i fuese que la justicia da consuelo, hoy sería un día de paz. Difícilmente lo sea. Hoy es lunes 13 de mayo y el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de La Plata, presidido por los jueces Claudio Bernard, Liliana Torrisi y Silvia Hoerr, acaba de emitir su veredicto en relación al tristemente célebre Caso Píparo.
Como suele suceder en estas circunstancias, casi no es necesario explicar lo que pasó. No obstante, el oficio así lo indica. El 29 de julio de 2010, Carolina Píparo (36), embarazada de ocho meses, salió del Banco Santander (en la esquina de 7 y 42, La Plata) con 20 mil dólares y 13 mil pesos en su poder. Señalada, seguida e interceptada por una banda de motochorros, Carolina fue abordada al bajar de su auto y, luego de dispararle a sangre fría, le robaron el dinero. Inmediatamente internada, le realizaron una cesárea pero su hijo Isidro murió a la semana. Ella estuvo internada un mes y medio, gravemente herida. Desde entonces, y lo dijo en cada oportunidad, vive para ver que se haga justicia. Mientras, Dios les aportó un consuelo a Carolina e Ignacio: hace un año y medio llegó Inés a sus vidas.
LOS SENTENCIADOS. El abogado de Carolina, Fernando Burlando, pidió durante su exposición prisión perpetua para seis de los siete acusados. Estos son: Carlos Moreno (20, reconocido por Carolina como el autor del disparo), Miguel Silva (43, acusado de marcar a Píparo en el banco), Luciano López (20, manejaba la moto que interceptó a la víctima), Carlos Jordán Juárez (45), Juan Manuel Calvimonte (25) y Augusto Claramonte (44). Para Carlos Burgos, que fue señalado en un principio como autor material y estuvo preso hasta hoy, no pidió pena. Los jueces no estuvieron lejos de su requerimiento. Acusados por “asociación ilícita, robo doblemente calificado en concurso real con homicidio triplemente calificado por haber sido perpetrado con alevosía, con el concurso premeditado de dos o más personas y criminis causa en grado de tentativa”, los primeros cinco señalados por Burlando recibieron la condena de prisión perpetua (35 años efectivos de cárcel), mientras que Claramonte y Burgos fueron absueltos.
LA VIDA DESPUES DE LA MUERTE. Satisfecha con la sentencia pero dolida, “desterrada de mi propia vida”, Carolina Píparo habló después de conocer las penas. “Desde un primer momento confié en que iba a haber justicia. Este es el fallo que esperaba”. Más tarde, reflexionando sobre sus sentimientos, dijo: “No siento que tenga paz por esto. Isidro no está. Cualquier madre que haya perdido un hijo sabe que una no deja nunca de imaginar cómo sería. Tratamos de llevar una vida lo más normal posible, sin rencor, pero por dentro una ya no vuelve a ser la misma. Vino una persona a arrancarme la vida, literalmente. Y lo que más me asusta es que me voy con la sensación de que puede volver a suceder. No sé, pareciera que ningún caso es bisagra, que nada que pueda pasar nos hace decir ‘basta’. Ojalá hubiera habido un caso bisagra anterior que nos evitara este sufrimiento eterno”.
El juicio, que comenzó hace dos meses, tuvo su sentencia el lunes 13 de mayo. El abrazo de Carolina y Burlando refleja el alivio de haber llegado a esta instancia. De todas formas, habrá que esperar las apelaciones.
Carolina e Ignacio, padres del niño nonato fallecido tras la salidera, llegan a los tribunales. Ninguno de los dos se perdió ni un día del juicio.
La imagen del Banco Santander en el momento en que Carolina retiraba su dinero antes del asalto.
