“Si algo se parece a la felicidad, es este momento” – GENTE Online
 

“Si algo se parece a la felicidad, es este momento”

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Este es el mejor momento de mi vida. Hoy puedo disfrutar de mis hijas, de mis padres. Tengo una relación maravillosa con Claudia, que no quiero perder por nada del mundo. Hago lo que me gusta, me siento muy bien físicamente. Soy un hombre feliz”. Diego lo dice y sonríe. Sonríe a sus 45 años recién cumplidos y con esa cara de nene que ha recuperado.

Es la madrugada del domingo 30 de octubre. La fiesta por su cumpleaños está que estalla y él se toma un segundo de reflexión mientras fuma un habano y se cambia su remera gris con una D estampada en plateado, ya empapada por tanto baile, por otra negra que dice “Diego Maradona (45)” (imitando su firma), igual a la que tiene puesta todo el staff que organizó la gran noche.

Sí, hoy soy un hombre feliz”, repite. Y, cuando el reloj marca las tres, la banda de covers Dr K anima la fiesta y Andrés Ciro de Los Piojos y el Zorrito von Quintiero suben al escenario para cantar el Maradó. Diego pega un salto, toma de la cintura a su madre, Doña Tota, e invita: “¿Bailamos?”.

Tres días locos. Ese fue el tiempo que tuvo Claudia para organizar el super-cumple de los 45. Diego estaba en Cuba entrevistando a Fidel Castro, que lo había llamado por teléfono después de ver el mano a mano que Maradona hizo con él mismo en La Noche del 10, y le había dicho “Quiero que me entrevistes para tu programa. Te espero el miércoles en La Habana”. Pero Claudia quería darle la sorpresa de la gran fiesta. Junto a Cecilia Ergueta (coordinadora de la producción de La Noche del 10) y Franco Giorgiutti se reunieron el miércoles a la mañana. “Tenemos sólo tres días para hacer una fiesta con la gente que él quiere, con los verdaderos amigos y donde todos se puedan divertir y sentirse distendidos. Ah, y todo tiene que salir perfecto, como Diego se lo merece”, dijo Claudia. Y ninguno paró de trabajar en los tres días de locos que siguieron.

Todo de 10. A las dos de la tarde ya estaban en el salón Terrazas del Este de Punta Carrasco. “Sí, éste es el lugar”, dijeron. A las once y media de la noche hicieron la primera reunión con el ambientador Damián Giorgiutti, y con la empresa Dixi (iluminación y sonido). El jueves a la mañana, entre mate y facturas, en el triplex de Devoto, se terminó de bocetar la gran noche. Los 60 miembros del staff iban a lucir una remera negra con la inscripción Diego 45 y 12 personas estarían intercomunicadas por handy para manejar los tiempos de la fiesta. Ahí mismo comenzaron a llamar a los proveedores y a las distintas marcas para organizar el catering, las bebidas, las barras, el menú (les hizo de nexo el Grupo Mass, al mando de Wally Diamante y Abril Pereyra Lucena). A las once de la noche, una nueva reunión: esta vez Dalma y Gianinna fueron las que le pusieron el timing a la fiesta y armaron, junto a su mamá, la lista de invitados. A las dos de la madrugada se comunicaron con Diego a Cuba, y durante dos horas él decidió vía telefónica con quiénes quería pasar su cumpleaños.

¿Qué me pongo I? Con tanta corrida, ni Claudia ni las chicas habían pensado en qué ponerse esa noche. Benito Fernández, que había llegado el viernes de Santiago, adonde había viajado para participar de un super-desfile por el lanzamiento de Para Ti Chile, le envió a Claudia diez vestidos para que ella decidiera qué ponerse. Ricky Sarkany hizo lo mismo con las sandalias. Dalma, prefirió ir hasta AY Not Dead, donde eligió un vestido estampado, supermoderno, de falda con volados y un escote original y muy sexy. Gianinna prefirió usar un conjunto de tres piezas (top, falda y calzas) que habían traído de su último viaje a Italia y que no había estrenado (ceñido, sexy y ultra chic). Las maquilló Mauricio Catarain pasadas las ocho de la noche, ya que venía de Benavídez, donde había pasado el día en una producción con Florencia Torrente, la hija de Araceli, que hacía su primera campaña gráfica. Ojos marcados, maquillaje suave, labios apenas con brillo. Espléndidas.

