Sexo, mentiras, video… y muerte – GENTE Online
 

Sexo, mentiras, video... y muerte

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Se odiaban o eran amigas? ¿Por qué motivo una agredió a la otra con semejante brutalidad? ¿Qué se esconde detrás del hecho? Son las preguntas sustanciales que la mayoría se hace acerca del drama que envuelve a General Las Heras, un pueblo agrícola-ganadero de 15.000 habitantes, ubicado a 67 kilómetros de Capital y tranquilo como pocos. Lo cierto es que existen demasiados cabos sueltos en la historia que culminó en la feroz agresión de Silvia Luna (31), mesera del restaurante Matute, a su compañera, Carola Bruzzoni (40), que cumplía funciones como ayudante de cocina en dicho bar.

Pareciera que detrás del brutal golpe en la cabeza –con una maza para aplastar milanesas– asestado por Silvia, que en principio habría dejado a Carola en coma cuatro, con el hemisferio izquierdo del cerebro sin ningún tipo de signo vital, y que terminó con la muerte de la agredida nueve días después del hecho, se esconde una relación de odio difícil de describir. Por lo menos, el incidente entre ambas refleja eso... Sin embargo, hay pruebas que podría manejar la Justicia que indicarían lo contrario...

ESPECULACIONES Y PRUEBAS. Hasta lo que se sabe, se especula con que Silvia arremetió contra Carola el sábado 17 de abril, después de que ambas ingresaran a sus trabajos a las 8.30 de la mañana, porque aquella última habría amenazado con mostrarle a Juan Burgueño (41), su novio, y con quien iba a casarse –el sábado 24 de abril, con fiesta para 180 personas–, un video donde se ve a Luna practicando sexo con otro hombre, hasta ahora desconocido. Aunque muchos, sin que medie prueba alguna, se empeñan en jugar con que se trata del marido de Bruzzoni –Sergio Robledo (46)–, simplemente porque es canoso, igual que el protagonista de la película casera hot, que dura exactamente 1 minuto 47 segundos, y donde ambos protagonistas se graban entre sí con un teléfono celular.

La agresora, antes de ser detenida, expresó llorando: “Me quedé sin novio, sin vestido, sin fiesta, con los anillos en el ropero”, pero en ningún momento hizo alusión o demostró preocupación por el estado de salud de su compañera. En el caso resultó clave la participación del abogado patrocinante de Carola, Miguel Angel Arce Aggeo, que denunció el hecho ante la Justicia. En principio, la causa fue caratulada como “lesiones graves”, pero luego de que Silvia Luna fuera citada a declarar por el fiscal Guillermo Massaroni, cambió a “homicidio en grado de tentativa”, y la agresora fue detenida y alojada en la Comisaría de Merlo. Ahora, luego de la muerte de Bruzzoni, el doctor Arce Aggeo intentará que el hecho sea finalmente recalificado como “asesinato con alevosía”, para obtener una condena a reclusión perpetua. En sede judicial, Luna se habría reconocido como autora material del hecho después de una discusión con su compañera, dejando en claro que no tuvo intención de agredirla y que tomó el elemento de cocina para alejar a su oponente durante un forcejeo.

Después de la golpiza, las dos mujeres se fueron a sus casas. Carola sangraba, pero quiso acostarse a dormir. Al tiempo, su esposo, advirtiendo la situación, insistió para que la revisara un médico. Fue muy bien atendida en el hospital local, pero inmediatamente trasladada a Merlo, donde le hicieron una tomografía computada, y finalmente la derivaron al hospital Vicente López y Planes, de General Rodríguez. Allí los médicos hicieron lo imposible, pero el hundimiento de cráneo que padecía resultó letal. La intervinieron tres veces a causa de los coágulos que tenía en el cerebro; nunca pudo recuperarse del coma 4.

Lo que hasta el cierre de esta edición nunca se dijo es que Silvia y Carola compartieron junto a sus actuales parejas varias comidas y mateadas. “En un pueblo es muy común que vayas a buscar a los chicos al colegio y después termines compartiendo un mate en familia. Eso nos pasó varias veces con Silvia y Juan, con quienes teníamos relación, aunque no éramos amigos”, confió Sergio Robledo a GENTE. Hay otro elemento que dejaría más que claro que existía un vínculo íntimo entre las mujeres que terminaron mortalmente enfrentadas: Carola era una de las encargadas de la organización de la despedida de soltera de su compañera, que iba a ocurrir el domingo 18 de abril, un día después del trágico hecho. Y Sergio, a pedido de ella, sería el encargado de filmar la boda y la fiesta, ya que en su vida profesional se desempeña como documentalista.

