Georgina Rodríguez, la pareja argentina de Cristiano Ronaldo, estrenó su serie en Netflix el 27 de enero pasado. En esa bioserie se encarga de contar "detalles emotivos de su vida diaria". Pese a ello, no se metió en el drama familiar que vivió gracias a su padre, un exfutbolista que terminó preso por narcotráfico en España.
Jorge Rodríguez, papá de la modelo, jugaba al fútbol de forma profesional en el Murcia y, después de retirarse como jugador profesional, decidió no volver a la Argentina, sino que se quedó en España. Fue en esa época cuando se vio involucrado con el negocio de drogas ilegales hasta que la justicia lo descubrió, enjuició y envió a la cárcel.
“Lo agarra la policía, va a la cárcel diez años. Ahí empieza un problema para Georgina. Era chiquita en ese momento, pero iba a visitarlo porque era el papá”, expresó Augusto Tartúfoli, el periodista de en Intrusos.
A pesar de esa situación, Georginalo visitó a menudo mientras era chica porque con su crecimiento eso se cortó. Luego, con la condena cumplida, su padre fue enviado a la Argentina y en nuestro país residió hasta su fallecimiento, en 2019. Aunque, hay que remarcar que en ese período la influencer de 28 años tampoco habló con él.
Tartu además añadió: “Cuando su papa estaba muy enfermo, la hermana le reclamaba que le pague un pasaje para aunque sea ir a verlo al padre. Todos en la familia hablan mal de ella".
Aparentemente esta historia es real porque tiene el respaldo de Jesús Hernández, el hermano de Ana María Hernández, la madre española de la modelo. Hernández en una entrevista con The Sun dijo que era "una sinvergüenza" y "que habían tratado de llamarla", pero que seguramente cambió su número porque nunca la encontraban.
En una entrevista que dio al magazine XLSemanal, la mujer de CR7 contó: “Mi padre intentó convencer a mi madre para vivir en Argentina, pero no lo consiguió y, cuando yo tenía un año, regresaron a Murcia”, expresó Rodríguez.
