Ahora, en el penthouse de 4 millones de dólares que acaban de comprar en Walsh Bay, una de las zonas más exclusivas de Sydney, posará el Grammy de él (ganado en 2005 por su tema You’ll Think of Me) y el Oscar de ella (por su actuación en The Hours, año 2002). El amor entre Nicole Kidman y Keith Urban creció a máxima velocidad: la actriz (divorciada de Tom Cruise, uno de los actores más sexys y exitosos de Hollywood, tras diez años de matrimonio y luego de pasar por un fugaz romance con el cantante Lenny Kravitz) cayó rendida ante los encantos del músico country.
El cantante (separado de Laura Sigler, su novia durante ocho largos años) tampoco se pudo resistir a la belleza de la star pelirroja. En junio del año pasado se conocieron, al mes anunciaron su compromiso y ahora… la boda. Al parecer, la química entre Nicole y Keith fue fulminante. Y no era para menos: los dos nacieron el mismo año (1967), fueron criados en Australia y se exiliaron en plena adolescencia en busca de la fama y el éxito que no tardaron en encontrar.
La casa de modas francesa Balenciaga se encargó de diseñarle el vestido de novia. Los hijos que Kidman adoptó junto a su ex (Isabella, 13, y Connor, 11, que hoy viven con Cruise y su novia Katie Holmes), llegaron a tiempo para oficiar como dama de honor y acompañante de mamá, respectivamente. El director de la película Moulin Rouge y gran amigo de Nicole, Baz Luhrmann, se comprometió a regalarle el video de la boda. Y cuenta la leyenda local que todos los helicópteros de Sydney fueron rentados por la pareja para evitar que sean alquilados por paparazzi y otros curiosos.
Llegó a la iglesia en un auto antiguo color blanco y del brazo de su padre, el psicólogo Anthony Kidman, muy conocido en Australia por su lucha junto a las pacientes de cáncer de mama. El cura jesuita Paul Coleman, confidente espiritual de la actriz, se encargó de declararlos marido y mujer en la capilla Memorial del Cardenal Cerretti, en Manly, frente a la bahía. Y en sus jardines se montó la gigantesca carpa blanca para recibir a los 250 invitados, entre familiares, amigos y celebridades.
Se sabe que los actores Naomi Watts, Russell Crowe y Hugh Jackman hicieron sus respectivas reservas con dos meses de anticipación en los hoteles más lujosos de la ciudad. Los novios arribaron al aeropuerto de Sydney una semana antes. El, desde Nueva York. Ella, de China, donde promocionó La dama de Shanghai, su última película. “Siempre quise casarme acá, en nuestra casa, la ciudad que nos vio crecer, mi lugar en el mundo”, confió no bien llegó. Una vez más, sus deseos se convirtieron en hechos.
Domingo 25 de junio, Sydney, Australia. Nicole, con un diseño de Balenciaga, minutos antes de casarse con el músico Urban.
Nada se supohasta el momento del “sí, quiero”. Vista de la capilla Memorial del Cardenal Cerretti, en Manly, y la gran carpa donde se celebró la boda
Urban y Nicole pasaron su última noche de solteros por separado.
