Finalmente, los hijos de Silvio Berlusconi, el italiano de 85 años, ganaron la pelea familiar y el varón no se casará con la diputada Marta Fascina, de 32, pese a que era su deseo, según había confirmado hace un tiempo. El político tiene, según la revista Forbes, una fortuna valuada en 6700 millones de euros.
Los cinco hijos del magnate, Marina y Pier Silvio, nacidos de su matrimonio con Carla Dall’Oglio; y Barbara, Eleonora y Luigi, fruto de su matrimonio con Verónica Lario, se opusieron a la formalización de dicha unión por los problemas que puede generar el reparto del patrimonio de su padre en un futuro no muy lejano.
Pese a que no habrá boda, sí habrá un “matrimonio simbólico” que no tendrá valor jurídico. El mismo se celebrará el próximo 19 de marzo y fue denominado una “fiesta del amor” a la que asistirán los hijos y los quince nietos del quinto hombre más rico de Italia, junto con sus amigos más íntimos.
Como lo anunció el propio Berlusconi, quien aspiraba a casarse por tercera vez con la mujer con la que mantiene un vínculo amoroso desde hace dos años: “La relación de amor, estima y respeto que me une a la señora Marta Fascina es tan profunda y sólida que no hay necesidad de formalizarla con un matrimonio”.
Fascina es Licenciada en Filosofía en la Universidad La Sapienza, de Roma. Ella trabajó en la oficina de prensa del Milan cuando el equipo de fútbol era propiedad del empresario, y en 2018 fue elegida diputada por Forza Italia, el partido de Il Cavaliere.
Ella es la dueña del corazón de Berlusconi y se la vie siempre al lado del tres veces primer ministro de Italia desde que tuvo COVID-19. A través de sus redes sociales, él mandó señales de un posible matrimonio con fotos que los muestran muy enamorados el día de San Valentín y en el cumpleaños de ella. A pesar de ello, la boda quedó en stand by.
