El abogado chaqueño Claudio Blanco es quien acompañó en sus últimas horas al exjuez federal de la Nación Norberto Oyarbide, quien murió el miércoles pasado a los 70 años debido a una serie de secuelas sufridas tras contraer coronavirus. El contagio se produjo luego de que participara de una reunión con amigos íntimos en el festejo de su cumpleaños.
Blanco, hincha de Boca Juniors, ex árbitro de basquet, analista de sistemas, empresario y hoy integrante del primer equipo de fútbol de diversidad y de un "equipo de tenis diverso", estuvo más presente que nunca en la vida de Oyarbide desde que el exmagistrado fuera internado en julio pasado por un grave cuadro de neumonía bilateral.
Desde que trascendió su relación con Oyarbide, los medios locales se referían al letrado como "un hombre multifacético a la hora de los negocios, incluido el mercado de la energía y el gasoil". El amplio espectro de ocupaciones e intereses de Blanco lo llevaban desde lo empresarial al deporte.
Hijo de un fallecido funcionario peronista de los 80's, la expareja del polémico exjuez nació en la localidad chaqueña de Puerto Tirol. Blanco llegó a Buenos Aires con la intención de dedicarse al sacerdocio y continuar su práctica como seminarista. Según cuentan sus allegados, cuando el abogado y deportista conoció a Norberto, se volvieron inseparables.
En algunas de las entrevistas en las que se refería a su expareja, Oyarbide sindicaba a Blanco como un gran compañero. "La presencia de Claudio en mi vida es el hallazgo. Lo nuestro fue por una providencia", aseguraba. Además, durante una nota concedida en el año 2012 el magistrado más mediático sentenció: "Quiero casarme en 2013".
Norberto Oyarbide y Claudio Blanco: por qué se separaron
Separado de Oyarbide, Blanco intentó reconstruir su vida. Sin un rumbo fijo en lo laboral, el joven estaba terminando su carrera de abogacía y vivía con su hermana en un departamento ubicado en Barrio Norte.
Más tarde ordenó sus prioridades y buscó un rumbo comprometido con la diversidad sexual. Hoy integra la selección de Los Dogos, que es la selección de fútbol gay, que gracias a su intervención consiguió el predio de la AFA para sus entrenamientos. Ese mismo interés por ampliar la diversidad en el terreno del deporte fue lo que lo llevó a ser parte de un equipo de tenis diverso, llamado Dogos Tenis.
Según información que brindaron a GENTE fuentes cercanas al exmagistrado, la pareja se separó porque "Oyarbide quería tener un hijo con su ex histórica ex novia, Daniela Battelli, y Claudio no quería".
En las últimas horas de vida de Oyarbide, Blanco fue quien lo acompañó en sus hospitalización, siempre en compañía de unos sobrinos del exjuez de la Nación. Era de los pocos que lo iba a visitar al IADT, el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento, ubicado en Marcelo T de Alvear al 2300. La primicia sobre su muerte la compartió en Twitter el periodista Diego Estévez.
Claudio Blanco: su escándalo mediático en 2018
En 2018, se investigó al novio de Oyarbide tras descubrirse una red de empresas fantasma y "cuevas financieras" que habían efectuado movimientos financieros millonarios y compra de autos de alta gama.
Por entonces se lo consideró supuesto testaferro del hoy fallecido exjuez. A principios de abril de ese año, el fiscal Jorge Di Lello había secuestrado documentación en las oficinas que integraba Blanco para analizar el llamativo incremento de su patrimonio desde que se convirtiera en pareja de Oyarbide.
Oyarbide: su relación con el poder, la religión y su salud tras su renuncia
"Para poder superar difíciles momentos. Yo soy una persona de fe (...) Pero he tenido que atravesar momentos donde necesité mucho el diálogo muy privado con Dios, y decirle con todas mis vísceras 'Dios, te necesito porque me siento muy mal'", contó Oyarbide el año pasado en PH, Podemos Hablar en una de sus últimas entrevistas en TV.
Contó que luego de abandonar su cargo debió someterse a un tratamiento médico derivado de un ataque de pánico. "Pensé que mi vida continuaba de una manera simple. Ya la magistratura no era mi tema diario, pero me di cuenta que estaba en la faz de la Tierra, porque el poder, como la droga y todos los vicios, tiene una tremenda compulsión a la adicción", continuó el ex magistrado que intervino en causas relacionadas con Carlos Menem, Cristina Fernández y Mauricio Macri.
Además confesó que tras su renuncia como juez debió enfrentar una reacción social adversa. "Yo estuve casi dos años sin poder pisar la vereda de mi casa, porque tenía gente en la calle que me gritaba cosas. Me gritaban cosas muy feas. Lo que más me dolía era cuando insultaban la memoria de mi madre", relató el polémico protagonista del caso Spartacus.