¿Qué me pongo II?
Diego también tuvo su vestuario especial. La marca Ona Sáez le preparó un traje único: en negro y con un stamping en plateado con distintas imágenes de su rostro. La remera: gris y con una “D” negra. Las joyas: sus aros de brillantes, sus dos anillos con siete diamantes cada uno (uno por Dalma, el otro por Gianinna), sus dos relojes y la cruz que compró en Colombia –antes de la operación para reducir su estómago– y que nunca más se quitó.

El regalo.
Claudia y las chicas le hicieron un regalo muy especial. Diego, que siempre usa dos relojes, tiene un par de Chanel (en blanco) que le encantan. La marca lanzó esta última temporada unos anillos que hacen juego con los relojes. Clau y sus hijas no dudaron. Llamaron a Agustín Pichot a París, donde vive, y le pidieron: “Ya que estás viniendo al programa, ¿no podés pasar por Chanel y comprarnos el regalo para papá?”. El rugbier llegó el sábado con el paquetito en mano.

La deco. A cargo de Damián Giorgiutti (marido de Caramelito Carrizo), increíble. Al entrar al salón había diez retratos de Maradona jugando al fútbol, uno por cada uno de los diez equipos por los que pasó. Son las fotos que se van a rematar en el último programa (y en su página web, www.diegomaradona.com) a beneficio de los chicos carentes. En la entrada principal, arbolitos decorados con pelotas de fútbol sorprendían a los invitados. El salón Terrazas del Este de Punta Carrasco se había armado con 15 livings blancos de Amo mi living para diez personas. Los centros de mesa eran de jazmines, la flor preferida de Maradona (hubo más de 500 llevados especialmente por Faitful) y más de cien fanales de Velas de la Ballena. Hubo cuatro barras de tragos, vinos, gaseosas y cerveza. Y otras cinco barras con bebidas energizantes, champagne, whisky y licores. En la pista de baile se colocaron diez bolas de espejos de diferentes tamaño. “Queríamos transformar el lugar en un espacio cómodo y tranquilo. Tenía que ser funcional y muy luminoso, por eso sólo pusimos mesas ratonas y sillones. El blanco fue el gran color de la noche y los jazmines se encargaron de perfumar el ambiente”, dijo Giorgiutti.

La gente va llegando al baile. La invitación era a las nueve y media. La vestimenta, “como tengas ganas”. A las diez menos cuarto llegó Diego. Quince minutos después, el salón ya estaba casi lleno. El catering de La salsa, riquísimo y súper-original. En la recepción se servían pinchos, shots y finger food fría y caliente. A saber: Rolls de pera con pato confit y pimienta verde, cerdo marinado con chutney de maracujá, roll de salmón ahumado con mascarpone aromatizado, escabeche de pescado con vegetales al wok, lasagna de vegetales, brochettes, ceviche de frutas, vitel thoné con crocante de brisse al tomillo. Los calentitos: langostinos crujientes con pimienta rosa, farce de faisán con almendras, picadillo de lomo crujiente, ancas de rana envueltas en jamón crudo fritas en manteca clarificada (Diego eligió este plato por sobre otros), cerdo pocheado con chutney de mango, langostino envuelto en panceta, alitas de ave rebozadas en escamas de papas con reducción de vino malbec. Riquísimo.

Sólo por Diego. Susana llegó junto a Jorge Rama a las diez en punto. Muy divertida, le hizo a Diego la primera broma de la noche y le regaló unos dientes de Drácula de cotillón. “Porque sos mi vampiro preferido” y Diego en broma le contestó: “Me los voy a poner para clavárselos a Claudia”. Su se encargó de presentarle a su novio al resto de la familia de Diego. “Para mí, El Diego es sinónimo de éxito, clase, calidad. Es mi gran ídolo, es Dios dentro de las canchas y es difícil que alguien lo pueda superar. Pero además es muy vulnerable, un tierno. Yo lo amo porque es muy buena gente. Yo no me quedo por nadie un sábado en Buenos Aires. Esta vez lo hice porque era el cumpleaños de su hijo. Si no, ni loca me maquillo un sábado a la noche”, le dijo Susana a Don Diego y Doña Tota, que estaban felices con la presencia de la diva.

