Cuando su relación con Jorge Rama agonizaba, allá por diciembre de 2008, Susana Giménez ya definía al empresario uruguayo como una especie de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Decía estar impactada por la doble personalidad que demostraba él en los últimos tiempos. La diva sentía que ya no era aquel joven cariñoso, emprendedor, sensato, laborioso, que había conocido en 2005 en la deslumbrante Miami. Quizás presentía que algo malo se avecinaba. Y en vista de lo que hoy sucede, no se equivocó un ápice.
Digamos que el fin de semana pasado, Su viajó a Uruguay como tantas veces, pero ésta no fue sólo para descansar en La Mary, su chacra marítima de Punta del Este. También debió presentarse el viernes 12 de noviembre en el Juzgado Penal Nº 14 de Montevideo, para enfrentar una demanda en su contra presentada por los empresarios uruguayos Stanley Benhayon y David Bergazín, quienes habían recibido de Jorge Rama, dos cheques sin fondos con su firma por 200 mil y 70 mil dólares cada uno. Susana arribó a los tribunales –donde también ratificó su denuncia contra su ex– pasadas las dos de la tarde, en su Mercedes Benz de chapa patente argentina, acompañada por el abogado uruguayo Pablo Correa Calcagno, dos custodios y Marcelo, su chofer. Como la gente se acercó para saludarla, se instalaron vallas para limitar el acceso. Y entonces, decenas de incondicionales la alentaron en este mal momento. Cuando bajó del coche tiró besos e ingresó confiada. Se sentía inocente.
Ya dentro de la sala, se dio inicio a las pericias caligráficas. Susana debió escribir cerca de treinta párrafos, que serán cotejados con la firma que presentan los cheques denunciados. El objetivo es demostrar si la firma es real. Esta nueva historia de enredos comenzó en mayo de 2009, cuando el gerente del nuevo Banco Comercial de Montevideo llamó personalmente a Susana para decirle que había recibido cheques por cifras que le llamaron la atención. Fue ahí cuando Su descubrió que le faltaban cheques de tres chequeras diferentes. Y de inmediato presentó la denuncia por el faltante.
La diva estuvo una hora y media ante la Justicia. Y mientras no se aclare la situación que por el momento la involucra, tiene un embargo genérico de sus bienes en el Uruguay, entre los que se encuentra La Mary, el refugio donde disfruta del descanso y la paz de esas tierras.
LA GRAN ESTAFA. Susana vivió cuatro años de relación con Jorge Rama. La historia de amor arrancó en 2005 y terminó abruptamente a fines de 2008. Luego, ella recibió un mazazo, cuando la revista local Caras y Caretas publicó un informe que la involucraba con su ex, en la compra de jugadores de fútbol, junto a un grupo empresario presuntamente vinculado al narcotráfico. Su, al verse afectada, presentó una denuncia contra la publicación, que terminó en una rectificación que la desvinculó, y en un acuerdo entre partes.
De Jorge Rama hoy se sabe poco. Está internado en una clínica de Madrid, España, rehabilitándose de su adicción a las drogas. Situación que hasta ahora no pudo ser corroborada por la Justicia. “No hay ningún documento que acredite esta internación”, sentenció el letrado Correa Calcagno. Susana, por su parte, ya había presentado una denuncia ante la justicia penal de Montevideo –a través del bufete de abogados que dirige el doctor Alejandro Novak– para que se investigara la posible comisión del delito de estafa en grado de tentativa, con la intención de individualizar a quien sustrajo los cheques, falsificó su firma y entregó los mismos a los terceros que ahora efectúan los reclamos. También para determinar si los mencionados son damnificados o posibles cómplices en la maniobra. Lo concreto es que Susana quiere llegar hasta las últimas consecuencias en lo que respecta a sus demandantes y a Jorge Rama. Así se lo comentó a GENTE cuando salió de la sede judicial. “Si Jorge me robó, que vaya preso”, subió la apuesta. “El que esté involucrado deberá pagar”, arriesgó.
Jorge Rama deberá comparecer ante la Justicia el próximo 7 de diciembre, al igual que los denunciantes, Benhayon y Bergazín. De no presentarse, el juez deberá declararlo rebelde y ordenar su captura nacional e internacional. Su familia asegura que cumple con el mencionado tratamiento en España, y que sólo se puede hablar con él una vez por semana, previa autorización del psiquiatra que lo asiste. Quienes asesoran a Susana se preguntan: “¿Por qué, si la desaparición de los cheques fue denunciada el 20 de mayo de 2009 en la Comisaría 10 de Maldonado, recién siete meses después aparecen los demandantes?”. Están convencidos de que hay más implicados, en lo que califican de “maniobra extorsiva”.
Mientras tanto Su, después de afrontar una agitada tarde de trámites judiciales, partió el viernes rumbo a su embargada chacra esteña, para recuperarse de tanto estrés. Allí escuchó el último cd de Cacho Castaña, Más atorrante que nunca, hizo topless y se refrescó bebiendo Coca Light. El domingo por la tarde, ya en el aeropuerto de Laguna del Sauce, no ahorró calificativos para su ex.
–¿Rama te estafó?
–Sí, en todo sentido. No es un tema para hablarlo acá. Pero cuidado, porque quizás no sea el único: puede haber gente detrás que se confabuló para sacarme guita.
Sábado, 15.30 horas. Susana recupera fuerzas después de un viernes negro, donde debió presentarse ante la Justicia. Luego hizo topless, habló mucho por teléfono y jugó con sus perros, Rosa y Clara.
Aunque le encanta tomar sol, la diva trató de no abusar, de no exponerse demasiado. Para cuidar la piel de sus manos utilizó unos finos guantes, que sólo se quitó para tomar algunas notas.
Fue el 30 de enero de 2009 en Miami, un día después del cumpleaños de Susana. La diva festejó junto a Jorge Rama y amigos en el restó Casa Casuarina, pero ya estaban separados desde diciembre.
