«Si Duhalde no cumple el acuerdo con los gobernadores, la Argentina se va a quedar afuera del mundo» – GENTE Online
 

"Si Duhalde no cumple el acuerdo con los gobernadores, la Argentina se va a quedar afuera del mundo"

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-Calvo, ¿por qué para el mundo son tan importantes las decisiones que tome el país sobre las leyes de quiebras y de subversión económica, hoy dilat
adas en el Congreso?

-Para dar un préstamo, hay que confiar en que el deudor va a pagar. Ahora bien, si un acreedor tiene leyes en contra, no prestará más dinero, que es lo que sucede hoy en la Argentina. Eso es central: si la Argentina no tiene leyes que protejan a los acreedores, en especial después de lo que hicimos, que fue repudiar muchos contratos de crédito, aplaudir el default, etcétera, no vamos a recuperar el crédito. Y sin crédito no se recupera ningún país. Así que para el Banco Mundial, para el
Fondo Monetario, para el BID, prestar plata sin esas leyes sería malgastar el dinero; por eso son fundamentales. Si no somos capaces de dar esos pasos, piensan ellos, no vale la pena ayudar a la Argentina. 


-¿Usted ve voluntad en el Gobierno para cumplir con los 14 puntos que firmó con los gobernadores?

-Es difícil saberlo. Quiero creer que sí, porque es lo más racional que podría suceder. Incluso para la supervivencia del propio Gobierno. Si Duhalde no cumple el acuerdo con los gobernadores, la Argentina se va a quedar afuera del mundo. Y habrá una crisis fenomenal, no se podrá frenar la inflación. Y ojo, porque con un poco más de inflación nomás, sumada a la recesión y a que los salarios están fijos, no quiero pensar lo que podría ocurrir. 

-Piense y dígalo.

-No habrá más crédito. Peor: el argentino que tenga un dólar, o lo dejará en el colchón o lo enviará afuera. La demanda va a caer, nadie va a comprar nada, hasta los restaurantes estarán vacíos. Como la actividad no se recuperará, la recaudación caerá aún más y el agujero fiscal será mayor. Ahora se estima un déficit de 5 a 7 mil millones, y sin crédito, se va a financiar con emisión. Resultado: los precios se irán al doble sólo por eso. Un escenario terrible, donde podría haber violencia.

-Vamos al otro escenario: se cumple con los 14 puntos.

-Se firmará con el Fondo y habrá cierto financiamiento adicional. No será, en gran medida, plata fresca. Seamos sinceros, buena parte será para repagar a los organismos financieros internacionales. Si rompemos con el Fondo, y no pagamos, ni esa plata vendrá. Desde un punto de vista puramente financiero, firmar o no firmar es lo mismo. Ahora, la plata adicional que nos van a dar si firmamos será más, y la diferencia fundamental -lo que no sucedió desde la devaluación hasta hoy- es que habrá financiamiento para las exportaciones.


-¿Qué cambiaría para la chiquita tucumana que nos hizo llorar a todos cuando contó que se desmayó de hambre en la escuela, y para los millones de pobres y desocupados que se multiplican por todo el país?

-Si se firma, vamos a estar en el mundo y, repito, nos permitirá tener más crédito, que es fundamental para poner en marcha a cualquier país. Los mismos argentinos vamos a tener más confianza. No se olvide de que hay más de 100 mil millones de dólares de argentinos afuera, y que debajo de los colchones hay otros 20 mil. Recobrando la confianza, volverá el financiamiento a borbotones. Y no sería descabellado pensar en un milagro argentino. Permítame, pero su pregunta me da pie, además, para decirle algo que vi por estos días: acá están tratando de poner a los argentinos contra los extranjeros, y nuestro peor enemigo somos nosotros mismos. No tenemos confianza en nuestros gobernantes porque nos metieron la mano, porque nos engañaron, porque ningún político habla con franqueza. Lamentablemente, como tenemos politiquería, nos hemos vuelto enemigos, nos han deshermanado.

-¿Duhalde es confiable?

-(Sonríe). Dicho así… ningún político es confiable. Ni aquí ni en el mundo, ¿eh?


-Pero Duhalde, aquí y ahora, es el presidente.

-Mire, lo conozco poco. Tuve conversaciones con él, se interesa por mi opinión, y es uno de los pocos que lo ha hecho, porque pese a que la prensa me llama a menudo, los políticos no lo hacen. Cuando hablé, me pareció una persona sensata. No tengo razones para desconfiar de él.

