Este año, en el Clausura 2009, hizo una de las mejores campañas del fútbol argentino con Huracán de Parque Patricios. Aunque el campeón fue el Vélez de Gareca por un gol que debió ser anulado (en la jugada previa hubo falta al arquero Monzón), por el toque y buen juego su equipo fue bautizado como “El Tiki Tiki”. Angel Cappa (63) estuvo en el estadio Centenario de Montevideo observando el triunfo de la Argentina sobre Uruguay, y gritó hasta quedarse afónico el gol de Mario Bolatti, uno de sus dirigidos. “Es un orgullo que un hombre de Huracán nos haya dado un gol tan importante”, confiesa. Pero no se queda sólo con el resultado final y hace su crítica: “Verón tiene razón. Hay que hacer una revisión profunda del fútbol argentino. Si seguimos así, vamos camino al desastre”, reflexiona y, té de por medio, el amante del fútbol lírico arranca con la charla. Un anticipo: a Diego lo banca a muerte.
–¿Qué análisis hace de la clasificación al Mundial de Sudáfrica?
–Fue complicada, más bien angustiosa. Argentina no jugó bien, y cuando eso pasa, no hay de dónde agarrarse más que de alguna jugada individual.
–¿Por qué pasó eso teniendo jugadores de la categoría de Messi, Tevez, Mascherano o Agüero?
–Es que cada vez es más difícil para el entrenador de un seleccionado poder jugar, porque no tiene tiempo de entrenar. Un equipo es producto del trabajo, no de la teoría. Si un técnico convoca a los jugadores y le llegan tres días antes de los partidos, queda supeditado a la suerte que tenga.
–Pero, Angel, de eso también se quejaba Carlos Bilardo en 1985, cuando decía: “A los jugadores les tengo que tirar un centro en Argentina para que lo cabeceen en Europa”...
–No, eso cambió, y mucho. Es verdad que Bilardo se quejaba, pero ahora que hay más competencias, los jugadores llegan muy mal, y cada vez les restan más tiempo a las selecciones.
–Lo mismo les pasa a Brasil, Chile, Paraguay…
–Sí, pero salvo algún pasaje de Chile, ningún equipo jugó bien, ni Brasil, que salió primero. Excepto España, no veo ninguna selección en el mundo que juegue bien. ¿Cómo van a jugar bien al fútbol sin entrenar? Es como estrenar una obra de teatro sin haber ensayado.
–Cuando se fue Basile, muchos estuvieron de acuerdo con la llegada de Diego. ¿Usted qué pensaba?
–Que era una decisión perfecta. Las selecciones nacionales deben responder a la identidad que tiene ese país con respecto al fútbol. ¿Y quién mejor que Diego para expresar todo eso?
–Antes de irse, Basile manifestó que los jugadores venían a cumplir. La llegada de Maradona intentaba recuperar esa mística que hay sobre la camiseta. ¿Cree que se consiguió?
–Es que no se trata de mística: eso es puro verso. Acá se trata de jugar, y bien. Vos y yo también tenemos mística, y seguro que queremos mucho a la camiseta, pero con eso no alcanza.
–¿Cómo se soluciona entonces?
–Haciendo una profunda reestructuración del fútbol argentino. Hace mucho tiempo que los clubes están muy mal. ¿Cómo puede ser que la mayoría de los jugadores estén esperando hacer dos pases bien o meter tres goles para irse enseguida a jugar a Europa?
–¿Eso explica el nivel de muchas de las figuras que vienen del exterior?
–Puede ser una de las razones. Por eso creo que hay que hacer una reflexión muy profunda. No puede ser que se vayan jugadores con 19 partidos en Primera y 4 goles. ¿Hay que hacer una ley que prohíba a los jugadores irse antes de los 2 años? No lo sé. Lo que sí está claro es que así no podemos seguir. Se llenan camiones y aviones con jugadores que se van al exterior y los clubes no tienen un peso ni para pagar los sueldos.
–¿Por qué Messi no consigue en la Selección el mismo nivel que tiene en el Barcelona?
–Porque en el Barcelona encuentra un funcionamiento definido. El ocupa un papel determinado en la zona de definición: tiene 3 o 4 opciones de pases, porque el Barça juega así desde hace muchos años; entonces rinde más. No hay ningún jugador que pueda salvar a un equipo solo, ni siquiera el mejor Maradona.
–¿Lo sorprendió el gol de Martín Palermo ante Perú?
–No. Palermo es un goleador clave, y no se discute. Te puede gustar o no, pero nadie puede hablar de su eficacia. Además, tiene un don para el heroísmo.
–Se habla mucho del ingreso de Oscar Ruggeri o Antonio Mohamed como ayudantes de campo de Diego. ¿Cree que eso le haría bien al equipo?
–Es algo que sólo lo puede responder Maradona. ¿Cómo voy a saber yo qué ayudantes necesita? De todos modos, ése no es el debate: es sólo un detalle. El problema es mucho más profundo.
–¿Y Bilardo debe seguir?
–Nadie sabe bien cuál es la función de Bilardo. Ninguna selección del mundo tiene manager, y todavía nadie salió a explicar qué funciones cumple Carlos.
–Además del profundo análisis, también habló de tiempo. ¿Cree que si Diego tiene el tiempo necesario puede revertir la imagen que dejó?
–Le tengo fe. Cuando tenga tiempo de ser entrenador y no seleccionador, va a demostrar toda su experiencia. Ahora Diego debe designar un plantel, empezar a trabajar y encontrar su estilo y su camino. Argentina tiene jugadores para hacer un gran papel en el Mundial. 
Cappa defiende al Diez y asegura: “Acá, cualquier idiota se cree que tiene derecho a faltarle el respeto al que pierde”.
Leo Messi intenta pasar, rodeado de cinco jugadores uruguayos. El crack del Barça reconoció: “En la Selección no rindo lo mismo que en el Barcelona”.
Martín Palermo aprovecha todas las oportunidades que le dan luego de 10 años de ausencia con la albiceleste. Contra Perú entró en el segundo tiempo y fue el héroe.
