retorno.

-Volviste.
-Digamos que reaparecí. Volver ya había vuelto hace rato. Pero para los medios volvés sólo cuando volvés a aparecer. Qué le vamos a hacer. Este juego se juega así.

-¿Qué hiciste afuera?
-Nada. Es decir, viajé, viajé mucho. Me instalé en Londres y desde allí iba y venía por Europa.

-¿Trabajando?
-Nada de trabajo. Algunas changas, fotitos que hacía para algunas marcas chicas, cosas que me tiraban mis amigos. Estaba sin papeles, y eso me salió muy caro. No me quise ir a un squat (especie de casa tomada) porque algo de guita para gastar tenía, pero Londres es muy cara y tenés que andar con cuidado, porque en donde hiciste media y estás ilegal, te sacan de patitas fuera del país. Yo era una ilegal de lujo.

-¿Cuál era el objetivo del viaje?
-Tal vez, sí, fui la chica que vivió demasiado. Bueno, tuve que parar, ver qué hacer con mi vida.

-¿Y…?
-No creo que vuelva a necesitar estar sin hacer nada. Ahora tengo pilas para mucho tiempo. Pero no creas que fue fácil volver. Apenas llegué, me pintó una muy hippie: sacar al perro, ir al campo. Cuando pisé la Argentina, sentí que venía de otro planeta.

-¿Qué te hizo sentir eso?
-No sé, este país, supongo. Estamos todos neuróticos. Y además, los argentinos son, somos, tan provincianos, tan rurales. Creemos que tenemos mucho mundo y somos re de provincia. Es hora de hacernos cargo de quienes somos y entender que, lo siento argentinos, no somos tan top.

-¿Terminó tu época de mutaciones crónicas?
-Mis cambios siempre fueron superficiales… tal vez alguno tuvo que ver con algo interno, mi inconformismo de siempre.

-¿La única manera que tiene una modelo para mostrarse inconforme es afearse?
-No sé, no me considero una modelo, o al menos no únicamente una modelo. Afearse es un camino posible, pero también hay otros. Yo no intenté afearme conscientemente. De hecho, desde mi punto de vista, nunca me afeé. Para los demás puede que sí, pero no para mí. Siempre es el punto de vista del otro el que te hace feo o lindo.

-Pero muchas veces rompiste con tu aspecto…
-Es que yo me presté a todo esto de muy niña. En un momento me sentía manipulada y la única forma que encontré para romper, fue romper con la estética. De niña yo tenía una actitud más punk, tipo me ca… en todo… Bueno, estoy por cumplir 27 y ahora la procesión pasa por dentro. La fiera está, pero más relajada. Sigo punk, la diferencia es que ya no necesito gritárselo a todo el mundo.

-¿Por dónde pasa ahora?
-Siempre odié la estructuras, pero hoy pasa por algo espiritual, pasa por vivir la vida plenamente. Hoy, como están las cosas en la Argentina y en el mundo, con la neurosis globalizada que hay, querer vivir en paz es ir a contramano del mundo, es decir: es punk.

-Se trata, nuevamente, de romper…
-Sí, pero tampoco se puede romper con todo: vivo en este planeta y me declaro esclava de varias cosas. Si quisiera romper con todo me pondría una túnica, me metería en un templo tibetano y no me verían más.

-Se te debe haber cruzado por la cabeza más de una vez.
-Pero no soy capaz. También soy superficial. No podría vivir una vida de asceta.

-Tus dientes torcidos parecen una provocación: soy modelo, soy linda, pero me dejo los dientes torcidos.
-¡Y ahora están más torcidos que nunca…! (Risas) Bueno, tengo defectos, no soy "tu" modelo perfecta.

-Una modelo más conservadora hace rato que se hubiera puesto aparatos.
-Me puse aparatos. ¡Ah, esa no la tenías, ¿eh?! Te voy a decir la verdad: me estoy arreglando los dientes. Tengo dos motivos: uno, estoy mordiendo mal y se me está dañando el maxilar. Y dos, me gusta verme mejor. Tampoco creas que voy a aparecer con una estúpida sonrisa de dentífrico. Sólo me los voy a enderezar un poco. Una cuestión de salud.

-Hoy salís con Cerati después de haber salido con Alberti. ¿No es demasiada casualidad para ser casual?
-Qué te puedo decir, el mundo es un pañuelo (sic).

-No siempre.
-Pero entre las dos historias pasaron muchos años, hay una vida en el medio, años luz…

-¿Nunca te planteaste el tema de que fueran dos ex Sodas?
-Al princpio sentí bastante paranoia, me preguntaba "qué estoy haciendo", "qué va a pensar fulano", después me relajé…

-Fulano es Charly.
-Fulano es la gente que me rodea, toda esa periferia. Pero después me relajé y entendí que los de afuera son de palo. A la pregunta de ¿por qué Gustavo? yo re pregunto: ¿por qué no? A ver si se entiende: me enamoré. Y punto. Enamorarse bien y con amor de verdad y con inteligencia no es algo que te pase seguido. Y es bárbaro que me esté pasando.

-Las ganas de las chicas por ser modelos hoy está alcanzando un punto culminante…
-Yo no soy quién para juzgar, pero es un poco enfermante. Es otro síntoma de la enfermedad de la gente. Pero, bueno, que cada uno saque sus propias conclusiones, como dice Moria…

-No te imagino mirando el programa de Moria.
-Lo veía antes, cuando estaba en casa sin hacer nada de nada.

-Ahora, en cambio, sos actriz en 099 Central.
-Trato de hacerlo de la mejor manera posible. Me gusta, pero tiemblo de ver cómo quedaron las escenas (risas).

-¿El sueño de la maternidad es algo que te ocupa alguna parte de la cabeza o cero Déborah mamá?
-No. Me gusta la idea, me veo con hijos perfectamente. Finalmente, se trata de dar amor. Es algo social, es
genético, es amoroso, es cultural… Sí, me veo con hijos en algún momento que no sabemos cuándo será.

-El azar dirá.
-Mmmm… Tengo la sospecha de que el azar no existe.

Alejandro Seselovsky
fotos: Claudio Divella
producción: Gabriela Díaz

maquilló: Sofía Alvarez Uriburu con productos Lancôme. Peinó: Harry para Staff Cerini. (Agradecemos a: María Cher, Aristocracia, Prisl, Susila Tantrik y Paruolo)

De niña yo tenía una actitud más punk, tipo me ca… en todo… Bueno, estoy por cumplir 27 y ahora la procesión pasa por dentro. La fiera está, pero más relajada. Sigo punk, la diferencia es que ya no necesito gritárselo a todo el mundo".">

"De niña yo tenía una actitud más punk, tipo me ca… en todo… Bueno, estoy por cumplir 27 y ahora la procesión pasa por dentro. La fiera está, pero más relajada. Sigo punk, la diferencia es que ya no necesito gritárselo a todo el mundo".

Entre la historia con Charly y la de Gustavo hay años luz, una vida en el medio. A ver si se entiende: me enamoré y punto".">

"Entre la historia con Charly y la de Gustavo hay años luz, una vida en el medio. A ver si se entiende: me enamoré y punto".

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig