«Si Cavallo no tiene apoyo político, estamos perdidos» – GENTE Online
 

"Si Cavallo no tiene apoyo político, estamos perdidos"

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-Doctor Fraga, ¿qué magnitud tiene esta crisis en el marco de la historia?
-La situación es más que grave, pero estamos a tiempo de salir. En primer lugar, debemos ser conscientes de que este gobierno entró en crisis política cuando se produjo la renuncia de Chacho Alvarez. Hubo denuncias de sobornos en el Senado en agosto, renuncia del vicepresidente en octubre, saqueos en Tartagal y Mosconi en noviembre, blindaje en diciembre. Si uno mira la historia, las crisis se producen entre el tercer y cuarto año de gobierno. Este fue uno de los argumento para reducir el período presidencial de seis a cuatro años. Pero ninguna administración entró en crisis en el primer año como le pasó a De la Rúa. Está claro que de 1983 para acá los sondeos de opinión dejan entrever que el nivel de consenso de la gestión presidencial está más bajo que en los peores momento de Alfonsín y de
Menem.

-¿Somos incapaces de superar esta grava situación?
-Esta no es la crisis política más grave, pero está entre las cuatro o cinco más difíciles de la historia. En lo económico,
hace doce trimestres que la Argentina no crece. Por lo menos desde los años '30 no teníamos una recesión tan prolongada. Sin lugar a dudas, es la recesión más prolongada desde entonces. Con relación al riesgo país, desde que se sigue el indicador, nunca fue tan alto como esta semana. Si analizo que estoy ante la recesión más larga y el
riesgo país más alto de la historia, me doy cuenta de que esta es una de las crisis económicas más complicadas de la historia.

-Para colmo estamos ante una situación social muy dura.
-Nunca tuvimos una tasa de desempleo tan alta... y tanto tiempo. En el '94 el piso fue del 12,3 por ciento y llegamos a 18,6 en el '95. Hoy tenemos 17, y en ascenso. Las otras dos crisis de trabajo que tuvimos fueron en 1914, cuando el índice llegó al 16 por ciento pero duró sólo dos años. La del '30 llegó a 14 y se mantuvo tres años. Sin dudas esta es la más grave. Y para colmo…

-Para colmo, ¿qué?
-La seguridad pública está en su peor momento. En el primer semestre, en la Capital
Federal, murieron 31 policías asesinados por delincuentes. En todo el año pasado mataron otros 31. Se duplicó la cifra año contra año. Y desde el '95 al '99 murieron 36. Vivimos la crisis de seguridad pública más grave de la historia.

-¿Imposible de superar?
-Lo inédito es la simultaneidad de crisis en lo político, económico y social. Por ejemplo, en el '55, con la caída de Perón y la Revolución Libertadora,
el país estuvo al borde de la guerra civil. Es probable que como momento político haya sido más terrible que este, pero no había crisis económica ni desempleo. Seguramente la situación del '76 haya sido más grave, pero sólo había un 3,5 por ciento de desempleo. Supongamos que la situación económica del '89 era igual que ésta, pero socialmente estábamos mejor porque el desempleo era del 8,5 y la seguridad no afrontaba una crisis. Además, había un cambio de gobierno a la vista, de modo que la crisis política tuvo una resolución inmediata.

-¿Cómo salimos de ésta?
-Primero hay que arreglar lo político, después lo económico, y por último lo social. Porque encauzar la economía requiere decisiones políticas. Y sin encauzar la economía no resuelvo lo social. Parece un trabalenguas, pero es así. Tenemos que tener claro que el punto de resolución de la crisis siempre es político. En el '85 se salió con el
Plan Austral y en el '91 con la Convertibilidad, con decisiones políticas fuertes. Ahora nos falta liderazgo.

-¿Cuál es la decisión política que debe tomar el gobierno?
-Lo que dificulta la decisión es que está resultando muy difícil conciliar los puntos de vista de Cavallo y Alfonsín en un mismo gobierno. Los esfuerzos por lograrlo son entendibles, pero resultan imposibles. La clave de la salida es una definición muy clara de poder detrás de Cavallo.

