Hace cuatro años, a los 15, ya soñaba con caminar en una pasarela. Después supe que quería que me reconocieran por mi nombre, Zaira Nara, y no ser una más de un catálogo”, dice la morocha, con la combinación de dulzura y sensualidad que la distingue. Zaira es una chica con agenda completa: estudia Derecho, trabaja como modelo (19 años, 1,72 m, 90-58-90, staff de Chekka) y da sus primeros pasos como actriz (es la abogada sexy en El último vuelo del día, el programa de Fabián Gianola, que sale por América, y la indiecita de la obra teatral infantil El libro de la selva).
“Tengo menos tiempo para ir al cine o a cenar con mis amigas, pero quiero aprovechar las oportunidades que se me presentan”, aclara. Asomaba el verano 2008 cuando Zaira conoció al futbolista uruguayo Diego Forlán (29) en la disco porteña Rumi. Seis meses después se reencontraron en el mismo lugar. La modelo Marcela Bruno y su novio, el periodista deportivo Germán Paoloski, fueron otra vez el nexo: ella es amiga de Zaira y él, íntimo del delantero uruguayo que se destacó en Independiente, Manchester United de Inglaterra, Villarreal de España y, ahora, brilla en Atlético de Madrid.
–¿Cuando se encontraron con Diego hablaron de los rumores que los vinculaban?
–Sí. Le dije que me había sorprendido tanto revuelo, y que yo no tenía nada que ver, que no me interesa ser la protagonista de un romance mediático. Hay tantas chicas súper naïf que salen con chicos, conocidos o no, y la gente no se entera… Es raro. Supongo que tiene que ver con que mi hermana Wanda se casó con un futbolista (Maxi López, delantero del FC Moscú).
–Forlán no debe ser el primer jugador que pide tu número de teléfono. ¿O sí?
–No sé, no me llamaron. Supongo que no lo consiguieron (risas). No quiero desprestigiar a nadie, pero dije que no me gustaban los futbolistas, por los prejuicios típicos de que a ellos les gusta salir con chicas conocidas, que estén en los medios.
–Sin embargo, parece que los amigos que tienen en común los quieren ver juntos a vos y a Diego…
–Sí, puede ser. Por cómo soy yo y por cómo es él, creen que podríamos funcionar. Igual, las generalizaciones siempre son malas: las modelos no somos todas iguales, y tampoco los futbolistas. Estuve un año sola, y ya es hora de decir que estoy a la espera de mi príncipe azul.
–¿Entonces están saliendo?
–Nunca tuvimos una cita, no pasó nada. Yo me tomo mi tiempo, no me gusta estar con alguien porque sí. De Diego lo único que te puedo decir es que es una muy buena persona, pero no sé qué puede pasar.
–¿No estás siendo demasiado racional?
–Puede ser, pero no me gustaría hacer nada de lo que pudiera arrepentirme. En lo personal y en lo profesional me gusta pensar a futuro; sé que a veces me conviene perder ciertas cosas para ganar otras. Y entendí que la gente y los medios se interesan por mi vida porque es parte del crecimiento de mi carrera.
–¿Qué te atrae de un muchacho?
–¡Me gustan los que no buscan modelos! Imagináte que se hace difícil, porque me engancho con gente de otros ambientes, chicos reservados que después se ponen muy celosos... También tiene que ser caballero y no rezongar con los domingos en familia.
–¿Algún proyecto profesional para contar?
–Me encanta ShowMatch y este año no pude sumarme, así que tengo ese capítulo pendiente. También me propusieron un programa para Disney. Y con Mauricio Catarain (agencia Chekka) estamos evaluando un mega-espectáculo de las hermanas Nara para el verano.
–¿Te preocupa que te asocien con la carrera de Wanda?
–Siempre fuimos muy compañeras, pero cada una con su estilo. Nunca competimos, preferimos aconsejarnos. Por eso fue increíble estar juntas en la tapa de GENTE. A Wanda la conocían cien veces más que a mí, ya que es mucho más mediática; pero ahora yo abrí un poco más el panorama y ella bajó el perfil. Estamos orgullosas de lo que alcanzamos.
–¿Te casarías a los 21 años, como tu hermana?
–Me gustaría ser madre joven, pero antes tengo que recibirme de abogada y crecer en mi carrera. Por el momento voy a seguir viviendo con mis papás, y hasta que no pase por el altar no voy a dormir bajo otro techo.
–¿Te molesta que te digan “botinera”?
–No por el término en sí, pero no tiene nada que ver conmigo. Yo lo asocio a una chica que va de boliche en boliche buscando conocer a cualquier jugador, y no es mi caso. Otra cosa es cuando dos personas que son exitosas en lo suyo se enamoran, como pasó con Wanda o con Nicole Neumann. Eso no tiene nada de criticable.
Producción: Estefanía Allende.
Arte digital: Gustavo Ramírez
Maquillaje: Mauricio Catarain, con productos Sisley París.
Peinado: Ariel Leggerini, para Nuevo Club Buenos Aires.
Agradecimientos: María Magdalena, Carmen Steffens,
Natalia Antolín, Integrée y Promesse.
Diecinueve años y medidas perfectas: 90-58-90. La modelo de Chekka podría compartir escenario con su hermana Wanda en la próxima temporada de verano.
“No me interesa ser la protagonista de un romance mediático. Hay tantas chicas súper naïf que salen con chicos y la gente no se entera…”.
“Me gusta pensar a futuro en lo personal y en lo profesional; sé que a veces me conviene perder ciertas cosas para ganar otras. No quiero arrepentirme de mis decisiones”.
