“Ricardo revolucionó mi vida como un huracán” – GENTE Online
 

“Ricardo revolucionó mi vida como un huracán”

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Pocas veces se tiene en mano el billete ganador con los números indicados para cambiar de estilo de vida. Erika Susana Mitdank (20 años, geminiana, modelo) es la dueña de ese pasaporte a la fama y a un mundo que anhelaba pero consideraba tan lejano. Hija de Juan Carlos (herrero) y Lidia (ama de casa), se crió en el partido de Moreno y es la cuarta de cinco hermanos (Marcelo, Patricia, Ariel y Nicolás, en ese orden).

“Para muchos, somos del campo. Estar desde hace algunos meses viviendo en Las Cañitas con mi prima me parece de otro mundo”. A los 18 años (recibida del colegio Martín Rodríguez) tuvo su primer trabajo como vendedora en un local de ropa. Mientras tanto, su deseo de ser modelo no menguaba. Al poco tiempo llegó la posibilidad en la agencia Models of the World. Su primera ficha técnica imprimió: “Altura: 1,70. Medidas: 85-60-90. Peso: 52 kilos”. Ahí, diría ella, “comencé mi carrera”.

Hace una semana llegó a Ideas del Sur para participar en el casting más curioso de la televisión, “Quiero ser la novia de Ricardo Fort”. Y quedó seleccionada como primera finalista. Para muchos, Erika ya es la favorita. Si bien todavía continúa el desfile de candidatas, ella dice que en su vida hay un antes y un después del empresario chocolatero. Se nota a simple vista.

¿Cómo llegaste al casting?
–No sabía de qué se trataba. Me llamaron de la agencia y me pidieron que fuese al estudio de Ideas del Sur. Nunca imaginé que iba a salir por televisión, en vivo, hablando con Marcelo (Tinelli)... ¡en un concurso para “ser la novia de Ricardo Fort”!

¿Cuál era tu opinión sobre Fort antes de conocerlo?
–Cuando lo vi por primera vez en televisión quedé embobada. Me gustaba tanto que mandaba mensajes para votarlo como ganador en El musical de tus sueños. A mis amigas las volvía locas hablando de él.

¿Tu familia cómo tomó la noticia de que sos la nueva “chica Fort”?
–Todos se enteraron a través de la tele. Cuando terminó el programa, mi teléfono estallaba. Y ni te cuento mi cuenta de Facebook... Mi familia lo vive con mucha tranquilidad: saben que esto es lo que me gusta y apoyan mis decisiones.

Muchos consideran tus cambios físicos como un sometimiento a los deseos de Ricardo. ¿Te sentís una mujer objeto?
–No, para nada. Me cambié el color de pelo como lo hace cualquier mujer. El me recomendó volver a ser rubia, como lo estuve un tiempo, y acepté. ¡Tampoco me puse un verde o un azul! Es algo normal. La operación de lolas era algo que siempre quise y nunca pude realizar. No lo veo malo tampoco. El se ofreció y acepté su generosidad. Igual, me tiene sin cuidado lo que digan.

¿Te gusta la propuesta de “vivir a full”?
–El concepto de “vivir a full” es en todo sentido. El tiempo, la comida, la exposición... Me gusta la forma de ser que tiene Ricardo. Es un hombre generoso, que me hace sentir muy mujer. Está en todos los detalles, me cuida. Jamás pensé que iba a encontrar un hombre así. La plata suma en el momento de los cambios pero después, si no tenés tema de charla, no sirve. Ricardo es el único hombre que cambió por completo mi vida.

Olvidemos el concurso por un rato. Si te doy 100.000 dólares, ¿en qué los gastarías?
–En ayudar a mi familia. Primero les daría la plata a mis padres, para que terminen la casa. Y después daría todo por ver bien a mi mamá. Desde hace 25 años ella no sale de casa. Sufre de esquizofrenia y pagaría todo el dinero del mundo para que reciba un buen tratamiento. Quiero que salga, que camine por la calle, que hable con la gente... La quiero ver bien.

¿Qué te pide Ricardo a cambio de tanta generosidad?
–No hay ningún contrato. Las cosas se van dando de manera natural. Ricardo no me pide nada. Es todo un caballero.

¿Hasta qué nivel llevaron su relación? Vi por televisión que se besan en la boca.
–Sí. Me tenté y le di algunos besos. ¿Sexo? No hubo. Pero si lo hay alguna vez, no lo voy a decir.

Así era Erika, hace seis meses atrás, antes de conocer a Fort y convertirse en su novia.

Así era Erika, hace seis meses atrás, antes de conocer a Fort y convertirse en su novia.

Los cambios son evidentes. “No soy una sometida. Es mi cuerpo y hago con él lo que quiero. Si la gente quiere opinar, que lo haga. No me importa lo que digan”, dice Erika.

Los cambios son evidentes. “No soy una sometida. Es mi cuerpo y hago con él lo que quiero. Si la gente quiere opinar, que lo haga. No me importa lo que digan”, dice Erika.

Erika tiene futuro asegurado: se incorporará al elenco de la obra Fortuna II para la temporada en Mar del Plata. Todas las noches acompaña al empresario desde las últimas filas del teatro Premier, para conocer la dinámica del equipo en escena. Por las tardes, recorre los más importantes shoppings de Buenos Aires para hacer estallar su tarjeta de crédito

Erika tiene futuro asegurado: se incorporará al elenco de la obra Fortuna II para la temporada en Mar del Plata. Todas las noches acompaña al empresario desde las últimas filas del teatro Premier, para conocer la dinámica del equipo en escena. Por las tardes, recorre los más importantes shoppings de Buenos Aires para hacer estallar su tarjeta de crédito

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