Google sorprendió hoy con el homenaje a una mujer poco conocida aunque de gran influencia en su tiempo y para las futuras generaciones. Si bien es común que los doodles rindan homenaje a personajes poco conocidos, especialmente mujeres, llama la atención el hecho de que la homenajeada sea una princesa.
Es que en realidad, Vera Gedroitz fue mucho más que eso. Tuvo su título real, pero se formó y se destacó como cirujana de guerra. Nació el 19 de abril de 1870 en la Gobernación de Oriol del Imperio Ruso -actual Ucrania- y fue la tercera de cinco hermanos (Ignaci, Nadezhda, Alexandra y Sergei). Su madre era de origen alemán y su padre pertenecía a la realeza lituana. Tenía el rango de princesa, aunque muchas veces ha sido citada como duquesa.
Hoy, 19 de abril, se cumplen 151 años del nacimiento de Vera Ignátievna Gedroitz que es recordada por sus múltiples logros: además de ser cirujana fue profesora, poeta y autora. A ella se le atribuye el mérito de haber sido la primera cirujana militar de su país y una de las primeras profesoras de cirugía del mundo.
La historia señala que salvó innumerables vidas gracias a su servicio e innovaciones en el campo de la medicina en tiempos de guerra. Muchos años antes, y atravesada por el dolor tras la muerte de su hermano menor, decidió estudiar medicina para sanar a las personas y aliviar su sufrimiento.
Tras estudiar en la escuela de mujeres de Bryansk -de la que fue expulsada y luego readmitida-, arregló un matrimonio por conveniencia con su amigo Nikolai Belozerov. Por su carrera militar, él debió ser trasladado a Siberia mientras que Vera utilizó un pasaporte que le permitió ir a Suiza a continuar con sus estudios.
Asistió a la Universidad de Lausana y se formó en la clínica del Dr. César Roux. En 1898 se convirtió en doctora en Medicina y Cirugía. Regresó a su patria y fue contratada como médica de planta en una fábrica de cemento. Más allá de los muros de la fábrica continuaba atendiendo a los pobladores de Óblast ya que era la única médica de la localidad.
Apenas unos años ás tarde, en 1904, cuando estalló la guerra ruso-japonesa, se ofreció como voluntaria en el tren hospital de la Cruz Roja y estando en servicio realizó complejas intervenciones. Fue reconocida como la primera persona en realizar laparotomías en pacientes militares.
Al regresar de la guerra, Vera Gedroitz se convirtió en cirujana de la familia real rusa y recién después regresó a Kiev, a donde fue nombrada profesora de la Universidad. Escribió sobre tratamientos quirúrgicos y nutrición, pero también publicó poemas y obras de no ficción.
Diagnosticada con cáncer de útero en 1931, Gedroitz murió en marzo de 1932, a la edad de 61 años.
