El caso Fernando Báez Sosa mantiene en vilo a toda la sociedad, teniendo en cuenta que el próximo 18 de enero se cumplirán 3 años de su asesinato. María Claudia Castro (54) es la jueza titular a cargo del caso, quien junto a Christian Ariel Rabaia y Emiliano Lázzari, deberán dar su veredicto a fin de mes en el el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1.
En esta semana ya han habido tres fechas de audiencias en las que han presentado testimonio los amigos de la víctima, el joven acusado en un principio por los rugbiers de matar a Fernando, Pablo Ventura y los guardias de seguridad del boliche Le Brique, de Villa Gesell. Se espera que con el correr de las semanas alrededor de 150 testigos den su versión de lo acontecido.
En la actualidad, Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano Pertossi (21), Ciro Pertossi (22) y Lucas Pertossi (23), se encuentran imputados por "homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas", por lo que podrían recibir cadena perpetua.
María Claudia Castro, jueza titular a cargo
María Claudia Castro es oriunda de la localidad bonaerense de Azul y egresada de la Universidad Nacional de La Plata. La letrada se encuentra radicada en la ciudad de Dolores, donde ha desarrollado la gran parte de su carrera profesional. Una de las más importantes de su trayectoría fue en la del fotógrafo José Luis Cabezas, quien fue secuestrado y posteriormente asesinado en el año 1997.
En aquella oportunidad Castro se encontraba en el rol de Fiscal de Instrucción y el juez a cargo era Joé Luis Macchi, quien falleció en diciembre de 2018. Incluso, la sala a la que asisten los rugbiers es la misma que tuvo en el banquillo a Alfredo Yabrán, Gustavo Prellezo y Gregorio Ríos, entre otros tantos involucrados en el caso más resonante del fotoperiodismo argentino.
"En lo personal, significó una carrera acelerada en todo lo que es el procedimiento penal. El juez Macchi se pasaba días sin dormir en el juzgado. Era un juez excelente, muy celoso de su investigación. En ese momento era todo papel y se ordenaban un cuerpo de doscientas fojas por día, por lo menos", recordó la jueza en una entrevista a el DiarioAR sobre lo que significó ese caso, teniendo en cuenta que fue uno de sus primeros pasos en función.
"Cuando nosotros preparamos el juicio, el expediente tenía 210 cuerpos de 200 fojas cada uno. Nos marcó a los tres fiscales que intervenimos. Había que organizar el trabajo y sistematizar en muy poco tiempo, teníamos un mes y medio para encarar este juicio y empezaban a debutarlas nuevas reglas procesales. Los tres creo que nos sentimos orgullosos de haberlo podido afrontar", resaltó Castro.
A finales de 2014, y después de años de haber concursado al cargo de jueza, resultó electa en el penal del TOC 1 de Dolores.