Luna de miel
. Florencia Peña y Mariano Otero hablaban con Guillermo Francella y su mujer, Marinés, sobre su próximo casamiento, el 8 de diciembre: “Tenemos todo súper-organizado, pero el tema es la luna de miel. Pensábamos viajar al Caribe, pero con esto de los huracanes no nos divierte mucho la idea. Tenemos una sola semana, y queremos descansar, tirarnos panza arriba en una playa y no pensar en nada. Ahora estamos viendo otras opciones: nos recomendaron Marruecos, pero me da miedo que me agarre el ataque de conocer todo y volver llena de souvenirs y destruida de tanto trajinar. ¿A ustedes se les ocurre algún lugar copado?”. Guillermo tiró Polinesia. Marinés prefirió algo más cercano: Brasil o el Sur argentino.

Lindísima. Araceli impactó en la verdadera noche del 10. Jeans ajustados (Levi’s), piercing de piedrita azul en el ombligo, top transparente de gasa (Zara), zapatos altísimos de leopardo (Claude Benard), collares de madera en colores tierra (Fahoma), tapadito de leopardo (Celine), y nuevo peinado con extensiones (Sanders), exigencia para interpretar a Mara (con un matrimonio conflictivo con Daniel Fanego) en Numeral 15, donde la dirigirá Eliseo Subiela.

Buenos amigos.
Adrián Suar pasó a buscar a Araceli por el country de Pilar, ya que tenía que dejar a Toto en su casa. Cada uno fue hasta Punta Carrasco en su camioneta. Y de celular a celular bromeaban: “Ahora, si nos ven llegar juntos, ya van a hablar de reconciliación”, dijo Araceli. Adrián, rapidísimo, le contestó: “Muy fácil, a los chicos de Intrusos les decimos: ‘Sólo somos buenos amigos’?”. Igual, entraron separados.

Humor con Eber.
Cuando terminó el cóctel de recepción, llegó la hora del primer show. Eber Ludueña ofició de conductor. Arrancó la noche con: “Cuántas caras conocidas… Esto parece un Martín Fierro… Me di cuenta que no era porque no vi pasar a Cacho Rubio con la chalina blanca. Les voy a informar qué menú están disfrutando ustedes y Diego. Ustedes ya comieron faisán, cerdo, langostinos crujientes y rana envuelta en jamón crudo. Diego probó 4 galletitas de agua con queso port salut descremado y sin sal. El plato principal que viene ofrece comida de distintos países: cerdo, mariscos, conejo. Diego comerá seis huevos de codorniz (clara solamente), y un riquísimo puré de calabaza y papa con un chorrito de aceite, sin manteca y sin sal. Para mí, el menú también es especial: de entrada, matambre arrollado con ensalada rusa, arroz con menudos, salchichitas con salsa en cazuela y calentitos. Sifón a voluntad, Asti gancia, ananá fizz, licor de huevo, vino y soda. El postre: casata”. Y así siguió en un show delirante.

La banda. Diego pidió especialmente una foto con los amigos que siempre lo acompañan y a quienes llaman íntimamente “la banda del plasma” (porque ven el programa desde el plasma del vip del canal). Posaron sonrientes Marcelo Palacios, Martín Arévalo, Gabriel Buono, Sergio Garmendia, Cristian Von Quintiero y Luciano.

Sorpresa. A las doce sonaron las doce campanadas anunciando que comenzaba el 30 de octubre. Y Dalma y Gianinna entraron con la torta de cumpleaños (con la firma de Maru Botana, al igual que la increíble mesa de dulces) de merengue, dulce de leche y mousse. Los 400 invitados cantaron de pie el cumpleaños feliz. Diego, emocionado, abrazó a sus hijas, pidió en silencio los tres deseos y apagó las velitas. En ese instante explotaron cuatro morteros de Júpiter con una lluvia de papelitos plateados que inundó el inmenso salón. Entonces llegó la primera gran sorpresa de la noche: Andrés Calamaro apareció en el escenario cantando su tema Maradona (“…no es una persona cualquiera”). Y estalló la ovación.