-¿Cómo tomaron afuera que, tras la firma de los 14 puntos con los gobernadores, el Presidente conformara un gabinete tan sindicalizado?

-Pareció curioso, sobre todo en este momento. En cambio, cuando se leen los 14 puntos, parecería que la Argentina busca aggiornarse. No hasta el punto de ser la Argentina de Menem, pero con un lenguaje común al mundo civilizado, el que hablan Rusia y China hoy…


-Cuando un posible inversor ve a la diputada Alicia Castro poner la bandera norteamericana en el Congreso, ¿lo ve como un paso de comedia de un país bananero o le provoca temor?

-Lo ve como un acto propio de un país bananero. Los Estados Unidos tienen un liderazgo, nos guste o no. Pero no nos imponen nada. La cuestión es sencilla: nos están diciendo: "Si quieren más plata, hagan esto, esto y esto…". Pero si queremos hacerlo o no, es decisión nuestra.

-Se llegó a hablar de una supuesta conspiración del gobierno norteamericano porque, dicen, Duhalde no les gusta. ¿Cree en esa posibilidad?

-No sé. Pero los argentinos, cuando no entendemos algo, decimos que hay una conspiración. Si queremos eliminar a un crítico, decimos: "Es un conspirador". Cuando a Cavallo no le gustó lo que dijo Carlos Rodríguez, el economista del CEMA, dijo que era un traidor a la patria. Eso es muy argentino, y es horrible.

-Pero sí hubo críticas muy duras desde los Estados Unidos por parte, por ejemplo, del secretario de Estado Colin Powell...

-Sí, y aunque las críticas en sí estuvieran mal, tienen derecho a hacerlo. ¿O acaso nuestros políticos no hablan mal de ellos? Me cuesta creer en una conspiración, porque no tenemos una posición estratégica. No necesitan tener a la Argentina. Porque además, Duhalde no es Chávez, y si se va, ¿quién lo reemplaza? ¿Quién les garantiza que no gane Elisa Carrió, que sí es más como Chávez? 

-¿Llega Duhalde al 2003?

-El tiene que hacer cumplir los 14 puntos y reactivar la economía. Si no, tendrá un problema serio y le será difícil gobernar, porque las provincias se le van a despegar.


-¿Nombrar a Roberto Lavagna en Economía fue una decisión acertada?

-No lo conozco bien. Parece sensato y tiene una larga carrera. No es conocido ni en Washington ni en Wall Street; no se movió en esos círculos, pero eso no significa un problema.

-Hasta hace cuatro años nos decían que estábamos en el Primer Mundo. No sé si era tan así, pero hoy seguro que no lo estamos. ¿Qué país podemos esperar los argentinos en los próximos años?

-Si se cumple el pacto, volveremos a tener cierto crédito, y problemas como el de la chiquita de Tucumán podrían tener una pronta resolución. Ahora, que volvamos a tener crédito como antes de diciembre, lo dudo. Por mucho tiempo tendremos un país barato, donde sí funcionará el turismo. Así que tendremos que asumir una actitud de servicio. Habrá que bajar la cabeza, y cuando venga un chileno de vacaciones, decirle: "Sí señor", y eso es difícil, porque los argentinos somos muy orgullosos. 


-Rosendo Fraga dice que el sueño argentino de ser como Europa habrá que archivarlo por años, y tendremos que conformarnos, en todo caso, con ser como Chile.

-Exacto. Tendremos el país que teníamos hasta los años 90. No vivimos mal, es la Argentina en la que me crié. Aún así, este es un gran país, muy especial. Siempre tuvimos mucho potencial, pero nos faltó desarrollarlo. La cosa, me parece, va por tener una nueva clase política. Hay que terminar con la politiquería. Tenemos políticos para una economía de barrio, no para una economía globalizada. Vino Menem y fue el único que pudo mirar hacia afuera. Pero estuvo solo, porque los otros, que no quiero nombrar, siguieron pensando hacia adentro.


-A ver si adivino: habla de Raúl Alfonsín.

-(Sonríe). Bueno, estaba pensando en él, sí… Quizá su actitud sirvió en otro momento, pero en este mundo globalizado, políticos así no sirven más.

por Hugo Martin
fotos: Matías Campaya, Leandro Montini, 
diario La Prensa y Presidencia de la Nación

Calvo en Buenos Aires, el sábado a las dos de la tarde. Para el economista, el cumplimiento de los compromisos es fundamental para que la Argentina vuelva a tener financiamiento.

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En un mundo globalizado como el de hoy, políticos como el ex presidente Alfonsín no sirven más"">

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