A pocas cuadras de Punta Mogotes, en un modesto departamento que le prestaron para sus días en Mar del Plata, el sol entra de lleno por uno de los ventanales que dan a la calle. Son las ocho de la mañana, reina un calor inusitado para el termómetro habitual de la ciudad, y Evangelina Anderson (26) está recién levantada. Sin make up ni vestigios de él, a puro bostezo, y con los párpados hinchados de sueño, Eva es igualmente hermosa.
Casi suena a pecado oírla quejarse: “Chicos, perdón… Denme un ratito que me preparo. ¡Estoy hecha un desastre!”, se disculpa frente al equipo de GENTE. A sólo ocho meses de haber sido mamá de Martín Bastián junto al férreo defensor de la selección, Martín Demichelis (29), y tras un 2009 que la tuvo instalada en Alemania –su marido tiene contrato con el Bayern Munich hasta 2011– a esta despampanante rubia parece haberle picado el bichito del regreso. Su bebé todavía duerme. Ella pide un mate dulce y se dispone a la conversación: “Sí, empecé a extrañar. Nunca pensé en retirarme. Para mí fue sólo un lapsus, para dedicarme 100 por ciento a ser mamá. Mi bebé lo necesitaba, y yo también. Pero no quiero dejar de lado esta profesión que amo. Aparte, me costó mucho llegar a ser alguien, así que estoy volviendo... de a poquito”.
–Y en este regreso a lo mediático, ¿qué cosas te sorprenden más? Por ejemplo, ¿estás al tanto del fenómeno de Ricardo Fort?
–¡Sí! Estando allá no me entero absolutamente de nada, te juro. Y cuando llego, me cuentan todos los chusmeríos juntos. Me divierto... A Fort lo conocí hace poco en la playa. Me cae bien, y a la gente le gusta. Si el público te aprueba, es por algo. Lo que más me gusta es que se esfuerza trabajando, sin necesitarlo económicamente. Así que eso es espectacular.
–¿Y qué cosas te llaman la atención de la realidad general?
–¡La inseguridad! Acá, en la vorágine diaria, no te das cuenta tanto, pero afuera el panorama se ve todavía peor. Los primeros días no quería ni salir del depto. Estaba paranoica todo el día. Cuando vivís en otras ciudades del mundo se nota más el desastre que estamos viviendo. Pero, bueno... Es mi país y estoy feliz en él. Además, tengo propuestas muy buenas para este año.
–Demichelis va a seguir en Alemania. ¿Te animás a una vida familiar poco convencional?
–Sí, porque tengo la oportunidad de viajar mucho, así que me animo al desafío de la distancia. ¡Mi hijo tiene más sellos en el pasaporte que Marley! El año pasado, por ejemplo, me llamó Tinelli para las comedias musicales. Pero tenía que instalarme directamente en Buenos Aires, y Martín no iba a poder ver al nene. Fue una pena, porque la propuesta era excelente, en lo económico también. Después me llamó Nito, y también tuve que rechazar. Entonces, de tanto decir que no, no quiero poner en juego mi lugar, o que crean que ya no quiero trabajar.
–¿Qué es lo que más extrañabas de la Argentina?
–En Alemania me acomodé bastante, con el idioma y la gente. Hablo perfectamente inglés, así que se facilita mucho todo. Pero no es lo mismo... Se extraña mucho a la familia y los amigos. Y, en caso de volver a viajar, me gustaría un lugar menos frío. Antes de venirme hacían... ¡18 grados bajo cero! Y yo soy una latina amante del calor.
–Una encuesta en el portal español 20minutos.es se refiere a vos como una de las “botineras” más sexy del mundo. ¿Te sentís la más querida?
–Eso me dicen, y que nuestra pareja con Martín es la más linda. Igual, el cariño de la gente lo siento desde antes de ser botinera. Qué se yo... No lo puedo decir yo, pero es muy claro cómo el público me apoya.
–Botineras hay muchas. Vos sos la única de Selección...
–¡No, pará..! Eliana Guercio está casada con Sergio Romero, uno de los arqueros, así que ya somos dos. Además, Eliana –que está viviendo en Holanda– también está embarazada. Igual, somos todas botineras.
–¿Viajás a Sudáfrica para acompañarlo en el Mundial?
–¡Obviamente! En junio me voy para allá un mes, ¡porque vamos a llegar a la final! Le tengo re fe a la Selección. Entramos al Mundial rasguñando, pero vamos con todo. Te digo más: muchos me propusieron como la madrina de la Selección. ¡Sería un sueño! Yo no entendía nada de fútbol y metía algunos comentarios... que Martín me mataba. Pero me interioricé bastante.
–Y en términos futboleros, ¿cómo describirías tu vuelta a la tele?
–A ver... Dejame pensar... ¡Vuelvo a comerme la cancha! Creo que ése es mi plan para este año.
–Hablando de cancha, ¿a Martín le gritan mucho sobre vos?
–¿Sabés que no? Le tienen mucho respeto, así que no le dicen nada. Con su mujer no se meten, ja ja... De hecho, desde que estamos juntos los piropos cambiaron: me dicen cosas más respetuosas.
–¿Te da miedo perder sensualidad desde que formaste tu familia? Moria dice que la mujer que está en pareja pierde un halo de misterio.
–Para nada. No coincido. Desde que tuve a Martincito me siento más sexy y segura que nunca. Así que no me incide nada. Es cierto que me tienen mucho respeto. ¡Nadie intenta levantarme, por ejemplo! Pero creo que le tienen miedo a Martín. Solamente en Perú le gritaron en la calle “¡qué mujer que tenés!” ¡por única vez!
–¿Te sentís envidiada?
–Siempre hay envidia. Pero yo llegué solita, bien de a poquito. Cuando ya tenía mi nombre, lo conocí a Martín y me re enamoré. Siento que a alguna le puede molestar mi vuelta, pero no pierdo energía pensando en eso. Yo defiendo mi laburo y a mi familia con todo.
–¿Al estilo Pampita versus Macedo?
–¡Sí, ja ja! Cuando leí esa noticia me sorprendí mucho. No estoy de ningún lado, y para mí el hombre también es responsable. Lo que pasa es que uno no puede meterse en la intimidad de una familia, porque Pampita tiene una familia hermosa, y si decide perdonar y seguir adelante, es una decisión muy valiosa. Y si es cierto que Macedo se metió con Vicuña sabiendo que estaba ocupado, la verdad es que la re apoyo a Pampita. ¡Yo haría lo mismo si se meten con mi marido! 
Si de botineras se trata, Evangelina –¡y que no se ofenda Aníbal Pachano!– parece ser “la Reina”. Al menos, fue la única argentina elegida en el portal español 20minutos.es en una megaencuesta que buscaba a las 25 mujeres de futbolistas más sensuales del globo.
“Martín (Demichelis) va a seguir en Alemania, y yo vuelvo a instalarme en la Argentina. Tengo la oportunidad de viajar mucho, así que me animo al desafío de la distancia. ¡Mi hijo tiene más sellos en el pasaporte que Marley!”.
“En junio me voy un mes al Mundial... ¡porque vamos a llegar a la final! Entramos rasguñando, pero le tengo mucha fe. Te digo más: para mí sería un sueño ser la madrina de la Selección”.
Aunque pasan un gran momento como pareja, la boda con Martín Demichelis seguirá pendiente: “Nos íbamos a casar no bien nació Martincito, pero preferimos esperar. Igual, no hay unión mayor que un hijo. Me siento casada sin papeles. Y me sorprende que nos llevemos tan bien, en todos los sentidos. Tenemos la pasión encendida como el primer día”, cuenta Evangelina.
