«Queremos que este amor dure muchos años» – GENTE Online
 

"Queremos que este amor dure muchos años"

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La calurosa noche del 10 de marzo, la del ingreso a Gran Hermano, ni se miraron. Ella, Natalia Fava (27), la más sexy de la casa, se sentó a la cabecera de la mesa. El, Santiago Almeyda (26), el cari lindo que enloquece a las teens, en la otra punta.
Los dos de rojo: ella, con un vestido hiperprovocativo; él, con una remera ajustadísima. Comieron y ni siquiera intercambiaron una frase. Un rato después, en el momento de bailar, Santi se fue con las otras chicas; Nati, en cambio, se divirtió casi sola. Hoy, ciento y pico de días después, están juntos (la historia es conocida) y se animan a recordar aquellos momentos en que el amor parecía improbable.

-Santiago, está claro que no hubo amor a primera vista.
-No. Creo que aquella noche estaba muy excitado con todo lo que pasaba. No sabía cómo era la casa, cómo eran las demás personas. Estaba concentrado en otras cosas.

-¿O sea que en ese momento fui una más?
-Y sí, Nati… Estaba en cualquiera. No miré a ninguna de las chicas. Recién al otro día, cuando nos levantamos, empecé a mirarlas.
-Para mí fue diferente. Yo te vi y dije: "Ese es mi chico". No sé por qué, pero me di cuenta enseguida. Hacía un montón de tiempo que no me pasaba algo así. 

-¿Y por qué no te acercaste, Natalia?
-Porque no. ¿Viste cómo son los hombres? Si yo me acercaba, Santi iba a querer divertirse conmigo y nada más. Yo desde que lo vi imaginé algo distinto con él. No sabía qué, pero me ilusionaba con que podía pasar algo bueno, porque me di cuenta enseguida de que él era distinto de los demás …
Santiago sólo asiente. El sábado abandonó la casa de GH, pero todavía no pudo disfrutar de su "chica", como él se encarga de repetir. Natalia viajó el domingo a Mar del Plata, y como el vuelo de regreso se retrasó, no pudieron encontrarse esa noche. Recién en la mañana del lunes, Pampita se ocupó de despertarlo con un llamado telefónico.
-Fue muy lindo -dice Santi, mientras la abraza por enésima vez en la tarde-. Hacía mucho que no la escuchaba. Bah, desde el sábado a la noche.

-Y eso es mucho tiempo acá afuera, Santi…
-Sí. Pero por suerte ahora vamos a poder estar juntos todo el tiempo.

-Santiago, ¿qué respondés si te pregunto por Tamara?
-Que es una muy buena amiga.
-¿Sólo eso? -pregunta ella.
-Nati, ya hablamos de eso. ¡Por favor!

-Santiago, ¿con Natalia aclararon todo lo que tenían que aclarar?
-Sí, ya está todo bien entre nosotros. El sábado me moría de ganas de abrazarla, de besarla, de estar con ella, pero no lo hice porque no sabía qué pensaba, cómo se sentía. Sólo pudimos hablar dos minutos, pero me bastaron para darme cuenta de que estaba todo bien. 

-Perdón que insista: ¿Tamara?
-A mí no me pasaba nada con Tamara. Es cierto que en algún momento estuve confundido, pero después me di cuenta de que ella era sólo mi mejor amiga. Los dos teníamos una relación afuera que respetar. No podíamos estar haciendo cualquier cosa. Yo sólo soñaba con Natalia. Al acostarme, cada noche, pensaba y se me partía el alma porque la quería conmigo dentro de la casa.

-Natalia, ¿cómo sobrellevaste esos momentos?
-Trataba de no entrar en el juego. Yo tomé la decisión de no hablar porque me hacía muy mal. Verlo ahí me mataba.

-¿Cuál fue el peor momento, Natalia?
-Fueron varios. La primera noche la pasé muy mal: no paré de llorar. Miraba las fotos de los dos juntos que tengo colgadas en mi habitación, y no podía creer que él estuviera haciendo eso. Verlo ahí, abrazado con Tamara, me hacía muy mal. 
-Perdoname, Nati. En serio.
-Sí, Santi. Está todo bien. Espero que ahora te portes bien…

-Natalia, ¿Tamara sigue siendo tu amiga?
-Yo quiero que Tamara gane el juego. Se lo merece por todo lo que dijeron e hicieron con ella. Te juro que no estoy enojada con ella. Mi problema era con Santiago. Por suerte hoy está todo bien.

-¿No sentís que se haya portado mal con vos?
-Ya fue. No quiero hablar más de eso. Ahora es nuestro momento: mío y de Santi. 
-Obvio. La casa ya fue. Ahora, después de hablar, los dos pensamos en algo más que en una simple historia dentro del juego. Creo que podemos ser una buena pareja: somos muy parecidos en muchas cosas. 

-Natalia, ¿te imaginás tu futuro junto a Santiago?
-Estamos empezando algo muy lindo, que la verdad no sé cómo puede seguir. Hoy te puedo decir que estoy muy feliz porque lo veo bien, porque estamos bien. Yo no sabía cómo resultaría la salida de él, pero estuvo divino.

-¿Santiago?
-Es pronto para hablar del futuro, pero la verdad es que en Nati encontré una muy buena chica. La que venía buscando hace tiempo. Queremos que este amor dure muchos años...

El la mira. Ella se ríe. Los ojitos de los dos brillan más que nunca. Esperaron mucho tiempo ("como sesenta días", apunta Guly) para estar juntos. Se vuelven a mirar y se unen en el enésimo beso de la tarde. Se despegan un segundo y ella sólo se ríe. Está feliz. Los dos lo están …Y no es un mal comienzo para una pareja que no es un juego.

por Juan Pedro Reca
fotos: Jorge Luengo
producción: Sofía Delger
(agradecemos a Hotel Brodway All Suites)
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Santiago: "Cuando salí de la casa, me moría de ganas de abrazarla, de besarla, pero no lo hice porque no sabía qué pensaba, qué sentía..."

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Desde que se vieron el último sábado, no quieren dejar de tocarse, mirarse, besarse. "Lo único que puedo pedirle a Nati es perdón. Ella se bancó lo peor" , dijo él.

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