Siga, siga... A partir de la medianoche nadie paró de bailar hasta las seis y media de la mañana (sólo hubo breves interrupciones para disfrutar del exquisito menú de la fiesta). La música fue del DJ Federico Salomón, que además trabaja como productor de La noche del 10 en Canal 13. Cumbia, cuarteto y rock nacional. “Nada de música en inglés. Sólo temas que le gustan a Diego, para divertirnos y que empujen a bailar”, había sido la consigna de Claudia.

La próxima boda. Andrés Calamaro y Julieta Cardinali llegaron temprano, porque el músico era uno de los invitados sorpresa de la fiesta. Se escondieron y esperaron el momento para salir al escenario y sorprender a Diego cantando el tema Maradona Lyrics. Después el músico y la actriz estuvieron todo el tiempo de la mano y demostrando el buen momento que están pasando. Entre risas, Diego les preguntó: “¿Es verdad que se van a casar?”. Andrés, sonriendo, le contestó: “Sí, y aunque aún no tenemos la fecha, estamos hablando mucho el tema del casamiento y de las ganas de ser padres”. Los íntimos aseguraron que la boda sería a fin de noviembre.

Riquísimo. A la hora del menú, el catering de La Salsa armó islas o mesas temáticas. La de México ofrecía fajita de pollo y lomo con salsas de guacamole, tabasco y crema ácida. La de Italia, capelletis en salsa crema de espinacas, penne rigati salteados con vegetales y salsa de soja con verdeo. La de España, arroz con mariscos y conejo crujiente. La de Japón, a cargo de Sushi Club, sirvió una gran variedad de platos orientales. Y la Tierra Argentina, lajas de quesos surtidos (gruyère, fontina, cheddar, sardo, muzzarella trenzada y roquefort), fiambres surtidos, pancitos saborizados, focaccia y patés. Además, mollejitas al verdeo, pernil de ternera marinada en chimichurri, pernil de cerdo aromatizado con manzana, gigot de cordero relleno con hojas de menta, todo salteado y fileteado a la vista. A las cuatro de la madrugada llegó “el refuerzo”: Pizza y Espuma ofreció todo tipo de tablas con la mejor variedad de pizza de Los Inmortales.

Diego dixit. A las dos y media se subió al escenario y, copa en mano, brindó con todos los presentes. Junto a él, Don Diego, Dalma y Gianinna. “Este es mi primer cumpleaños que estoy bien y tengo ganas de festejarlo. Estoy en el mejor momento de mi vida, porque ahora puedo disfrutar a mis hijas, ya que por mis problemas personales y mi profesión no pude hacerlo antes. Gracias al amor de todos ustedes hoy estoy acá festejando mi cumpleaños”. Y agradeció de nuevo a Claudia: “Ella es la mujer de mi vida y no estoy con Claudia porque ella no quiere”. Entonces todos los jugadores de Boca comenzaron a gritar. “Piquito, piquito”. Y el coro siguió con todos los invitados. Pero Claudia no accedió al pedido de la hinchada.

Fútbol de Primera. Con Víctor Hugo, el colorado Liberman, Marcelo Palacios y Carlos Bilardo, Diego se permitió hablar de fútbol. “¿Y, vamos o no vamos a la Selección?”, lanzó uno. “Si Grondona me lo ofrece me tiro en palomita”, se rió Diego. Pero aclaró que no quería pasar por sobre la figura de Pekerman, “porque para mí se ganó el respeto de los jugadores y de la gente. Si voy es para consensuar todo. Me gustaría hablar de por qué este jugador juega tantos minutos, y aquél, nada”, concluyó.

Amor, amor. Estuvieron toda la noche a los besos. Susana Giménez (divina, con un vestido al cuerpo, blanco con flores rosas) y Jorge Rama se sentaron junto a Valeria Mazza y Alejandro Gravier, Araceli González, Florencia Peña y Mariano Otero, el doctor Alfredo Cahe y su novia, Miriam Gastaldi. Y no disimularon lo bien que están juntos. Se hablaban al oído, se reían, se mimaban. El comentó: “Me siento plenamente feliz y enamorado. Siempre le digo a Susana que cuando ella logra bajar todas las barreras, uno aprende a conocer a una mujer maravillosa”. Araceli, que lo escuchaba atenta, no pudo reprimir un suspiro, y dijo: “¡Qué romántico que alguien hable así de una!”.

