No soy de dar notas porque me da mucho pudor, siempre me incomodó, sentía que no tenía nada para comunicar. Además la figura pública es Lanata”, asegura Sara Stewart Brown (40), la mujer del reconocido periodista, haciendo hincapié en que las declaraciones que dio luego de haberle donado a su marido un riñón, en lo que fue el primer trasplante cruzado en la Argentina –en marzo de este año–, fueron una excepción “porque era un tema muy importante”. Esta ocasión es distinta. Tiene que ver exclusivamente con un proyecto propio que la tiene como protagonista: el jueves 3 de diciembre inauguró Punto Kiwi, su tienda de arte en Recoleta, donde comercializará sus obras y las de otros veinte artistas, bajo un novedoso concepto de ‘arte accesible’.
PARA TODOS… Y TODAS. “Siempre me interesé por el dibujo y la pintura, pero lo tenía más como hobby. Seguí la carrera de Artes y Ciencias del Teatro, trabajaba con Fernando Peña. Pero después de haber tenido a Lola (en 2004) pasé por una crisis de replanteos en mi vida. Y como tenía una cuenta pendiente con el arte, decidí formarme. Empecé a estudiar en UNA (Universidad Nacional de las Artes), me especialicé en grabado y fui ayudante de cátedra. Aunque no terminé la carrera porque es eterna, en un momento di por concluida mi formación”, cuenta desde su taller del edificio Central Park en Barracas, donde después de la entrevista se quedará trabajando –a pesar de que es feriado– para llegar a tiempo con la inauguración de su tienda, que leva su sobrenombre, Kiwi, puesto por Jorge Lanata (55) en referencia al ave símbolo de Nueva Zelanda, donde su abuelo trabajaba “haciendo puentes”. “Es un pájaro petisito, gordo y peludo… no vuela. Como una gallina. Simpático”, había dicho el periodista, almorzando junto a su mujer con Mirtha Legrand.
–¿Cómo surgió la idea de abrir esta tienda de arte?
–Hace un año y medio, junto a mi amiga Leila Montero –con quien siempre compartí proyectos–, quisimos buscarle una vuelta más comercial al arte y se nos ocurrió abrir algo así, algo que no es muy usual en la Argentina aunque en el mundo es común. Superado el trasplante volví a la carga con el proyecto.
–¿Qué diferencia tiene con una galería?
–Justamente queremos remarcar que no somos una galería, sino una tienda. Las galerías por lo general tienen pocos artistas, se definen por un estilo y hacen exposiciones. La tienda en cambio va a tener una gran cantidad de artistas –emergentes y ya instaurados en el mercado–, con arte callejero, graffiti, obra figurativa, abstracta, pop, chica, grande, y por sobre todo, barata.
–¿Una de las grandes diferencias serán los precios?
–Exacto, y fijamos un límite. Van a ir desde los 500 pesos hasta los 15 mil. También vamos a tener un carrito de compras online. Queremos que la gente incorpore la idea de regalar arte. La mayoría no sabe que puede comprar una obra por el precio de un jean.
–¿Está muy instaurado el prejuicio de que el arte es sólo para gente adinerada?
–Hay un preconcepto de que si querés comprar una obra original vas a tener que pagar 5 mil dólares. La gente no entra a las galerías a preguntar cuánto sale un cuadro, no se sienten invitados. Con nuestra tienda buscamos abrir el juego.
“Trabajaba en teatro, pero después de haber tenido a mi hija Lola (11), pasé por una crisis de replanteos en mi vida y empecé a estudiar arte”
Conoció a Lanata en 1998 y seis años más tarde tuvieron a Lola (11). El periodista también tiene a Bárbara (25), de su relación con Andrea Rodríguez. En 2013 vivieron una crisis, aunque se reconciliaron, y en marzo de este año Sara le donó un riñón para un trasplante cruzado… “Lo hubiera hecho aún estando separada”, confesó entonces.
Su tienda de arte se llamará Punto Kiwi, en alusión al apodo que el periodista le dio en referencia al ave símbolo de Nueva Zelanda, tras enterarse que el abuelo de la artista había trabajado en la isla Stewart del país oceánico.
Sara en su taller del edificio Central Park en Barracas, donde después de la entrevista se quedó trabajando, más allá del feriado, para llegar a tiempo a inaugurar su tienda de arte.
