Y una noche, el Poroto volvió a su primer amor. Fue el sábado, cuando en el inicio del Torneo Apertura 2008, Vélez Sarsfield empató 0 a 0 con Independiente. Desde uno de los palcos del estadio, su esposa, Nicole Neumann (26), luciendo su pancita de seis meses (tiene fecha de parto para el 9 de noviembre), lo alentó sin parar. Aunque el triunfo no se dio, Fabián Cubero (29) cumplió con su misión de anular al Rolfi Montenegro, la estrella del equipo de Avellaneda.
Dicen que el volante se tiene una fe bárbara para este campeonato, al punto que imaginó un festejo especial si hace un gol. ¿Chupete o babero escondido? Prohibido revelar el secreto... Lo cierto es que la pareja se muestra feliz de estar otra vez en nuestro país. Luego de haber vivido un año y medio en México –donde el 8 de mayo se casaron en secreto en el Cabo San Lucas, a pocos meses de que Nicole y Nacho Herrero acordaran su divorcio–, tuvieron que pegar la vuelta. Por un lado, extrañaban mucho a la familia; por otro, el nuevo DT de la Universidad Autónoma de Nueva León (Los Tigres de Monterrey) decidió no tener en cuenta a Cubero.
“Estaba de vacaciones y un día Manuel Lapuente me llamó al celular par decirme: ‘Lamento informarle que su plaza de extranjero la voy a ocupar con un delantero. Por lo tanto, deberá buscarse un nuevo club’. La noticia me cayó como un balde de agua fría, pero como no hay nada que pueda opacar la llegada de un hijo, no le di mayor importancia”, contó el futbolista. Y si bien al principio la idea era continuar su carrera en Europa, la falta de ofertas interesantes y la rápida intervención del técnico de Vélez, Hugo Tocalli, hizo que la pareja finalmente armara las valijas, cargara a sus cuatro perros (tres de ellos mexicanos) y volviera a Buenos Aires. “Yo fui una de las que más le hinchó para regresar. ¡La idea de tener al bebé lejos de mi familia era algo que me asustaba, y mucho!" –comentó Nicole al salir del estadio–.
"Por suerte ya estamos acá, instalados en casa y con la habitación de la nena preparada. Los dos queríamos que nuestra hija naciera en la Argentina. ¿Si tengo antojos? Hasta ahora, sólo dos. A los tres meses Fabián se tuvo que levantar a la madrugada a comprarme un chocolate. Y hace unos días me agarraron ganas de comer una pera. Entonces Fabi se levantó, la compró, y cuando me la trajo a la cama, le dije que... ¡la quería pelada! Y él, un santo, se comió la cáscara. Ese fue un gesto de verdadero amor”. 
Nicole, súper sensual con su pancita de seis meses, no pasó inadvertida en el estadio de Vélez.
Fabián Cubero retornó a Vélez tras su paso por el América de México.
Desde el palco siguió atentamente el regreso de Cubero a las canchas criollas.