La más piropeada.
Federico Pocho Insúa le comentó a Martín Palermo y los hermanos Barros Schelotto que para él Araceli “es la mujer más hermosa de la Argentina”.

El vinito que faltaba. A las once y veinte surgió el único imprevisto de la noche. Susana sólo toma vino Montchenot de Bodega López y en la fiesta no había. Ella, diosa total, dijo: “No importa, tomo gaseosa”. Jorge Rama, que estaba atento a todo lo que Su deseaba, se acercó a Franco, uno de los organizadores, y le pidió si podía conseguirle una botella. Rápidamente consiguieron que Cristian Von Quintiero, dueño de Santino y muy amigo de Diego, mandara un cajón de botellas en sólo doce minutos.

De película. Emir Kusturica, el cineasta bosnio, llegó especialmente al país la semana pasada y fue uno de los grandes invitados internacionales al cumpleaños. Ya que está filmando el documental sobre la vida del Diez, llevó a la fiesta sus cámaras. Ambos se vieron este año en Cannes –Kusturica era presidente del jurado– adonde Diego viajó especialmente invitado al festival junto a Dalma.

Ausentes. Marcelo Tinelli, Pablo Echarri y Mirtha Legrand. Tinelli tenía todo planeado para asistir al cumpleaños de su amigo. Incluso su mujer, Paula Robles, había ido a la tarde con sus hijos a la peluquería de Diego Impagliazzo, pero Marcelo llegó muy tarde de Baradero y no pudo ir al cumple. Pablo Echarri se retrasó en la filmación de la película Atila, que está haciendo junto al director Adrián Caetano. Mirtha tenía un compromiso anterior que no pudo eludir.

Che Benicio. Vino a la Argentina tan sólo por una semana y para absorber la atmósfera que vivía el Che Guevara, a quien va a interpretar en la próxima película de Steven Soderbergh. El actor siempre admiró a Maradona, por eso cuando la producción se enteró que estaba en el país lo llamó para invitarlo a la fiesta. Benicio no dudó: “Cuenten conmigo”. Llegó pasada la una de la mañana, con el pelo larguísimo, la barba algo crecida, vestido de negro y muy sonriente. Simpatiquísimo, conversó con todos y dijo que estaba maravillado por la belleza de las argentinas. Le besó la mano a Susana y conversó con Lucrecia Martel y Claudio Villarruel.

In English. Susana llevó a Araceli hasta la mesa de Benicio del Toro. “I want to introduce you to one of the most important actresses in our country”, le dijo en perfecto inglés (“Quiero presentarte a una de las actrices más importantes de nuestro país”). Benicio sonrió: “Hola, mucho gusto en conocerte”, le dijo (uno de sus acompañantes acotó: “¡Qué guapa eres!”). Susana siguió: “She is very famous in TV” (“Ella es muy famosa en la televisión”). Benicio respondió: “¿Qué tipo de programas realizas?”. La conversación siguió así, hasta que Claudio Villarruel le comentó a Susana: “Mirá que habla perfecto español. ¿Por qué le hablás en inglés”.

Plumas y comparsa. A la 1:15 entró la comparsa de Gualeguaychú Mari-Mari. Treinta y seis personas traídas especialmente desde Entre Ríos animaron la gran noche, colocando espaldares y coronas de plumas para todo el mundo: Susana Giménez y Diego Maradona fueron los primeros en salir a bailar. Jorge Rama no se quedó atrás y mostró tener mucho ritmo.

Dulces y habanos. La mesa de tortas de Maru Botana era espectacular, acompañada por Café El Bohío. La heladería Un Altra Volta armó cucuruchos para todos. Susana dijo: “El amor me da hambre”, y probó un poquito de las tortas de frutillas y la de mousse. Para acompañar el ritmo de la comparsa, se bandejearon habanos de La Casa del Habano.

