-¿Star de cine?, pregunta un más que sorprendido madrileño cuando la ve pasar.
-Femme fatale, responde un parisino deslumbrado hasta el asombro.
-Piú bella.¡ Mamma mía!, ensaya como conclusión un milanés ante tanta belleza.
Mientras tanto, Jazmín De Grazia (19), argentina, modelo de la agencia Multitalent, 1,76 metro, 90-61-90, avanza por el Boulevard de la Croisette, corazón de Cannes. Es domingo en la ciudad, cuna del festival de cine más importante del planeta. Exactamente, el día de las ansiadas coronaciones. Por eso, Quentin Tarantino camina nervioso por la vereda del distinguido Hotel Martínez, mientras Tom Hanks se apresura para no llegar tarde a la conferencia de prensa que dará en segundos en el lujosísimo Carlton. Frente a las doradas playas del Mediterráneo, Antonio Banderas y Melanie Griffith esperan sonrientes frente al público en un Aston Martin que los conduce rumbo a la anhelada alfombra roja. Así de convulsionado es el mundo de estas estrellas. Los fans que invaden las calles lo saben, y son capaces de dar cualquier cosa por un autógrafo, un apretón de manos, o una simple mirada de sus ídolos.
Jazmín observa con asombro la devoción del público por sus artistas. Entonces, propone un juego: "¿Te animás a seguirme mientras camino?", consulta mientras se quita la ropa para lucir una inquietante bikini de color blanco. Y subida a unos tacos altísimos, la rubia finalista del exitoso reality Súper Model 20/02 provoca una reacción instantánea. Decenas de fanáticos comienzan a perseguirla -cámara en mano-, y a admirarla.
-¿Sorprendida?
-Y…, quise jugar un poquito pero no pensé que nos iban a seguir para todos lados. Igual me gustó, fue divertido.
-Evidentemente en Cannes mató pero, ¿cómo le está yendo en Milán con su carrera?
-Bárbaro, me conocieron gracias a Multitalent Agency y eso posibilitó que me contrate la agencia Riccardo Gay, hiper reconocida a nivel mundial. ¿Qué más puedo pedir?
-Jazmín, ¿qué quedó de aquella adolescente que vivía en Temperley con sus padres y sus hermanos?
-¿Viste? No puedo creer lo que me está pasando. La verdad es que estoy viviendo una oportunidad única. Pero cuidado que no me olvido de mis orígenes, ¿eh?
-¿Y cómo es la vida de una modelo en Milán, la cuna del fashion internacional?
-Un flash. En Milán estoy haciendo una experiencia increíble. Asisto a un promedio de 10 a 15 castings por día, que son verdaderas pruebas de fuego, porque te ven clientes de los lugares más exclusivos del mundo. Comparto un departamento con mi amiga, diosa y modelo, Priscila Crivocapich. Todos aquí son súper profesionales y nos cuidan muchísimo.
-¿Le sirvió la experiencia que hizo en la Argentina?
-Sí, ahora voy a estar hasta junio en Italia, después viajo a Miami, y regreso a la Argentina y a Uruguay para trabajar en el verano 2005 en Punta del Este.
-Una agenda más que cargada. ¿Dígame por qué cree que la eligieron?
-Por mis encantos (sonríe pícara). Sé que lo que más atrae es mi cara de niña. Y, como corresponde, yo exploto eso, no te lo voy a negar. Por eso hice campañas de ropa para adolescentes y producciones como mannequin. Puedo ser una nena inocente o una mujer fatal.
-¿Sólo en el modelaje o también en la vida real?
-En ambas, ja, ja.
-¿Y cómo es trabajar en el exterior?
-¡Uuuyyy!, hay que ser súper profesional. Te doy un ejemplo: si llegás cinco minutos tarde a un casting, mejor volvé a tu casa. Ah, y ni se te ocurra ir sin tacos, sin maquillaje, y vestida así nomás porque ni siquiera te dejan pasar de la puerta.
-¿Y usted se cuida o sigue siendo chica terrible como en la adolescencia?
-Ja, ja, aunque no me lo creas, antes era más extravertida. Cuidado, que no me volví tímida, pero me cuido más; digamos que estoy más grande y me volví más desconfiada.
-¿Es fiel?
-Por supuesto, hace dos años y medio que estoy de novia con Eric. Lo amo.
-¿Parece muy apasionada?
-Terriblemente. En mi vida privada lo que más me importa es amar y sentirme amada.
-¿Y en su profesión?
-Sueño con llegar a ser una número uno. Mi desafío es triunfar en las pasarelas de todo el mundo.
por Miguel Braillard
fotos: Santiago Turienzo
(enviados especiales a Francia)
producción: Sergio Bárbaro
agradecimientos: Ricky Sarkany, Sunstroke y María Vázquez
Jazmín sedujo a los fanáticos del festival, que por un momento dejaron de retratar a las estrellas de Hollywood para obtener una imagen suya frente al Mar Mediterráneo.
En pleno Boulevard de la Croisette, la modelo nacida en Temperley cosechó miradas, gritos y aplausos. Frente al exclusivo Hotel Martínez, los guardias de seguridad tuvieron
que colaborar para que se pudiera completar la producción fotográfica.
