“Quiero avanzar en mi relación con Pico, pero eso no significa casamiento” – GENTE Online
 

“Quiero avanzar en mi relación con Pico, pero eso no significa casamiento”

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¿Jugás al ping pong?
–Juego.
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El trato relaja la sonrisa de Zaira Nara (25), que ahora se acomoda en el sillón de su casa en Carlos Paz y mira llover mientras escucha las preguntas. A sólo dos días de terminar su temporada como parte del elenco de Los locos Grimaldi, la modelo se dispone a recibir el saque del periodista.

–¿Te sentiste sola este verano?
–No diría que tanto. Fue un desafío estar tanto tiempo sola, eso sí... Estoy acostumbrada a vivir alejada de mi novio, pero en Buenos Aires, con amigos, es más fácil. Pensé que la iba a pasar mal, pero la verdad es que siento que crecí mucho en independencia.

–Durante los tres meses en Carlos Paz, ¿cuál fue la comida que más te preparaste?
–Omelette de champiñones, queso y tomate. No porque sea mi especialidad, sino porque acá vivo alejada de la ciudad y esos ingredientes siempre los tengo a mano. Y si no los tengo, se los pido a mi vecina.

–Tu vecina es Paula Chaves...
–Já, sí. Por eso no tengo drama en pedirle nada. Es una de mis mejores amigas. De hecho, ahora está por venir, porque no le anda Internet en su casa.

–Volviendo a la cocina, ¿cuál es tu plato especial, ése con el que seducís?
–Mi especialidad es salmón a la sal al horno con wok de vegetales. Es bastante sencillo. Es livianito, se lleva bien con la noche y es rápido de hacer. Ponés el salmón en la asadera, así solo, y en la piel se le pone sal gruesa. Es súper simple pero parece re gourmet, y eso seduce.

–¿Y con cuál te seducen a vos?
–Unas buenas pastas. Es ideal porque Pico, al ser deportista, es experto en hacer pastas. No me acuerdo qué fue lo primero que me cocinó, pero habrá sido algo por ese lado.

–¿Cuál es el peor momento de un día en Carlos Paz?
–Me ha pasado de estar con mis amigas de visita en mi casa y que llegue el horario de ir al teatro, a eso de las ocho y media de la noche, el clima es ideal, empieza a caer el sol... y no me quiero ir a ningún lado. Pero, bué... No hay nada que hacer.

–¿El mejor momento?
–Cuando entro a mi camarín, porque lo comparto con Naza, Georgina y Muscari. Me hice muy amiga de ellos. Cuando nos encontramos es un placer, porque siempre tenemos algo para contarnos. Es como cuando te reencontrás con amigas... Bah, es exactamente eso.

–¿Sí? ¿Se puede hablar de amistad real después de una temporada de trabajo?
–Me hice amiga en serio. Saben todas mis cosas, y yo las de ellos. Eso es algo que resalto mucho de este tiempo. Porque mis amigas son de toda la vida, salvo Paula Chaves, que es del medio, y ellos son los primeros a los que puedo poner en la misma categoría sin resquemores.

–A Nazarena y a Muscari se los vio bastante crispados esta temporada, de escándalo en escándalo.
–Son muy buenas personas. Uno a veces no tiene que juzgar por lo que ve. Hablo por mí también, eh. Yo la veía a Naza y creía que era súper leona, súper peleadora, pero no la imaginaba como la gran persona que es. Mirándola por la tele la juzgaba tipo Doña Rosa... Ahora la conocí en serio. Capaz a mucha gente le pase eso conmigo, que me ve en los medios y no sabe quién soy.

–¿Cuándo fue la última vez que te quedaste dormida viendo una película?
–Y... Me pasa seguido. Con mi novio a veces nos tiramos en el sillón y yo siempre me duermo en la mejor parte.
(Sin siquiera tocar la puerta, entra Paula Chaves a la casa y escucha parte de la conversación. “¿Qué te están preguntando?”, interrumpe. Zaira le explica y Paula dice: “Ah, menos mal... Pensé que estaban hablando de sexo”).

–Serías bastante aburrida si siempre te quedaras dormida en la mejor parte.
–Noooo. Sería un embole.

–¿La última vez que lloraste con una película?
–Con Diario de una pasión, con Ryan Gosling y Rachel McAdams. La vi, fácil, cuatro veces. Cada vez que la vuelvo a ver, lloro. Aunque ahora que pienso, la última vez fue hace poco. Fuimos con Muscari a ver Agosto en un cine de Córdoba y lloramos los dos.