Toda la vida. El presidente de Boca y flamante diputado Mauricio Macri llegó a las dos de la madrugada. Solo y muy relajado, se sentó y conversó con Diego. “Lo que quiero es que se quede toda la vida en Boca. Tiene mucho para dar. Pero también me encanta la idea de que vaya a la Selección”, comentó.

Más regalos. El plantel de Boca le regaló un reloj Cartier. El Zorrito Von Quintiero un par de anteojos Prada. Ariel el Burrito Ortega, un traje de Etiqueta Negra. Nico Vázquez, una remera y un gorro del Chapulín Colorado. Los periodistas Martín Arévalo y Marcelo Palacios y Cristian Von Quintiero, un metegol. Calamaro y Julieta Cardinali, una original edición del Martín Fierro.

Numeritos. La noche fue larga. Y se tomó de todo. Setecientas cincuenta botellas de champagne Mum, 1.000 latas de Red Bull, 100 latas de Red Bull Sugar Free (las preferidas de Diego), 24 botellas de Johnnie Walker, 270 botellas de Eco de los Andes, 1.200 botellas de Quilmes, 700 latas de Pepsi, 282 botellas de vinos de Bodegas del Fin del Mundo, 48 botellas de Baileys, 24 botellas de Cepas Argentinas (Gancia, Campari, Fernet Cinzano, Baccardi) y Licores Peters. El único que tomó sólo agua y Red Bull: Adrián Suar. “No bebo alcohol nunca”, confesó.

Rating y algo más.
Claudio Villarruel le comentó a Pablo Codevilla y Coco Fernández: “Cuando Claudia me llamó para preguntarme si le iba a dar a los actores de Telefe, le dije que para Diego siempre iba a tener todo. No le puse Harry Potter, como decían, ni le tiré con artillería pesada. Es tan grande que todos queremos que le vaya bárbaro”. Todos coincidieron: “Tenerlo a Diego es lo más”. Y, aunque no se dijo en voz alta, se supo que Telefe puede estar interesado en que éste sea el pase del año para el 2006.

Fin de fiesta. A las seis y veinte, Diego se fue para la casa de sus padres en la calle Cantilo. Abrazaba fuerte a Dalma, a Gianinna, saludó con cariño a Fernando Molina (novio de Dalma y productor del programa, quien viajó con Diego a Cuba), besó a sus hermanos. Claudia caminaba un poco más atrás y se preparaba para llevar todos los regalos (nadie se los dio antes de las doce de la noche), que ocupaban toda la camioneta. Diego sonreía. Y le dijo a su ex mujer y a sus hijas: “Si algo se parece a la felicidad, es este momento. Y ustedes me lo regalaron. Las amo”.

A la medianoche sonaron las doce campanadas que anunciaban el comienzo del 30 de octubre, Gianinna y Dalma entraron con la torta de merengue, dulce de leche y <i>Mouse</i> preparada por Maru Botana y Diego celebró la sorpresa. La fiesta comenzaba.

A la medianoche sonaron las doce campanadas que anunciaban el comienzo del 30 de octubre, Gianinna y Dalma entraron con la torta de merengue, dulce de leche y Mouse preparada por Maru Botana y Diego celebró la sorpresa. La fiesta comenzaba.

“<i>Nada de música en inglés. Sólo temas que le gusten a Diego</i>”, había sido la consigna de la familia. Y así fue: Maradona la sacó a bailar varias veces en la noche y también disfrutó viendo como sus invitados se sacudían al lado de Dalma y de la propia Claudia.

Nada de música en inglés. Sólo temas que le gusten a Diego”, había sido la consigna de la familia. Y así fue: Maradona la sacó a bailar varias veces en la noche y también disfrutó viendo como sus invitados se sacudían al lado de Dalma y de la propia Claudia.

Los jugadores xeneizes Diego Caña y Rolando Schiavi junto al portorriqueño Benicio del Toro. El actor vino a la Argentina para aclimatarse con el personaje de Ernesto Che Guevara que pronto interpretará para el cine.

Los jugadores xeneizes Diego Caña y Rolando Schiavi junto al portorriqueño Benicio del Toro. El actor vino a la Argentina para aclimatarse con el personaje de Ernesto Che Guevara que pronto interpretará para el cine.

Valeria Mazza y Alejandro Gravier siempre cerca de Maradona.

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