ENGAÑOS Y POLEMICA. Carolina, otra moza del restó Matute, le confió a GENTE que ambas discutían y peleaban todo el tiempo. Al parecer, Silvia estaba convencida de que Carola había sido la responsable de que la caliente filmación hot circulara por todo el pueblo desde hace por lo menos cinco meses. “Acá no hay quién no lo haya visto”, admite gran parte de los consultados, y rematan: “Hasta los pibes de la escuela lo tienen en sus celulares”. Aquellos que critican a Luna dicen que ella misma fue la encargada de mostrarles el video hot a sus compañeros de trabajo. Quien nunca admitió haber visto la íntima película de su novia fue Juan Burgueño, empleado de un frigorífico y pareja de Silvia Luna desde hace cinco años. El hombre asegura haber desistido del casamiento después de enterarse de la agresión y el escándalo que se produjo en la ciudad. “A Silvia la quiero”, admitió, y agregó: “El martes posterior a la pelea le avisé que no íbamos a casarnos. Le dije: ‘No tengo ganas, y vos menos’. No había clima festivo para realizar semejante evento, ni ganas de divertirse. Lo suspendí por el enfrentamiento, por lo de Carola, y por los rumores que me empezaron a llegar. Tengo mucha pena por Silvia”.

Juan Carlos Santola (42) es el primer marido de Silvia Luna, vive en Las Heras, tuvo con ella dos hijos, Carlitos (14) y Romina (12), y cuenta que fue muy feliz durante los siete años que duró la relación, pero que terminó separándose: “Me fue infiel con Juan Burgueño, el muchacho con el que se iba a casar. Empezaron siendo compañeros de clases de folklore y terminaron enamorándose. Una vez que él vino a casa lo encaré y le pregunté si pasaba algo con mi mujer. Me lo negó; no fue hombre. Silvia usaba a mi hijo, que por ese entonces tenía siete años, para mandarle mensajitos de amor a él. El pibe se dio cuenta de grande y un día me pidió disculpas: ‘Papá, te pido perdón. Yo no sabía nada’. Yo no podía parar de llorar. Me separé, aunque reconozco que la amaba. Ahora que está detenida, mis dos hijos están conmigo, y bien. Le agradezco a Héctor Ferrari, el director de la escuela Corbeta Uruguay, por la contención que les brindó a los chicos”.

EL MARIDO DE LA VICTIMA. Sergio Burgueño es el marido de Carola Bruzzoni. Los dos nacieron en Las Heras y se casaron hace 20 años. Del amor entre ambos nació Román (19), único hijo de la pareja. Durante los dramáticos días de internación, Sergio no se despegó ni un momento de Carola. Escuchó cada parte médico diario con esperanza, aunque con cierta resignación. Las noticias nunca fueron alentadoras. El mejor pronóstico hablaba de que su esposa, siendo muy optimistas, podía quedar en estado vegetativo. Pese a todo, siempre se aferró a una pequeña esperanza y rezó para que su mujer se salvara. En medio del dolor debió soportar rumores y miserias de todo tipo: “Sé que dijeron que yo era el del video, sin ningún fundamento ni nada que lo comprobara, que estaba separado de Carola o que iba camino a eso, cualquier cosa”. Y muestra su celular y una de las últimas fotos de Carola que él le sacó y le envió al de ella, con la leyenda: “Para vos, con todo el amor”. Se emociona casi hasta las lágrimas cuando se le pregunta si ya le comunicó a su hijo que la madre había muerto. “Sí, está a mi lado, golpeado pero entero. Acá estamos, juntos, soportando el dolor”, responde serio. Y afirma que todavía le sorprende la historia que vivió y sufrió su mujer.

–¿Ella nunca le había dicho que se peleaba o temía una agresión de parte de Silvia Luna?
–Jamás. Si no, lo hubiésemos charlado. Yo hubiera hecho algo para no llegar a una situación tan extrema. Nunca pensé que una compañera pudiera a hacer una cosa semejante.

–¿Y ahora, en medio de semejante sufrimiento, qué espera?
–Yo era uno de los que veían por televisión cómo la gente reclamaba justicia cuando le ocurría algo trágico. Y ahora me toca a mí pedirla para mi mujer. La violencia no va a quitar el fabuloso recuerdo que tengo de ella. Con mi hijo nunca la vamos a dejar de amar. Pero no puedo admitir lo que su compañera hizo con ella; no me entra en la cabeza... Creo que todavía no soy muy consciente de lo que pasó. Pero cuando entro a casa siento un frío en el ambiente y en el pecho que no se puede explicar muy bien con palabras. Reconozco que tanto sufrimiento me corta hasta el aliento.Exclusivo. Carola Bruzzoni abraza a Silvia Luna en el bar Matute, escenario de la disputa entre ambas. Trabajaban allí desde hacía 5 años y terminaron de la peor manera: Carola muerta y Silvia presa, acusada de “homicidio simple”.

Exclusivo. Carola Bruzzoni abraza a Silvia Luna en el bar Matute, escenario de la disputa entre ambas. Trabajaban allí desde hacía 5 años y terminaron de la peor manera: Carola muerta y Silvia presa, acusada de “homicidio simple”.

La victimaria, detenida por la policía después de declarar ante el fiscal de la causa, Guillermo Massaroni.

La victimaria, detenida por la policía después de declarar ante el fiscal de la causa, Guillermo Massaroni.

Carola Bruzzoni en tiempos felices, cabalgando durante un fin de semana de descanso.

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