-¿Eso nos hace perder credibilidad?
-Exactamente. Hoy, la Argentina padece un problema de credibilidad. El gobierno anuncia un ajuste y la duda surge enseguida: ¿lo va a cumplir o no? Para resolver ésto hay que alinear la toma de decisiones detrás del ministro de Economía.

-¿Eso significa tirar por la borda a Alfonsín?
-Para lograr lo que expliqué, quizás hay que aceptar cierto grado de disconformidad de Alfonsín. Yo no digo romper, sino aceptar que entre Cavallo y Alfonsín, tengo que privilegiar Cavallo. Si Alfonsín acepta, mejor. Si está disconforme, lo siento. Es un líder político muy meritorio, pero en su visión de la economía
nunca logra convencer a los mercados. Cuando asoma en la toma de decisiones, se acentúa la falta de credibilidad.

-¿Qué pasa si fracasa este ajuste?
-Argentina se quedó sin crédito. Y si cae en default -salida de depósitos del sistema financiero-, los problemas que va a enfrentar van a ser muchísimos más graves que una reducción del 10 por ciento en los haberes del sector público. Porque la tasa de desempleo va a pasar del 18 al 27 por ciento. Y 1.100.000 argentinos van a perder el trabajo porque la caída del Producto Bruto Interno va a ser del 12 al 15 por ciento. Hay que tener conciencia de esto. Y la dirigencia política debe entender que de los aciertos o errores de sus decisiones depende el destino de muchos argentinos.

-¿Usted cree que los jubilados y los que cobran una miseria pueden llegar a soportar otro ajuste?
-Mire, hay algo claro: si le pido un 10 por ciento al sector público, tengo que aplicarle a la política un 50. Esto tiene que suceder sí o sí. Pero faltó. Porque el presidente habló de un ajuste de sueldos en la política pero no dijo de cuánto sería. Fue un error que no haya brindado números.
De la Rúa debe hablar claro y dar el ejemplo arriba para que la gente le crea.

-¿No es posible ajustar más en la política y liberar a los jubilados de este achicamiento en sus haberes?
-Absolutamente. Sólo hace falta una decisión política firme.

-¿Cuáles fueron las crisis más parecidas a la actual?
-El presidente Nicolás Avellaneda dijo en 1875: "Vamos a honrar los compromisos aún sobre la sed y el hambre de los
argentinos"
. Pero la diferencia fue que había una crisis económica y un conflicto social, pero al mismo tiempo había solidez política y liderazgo. Algo similar a lo de ahora se vivió en 1890, cuando sufrimos un sacudón político importante, con crisis de deuda externa y social. Pero Julio Argentino Roca, que era ministro del Interior, y Carlos Pellegrini, vicepresidente, tomaron el control y conjuraron la crisis cuando cayó
Miguel Juárez Celman. Eso logró que se restableciera el crédito público. Hubo un ajuste, pero Pellegrini piloteó la tormenta cuando asumió la presidencia. Claro que ahora ni siquiera tenemos vicepresidente, y eso crea
una debilidad institucional.

-¿El gobierno todavía puede enderezar su rumbo?
-Si evita el default, concentra el poder detras de Cavallo y elige un vice el 14 de octubre, la crisis se puede manejar perfectamente.

-¿Si se hubiera quedado el ex ministro de Economía López Murphy, hubiéramos ganado tiempo?
-El pudo haber encauzado la economía, pero le faltó apoyo político. Espero y deseo que Cavallo lo tenga. Si no, estamos perdidos.

por Miguel Braillard 
[email protected]
 
fotos: Maximiliano Vernazza
<i> "Vamos a honrar los compromisos aun sobre la sed y el hambre de los argentinos". Entonces habia una crisis economica y un conflicto social, pero al mismo tiempo habia solidez politica y liderazgo" .">

"El presidente Nicolas Avellaneda dijo en 1875: "Vamos a honrar los compromisos aun sobre la sed y el hambre de los argentinos". Entonces habia una crisis economica y un conflicto social, pero al mismo tiempo habia solidez politica y liderazgo" .

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