«Ser el candidato a ganar el oro no me mete presión» – GENTE Online
 

"Ser el candidato a ganar el oro no me mete presión"

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A los 27 años, Javier Andrés Correa acumuló los méritos necesarios para ser
considerado el mejor palista argentino de la historia. Una distinción que jamás
imaginó cuando a los 14 años, se subió por primera vez a un kayak: "Mi pasión
por este deporte surgió como algo natural. Nací en Bariloche, donde moverse
dentro de una canoa era algo muy común. Y al principio lo hacía como una
diversión, una aventura de chico… ¡No había nada más lindo que navegar por el
río o el lago!"
. A los dos años, cuando su familia se mudó a Viedma, esa pasión
se acrecentó: "Fue en 1987, en plena época de hiperinflación. Mis padres, Andrés
y María Rosa, tuvieron que mudarse porque trabajaban como docentes, y en
Bariloche ya no se podía vivir. El sueldo era escaso y la vida muy cara. Y
cuando llegué, el canotaje era el deporte más popular del lugar. Viedma es una
ciudad separada de Carmen de Patagones por el Río Negro, y los deportes náuticos
son los que más se practican".

Sus destacadas actuaciones en el país le valieron un rápido ingreso al equipo
argentino, y a los 16 años ya estaba corriendo su primer mundial juvenil donde
llegó hasta la semifinal. Y desde ese momento no paró más. Entre sus logros más
importantes figuran cuatro medallas en los campeonatos mundiales -una de bronce
en 1998 en los 1000 metros, otra de plata (1000 metros) y una de bronce (200
metros) en el 2000, y otra de plata en 2002 (1000 metros); además, se alzó con
otras veinte en distintas Copas del Mundo y seis de oro en los Juegos
Panamericanos, tanto como singlista como en dobles. Estos logros le valieron ser
distinguido por la Federación Panamericana de Canotaje en el 2003 como el mejor
palista del continente en la década, siete Olimpias de Plata en canotaje;
deportista del año en el 2002 para la Fundación Konex e infinidad de premios en
su provincia.

Todo esto lo transforma en una de las esperanzas argentinas para subirse al
medallero en Atenas 2004. Algo que lleva con mucha responsabilidad aunque
asegura que "no le mete presión": "Soy consciente de que por mis logros y mi
rendimiento, la gente ya cree que voy a ganar una medalla, pero lo más
importante es que yo no me la crea. Porque cuando uno llega a este nivel, sabe
que entre el oro y el octavo puesto, hay una diferencia de centésimas de
segundos. Entonces prefiero esperar ese día; lo único que puedo asegurar es que
voy a llegar bien y voy a dar pelea".

-¿Y de qué depende salir primero u octavo?
-Cuando las diferencias son tan pequeñas, ya no hay secretos. El campeón
olímpico será aquel que haga una carrera perfecta.

-¿Te quita el sueño saber que el oro en Atenas puede ser una realidad?
-Y, sería el broche ideal para mis once años de trayectoria. Hace ocho que, de
manera continua, me estoy entrenando para conseguir el oro. A mi vida la he
dedicado exclusivamente al canotaje, al punto de que no he hecho otra cosa que
remar. Uno se va planteando los objetivos con mucho tiempo de anticipación, y
cuando ve que la posibilidad está tan cerca, se da cuenta de que va por la buena
senda. Claro que ese camino no lo hace uno solo, acá hay un grupo de trabajo,
con Daniel Martinovich -mi entrenador- a la cabeza, y el apoyo de una familia
que, sin duda, son los verdaderos artífices de mis logros.

Cuando habla de su familia, a Javier se le ilumina la cara. Orgulloso, cuenta
que son cuatro hermanos, que el mayor -Juan- vive en Buenos Aires y se gana la
vida como pianista, que Luis tiene una confitería en Carmen de Patagones y que
Miguel, el menor, sigue sus pasos y ya está en el equipo nacional de kayak.
Tampoco se olvida de Clara, su novia: "Es de fierro. Porque se tiene que
aguantar los casi siete meses que estoy de viaje fuera del país y mis
entrenamientos que son muy rigurosos. Por suerte ella estudia Educación Física y
sabe bien cómo es la vida de un deportista
".

-¿Y cómo te costeás esos viajes por el mundo que muchas veces duran semanas
enteras?
-La mayoría de las giras están solventadas por la Secretaría de Deportes de la
Nación. Cuando comienza el año, la Confederación entrega el cronograma de
trabajo de todo el año, y la mayoría de los viajes están muy bien planificados.
Además, desde hace un año recibo una beca del Comité Olímpico Internacional, que
me ayuda mucho en el tema del alojamiento y la estadía.

-¿Y ahora, cuando se acercan los Juegos, es más fácil conseguir sponsors para
los deportistas amateur?
-Sin duda, porque es el momento donde todos se acuerdan de que existimos
(risas). Por suerte tengo una beca trimestral de la provincia de Río Negro, otra
de la Secretaría de Deportes de la Nación y hace poco empecé a recibir la ayuda
de Loma Negra. Esto me permite encarar la última etapa de la preparación sin
tantos problemas económicos.

-¿Cómo te preparás en la recta final?
-Después de esta última Copa del Mundo que disputé en República Checa, estoy
viajando a Alemania porque del 25 al 27, será la última competencia antes de los
Juegos. Esto nos servirá para ver lograr la mejor puesta a punto.

-¿Sentís que tener dos Juegos Olímpicos sobre tus espaldas puede ser de gran
ayuda el día que salgas a buscar el podio?
-Sin duda creo que voy a correr con esa ventaja. Ojalá esa experiencia sirva
para regalarle a mi familia y a mi país un lugar en el podio. Desde los 16 años
estoy subido a una canoa y siento que llegó el momento de ganar una medalla.

Desde los 16 años que compite por el país. A lo largo de once años de trayectoria, consiguió más de 60 medallas de todos los colores. Este año, del 23 al 28 de agosto, competirá por uno de sus máximos sueños: el oro olímpico.

Desde los 16 años que compite por el país. A lo largo de once años de trayectoria, consiguió más de 60 medallas de todos los colores. Este año, del 23 al 28 de agosto, competirá por uno de sus máximos sueños: el oro olímpico.

Con mucho sacrificio, Correa brilló en los dos juegos anteriores: en Atlanta 96 llegó a las semifinales y en Sydney 2000 obtuvo el quinto lugar. En Atenas competirá con su kayak en 500 y 1000 metros. Para los especialistas, es uno de los candidatos al podio.

Con mucho sacrificio, Correa brilló en los dos juegos anteriores: en Atlanta 96 llegó a las semifinales y en Sydney 2000 obtuvo el quinto lugar. En Atenas competirá con su kayak en 500 y 1000 metros. Para los especialistas, es uno de los candidatos al podio.

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