El juzgado de 32° Denominación de la Justicia de Córdoba cuenta con el juez Carlos Isidro Bustos como titular. Él, junto a su equipo, han sido los encargados de liderar la causa para repartir una de las fortunas más codiciadas de la Argentina: la de Manubens Calvet.
El letrado tuvo la tarea de terminar con el proceso, que demoró 39 años: el proceso incluyó negociar, repartir y acordar con todas las partes la fortuna de Juan Feliciano Manubens Calvet, valuada en 225 millones de dólares.
El monto anterior incluye 38 bienes inmuebles, que sumaban en total 148 mil hectáreas, y debió ser repartido entre las 79 partes que componían la descendencia de sus hermanos.
Pero todo cambió cuando apareció Manuel Antonio, un jubilado que afirmó ser el hijo legítimo y único dueño de la fortuna. En ese momento las internas, las disputas y las discusiones familiares se acrecentaron.
En diálogo con Infobae, el juez contó todo lo que vivió hasta que se conoció el veredicto y por qué el fallo demoró tanto en salir.
“Sin dudas que esta causa fue enorme y muy compleja. Juan Feliciano Manubens Calvet era un gran hacendado de Villa Dolores, que tenía inmuebles por todos lados. En el año 1981 fallece sin dejar descendencia, y tampoco estaba casado”, contó el abogado.
En ese contexto comenzaron los problemas. El principal fueron los supuestos hijos no reconocidos que empezaron a aparecer.
La primera fue una mujer paraguaya, que realizó un intento de estafa. Después apareció otra señora con un poder que aseguraba ser la pareja: no estaba firmado, pero tenía la impresión digital del difunto. “Ella aseguraba haber sido su pareja y socia en el último tramo de su vida, ya que administró los bienes de él”.
Manuel Antonio, el actual jubilado millonario que se presentó como el único hijo y heredero de la fortuna, que consiguió que se le otorgara ese beneficio, nunca logró que se acreditara esa paternidad.
“Ahora la Corte le permite usar el apellido de Manubens Calvet, pero su identidad nunca fue confirmada”, señaló el juez y agregó: “Maidana tenía alguna serie de presunciones posibles. Su madre había tenido un contacto con Manubens Calvet en una estancia en Entre Ríos, había alguna fotografía, un acta firmada en San Luis, digamos que tenía algunos elementos de dónde agarrarse”.
Con respecto al númerto de partes que solicitaron la herencia, 79 en total, el juez Carlos Isidro Bustos confirmó que como el proceso fue tan largo “los herederos se multiplicaban. Cada vez que se moría un heredero tenía 4 hijos, y se moría uno de los hijos y tenía otros 6. Terminamos con 79 partes, algunas de las cuales eran sobrinos bisnietos”, remarcó el profesional.