–¿Cuál fue el último libro que leíste?
–Lo estoy leyendo en este momento. Justamente, me lo regaló Muscari. Se llama Un lugar donde refugiarse (de Nicholas Sparks). Es una novela. Me la debe haber regalado porque tiene una pareja besándose en la tapa.

–¿El último regalo que recibiste?
–Me lo hizo Paula. Volvió de Chile hace dos semanas y me trajo un kit de manicura. Me hago las manos cada dos días. Soy re obsesiva con eso.

–¿Y el último que hiciste vos?
–Ayer le regalé a la jefa de Prensa, Ale Benevento, una cartera mía que le había gustado mucho.

–¿Cuándo fue la última vez que hablaste de casamiento?
–Hace una hora. Con Paula, que se casa este año. Tiene tantas cosas de laburo que no da abasto. Me parece que voy a terminar siendo su wedding planner.

–¿Y la última vez que hablaste con Pico Mónaco, tu novio?
–Recién. Un minuto antes de hablar con vos. Le conté que estaba por hacer la nota. Hablamos por chat todo el tiempo. Está en los Estados Unidos ahora.

–¿El mejor piropo que te tiraron en la temporada?
–Mirá. Tengo una obra en construcción al lado de casa y los obreros me vieron en bikini más que cualquier persona en mi vida. Pero son muy respetuosos. El mejor piropo, digamos, fue haber sido elegida La Chica del Verano.

–¿La última puteada que lanzaste?
–Creo que a mi perra. Hace un par de días me despertó a las siete de la mañana y yo me había acostado tipo cuatro. La quería matar... “China, ¡la p... que te parió”, habré dicho.

–¿Cómo sos cuando estás alejada de tu novio?
–Muuy tranquila. Estoy bastante acostumbrada. Lo llevo muy bien. Lo extrañé un montonazo, pero sabía que iba a ser así.

–¿Cómo hacen para estar tanto tiempo separados y mantener la confianza?
–La confianza está, no la trabajamos. Si la tenés que laburar es porque está faltando. Nosotros ni lo hablamos, porque sabemos quién es el otro.

–¿Cuándo se van a ver?
–Nos vimos hace quince días en Buenos Aires, un día y medio nomás, y ahora a fin de marzo en Miami, donde voy de vacaciones y él estará jugando un torneo.

–A principios de enero me dijiste que de casamiento hablábamos en marzo, después de la temporada. ¿Lo hablamos?
–¿Te dije eso? ¡Qué hija de p...! La verdad, no es un tema que quiera resolver rápido. Estoy feliz en este momento, y decidida a avanzar en mi relación, pero eso no significa casamiento. No soy tan estructurada como se piensa. Estamos muy bien, disfrutando este momento. Las preguntas a veces te hacen quemar etapas. Te soy sincera: si no me lo preguntás vos, a mí ni se me ocurre ponerme a pensarlo.

–¿Dependemos del periodismo para que den el paso?
–Já, já. No. Las cosas van naturalmente. Capaz ahora me voy de vacaciones, me relajo, y quién sabe si cuando vuelva tenga novedades. Hay que tomarse las cosas con calma.

Zaira en su casa de Causana, el barrio privado más exclusivo de Carlos Paz. A la hora de la nota se largó una lluvia torrencial, que no cambió la buena onda para posar.

Zaira en su casa de Causana, el barrio privado más exclusivo de Carlos Paz. A la hora de la nota se largó una lluvia torrencial, que no cambió la buena onda para posar.

“Fue un desafío estar sola tanto tiempo. Estoy acostumbrada a vivir alejada de mi novio, pero en Buenos Aires, con amigos, es más fácil. ¿La verdad? Pensé que la iba a pasar bastante mal”

“Fue un desafío estar sola tanto tiempo. Estoy acostumbrada a vivir alejada de mi novio, pero en Buenos Aires, con amigos, es más fácil. ¿La verdad? Pensé que la iba a pasar bastante mal”

“Estoy muy enamorada y quiero que la relación crezca, pero no soy tan estructurada como se piensa. Lo mío no es casarme urgente. Eso lo provocan más las preguntas de los periodistas que yo”

“Estoy muy enamorada y quiero que la relación crezca, pero no soy tan estructurada como se piensa. Lo mío no es casarme urgente. Eso lo provocan más las preguntas de los periodistas que yo”

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