“Si fuera por mi marido viviría embarazada” – GENTE Online
 

“Si fuera por mi marido viviría embarazada”

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Domingo. Tarde de sol en Cariló. El pequeño Valentino, dormido. “¿Qué hacemos? ¿Siesta en casa o aprovechamos y vamos a la playa?”, pregunta ella con una diminuta bikini dando vueltas alrededor de su dedo índice, al tiempo que posa su mirada sobre las pupilas de él y lanza una carcajada, de inmediato acallada con la mano. “Ssshhh... Que no se despierte el bebé”, agrega. “¿Querés playa? ¡Vamos, dale!”, ordena él, entendiendo que la elección ya estaba hecha. En pocos minutos, todos están rumbo al mar. Eligen una playa muy tranquila y estacionan su camioneta Mercedes- Benz cerca de los médanos. Bajan y cierran las puertas sin golpear. Ella, Wanda Nara (23), se encarga de las reposeras y el mate; él, Maxi López (25), abre la sombrilla y el hijo de ambos, Valentino –que cumplirá un año el 25 de enero–, prosigue su sueño, acomodado en el asiento trasero del auto de papá. Antes de sentarse sobre la arena, Maxi volverá al auto para dejar la puerta del conductor abierta, por si Valen se despierta.

Resguardada del viento y de las miradas indiscretas, la pareja que en mayo celebrará su segundo aniversario de casados se pierde entre arrumacos y caricias. Besos apasionados, palmaditas, pellizcos y... Pausa obligada por el llanto del niño. Wanda le da un piquito a su marido, se pone de pie, sacude la arena de su cuerpo e ingresa en la 4x4. Aparece sonriente con Valentino en brazos y anuncia: “Mirá quién se despertó”.

“¡Hoooola!” –lo recibe Maxi–. “¿Vamos a aprender a caminar en la playa?”. Invita al pequeño a dar algunos pasos sobre la arena, pero aún no se anima a soltarlo. Mientras, Wanda se acerca con el protector solar y se lo aplica al pequeño con suaves masajes. La tarde siguió entre mates, baldecitos, palitas y hasta un intento de chapuzón en el mar para Valentino, que se resistió a la propuesta de su mamá.

Los López llegaron a Cariló el sábado 9 de enero en plan de fin de semana de pleno descanso. Durante el primer día de su estadía en el Apart Hotel & Spa Cariló Village no salieron de su habitación. Hasta que por la noche viajaron hasta Mar del Plata para ver Fantástica, la revista que encabeza Carmen Barbieri. Luego del teatro, cena y regreso a Cariló.

Después del domingo playero, la vuelta a Buenos Aires fue el lunes a primera hora. Pero antes Wanda comentó que está analizando algunas de las propuestas para volver a los escenarios. El productor Javier Faroni le ofreció contratarla nada menos que por tres años. “Me tentó; lo estoy pensando. Faroni es una persona muy seria, pero me dio un poquito de miedo firmar por tanto tiempo. Es mucho para mí, aunque no lo descarto”, explicó a GENTE, de muy buen humor. ¿Qué dice su marido al respecto? “Que elija ella. Lo que decida estará bien para mí. Yo no tengo problemas”, aclaró el futbolista, convencido de sus palabras. Aunque después agregó: “Ella quiere volver a trabajar. Se ilusiona enseguida con las ofertas que le llegan, pero cuando se aproxima la fecha para empezar le cuesta un poco. Hasta ahora prefirió dedicarse al cuidado de Valentino. Es muy buena madre. Lo cierto es que también estamos esperando cuál será el futuro laboral mío”.

Ya sin compromiso con el Gremio de Porto Alegre, Maxi tiene serias ofertas de Italia e Inglaterra. Por eso, aunque la rubia sueñe con regresar a las tablas, dependerá de si se quedan en la Argentina o vuelven a Europa. La familia ante todo, y así lo enfatiza Wanda: “¿Tener más hijos? Si fuera por Maxi viviría embarazada. ¡El quiere cinco varones, y yo cinco nenas! ¡Así que voy perdiendo 1 a 0! Estamos muy bien, más enamorados que nunca. Maxi es muy divertido. Estoy feliz con la familia que formé. La llegada de Valen fue una bendición”, concluyó.

Luego se apartó un instante de su esposo y consultó cómplice al fotógrafo: “¿Le sacaron fotos a Maxi en sunga? Pregunto, porque no le gusta...”. Y ante la respuesta afirmativa, rió a carcajadas y comentó pícara: “Entonces no le digo nada. Me voy a divertir mucho cuando las vea”. Valentino camina ayudado por papá y bajo la atenta mirada de mamá. Los López Nara buscaron pasar inadvertidos.

Valentino camina ayudado por papá y bajo la atenta mirada de mamá. Los López Nara buscaron pasar inadvertidos.

Wanda y Maxi, a los arrumacos bajo la sombrilla, mientras Valentino dormía en la 4x4. Una vez terminada la siesta, mamá le puso protector solar, le jugó con los baldecitos y no paró de mimarlo.

Wanda y Maxi, a los arrumacos bajo la sombrilla, mientras Valentino dormía en la 4x4. Una vez terminada la siesta, mamá le puso protector solar, le jugó con los baldecitos y no paró de mimarlo.

Mate para los tres: hasta Valentino se animó con un dulce. Después, Wanda intentó llevarlo al mar, pero el pequeño se resistió. Maxi López, en sunga (como su hijo) azul de Dolce & Gabbana, fue casi tan mirado como su mujer.

Mate para los tres: hasta Valentino se animó con un dulce. Después, Wanda intentó llevarlo al mar, pero el pequeño se resistió. Maxi López, en sunga (como su hijo) azul de Dolce & Gabbana, fue casi tan mirado como su mujer.

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