La recorrida que hicieron juntos, este sábado, Daniel Scioli y Victoria Tolosa Paz por los puestos de una feria montada en Plaza de Mayo no es casualidad. A los dos les gustaría integrar una de las fórmulas que compita dentro del Frente de Todos (FdT) en las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) de agosto. El embajador en Brasil y la ministra de Desarrollo Social tienen una buena relación y comparten la misma visión en cuanto a cómo se debe resolver la interna de un oficialismo en apuros.
A pocas semanas del límite para presentar a los precandidatos, el peronismo sigue sin una estrategia electoral. El mismo día que se reunieron los congresistas del Partido Justicialista (PJ) para analizar qué camino tomar de cara a las presidenciales de octubre, Cristina Fernández de Kirchner reafirmaba, esta vez mediante una carta publicada en sus redes sociales, que no será candidata a nada en las próximas elecciones.
Pese a esa renuncia, desde el kirchnerismo aún quieren evitar que haya un enfrentamiento en las PASO. Lo mismo piensan en las filas del Frente Renovador que lidera el ministro de Economía Sergio Massa. En el oficialismo hay quienes sostienen que la precandidatura de la vicepresidenta hubiese frenado una interna.
“Tiene que haber PASO en el Frente de Todos. Es el mejor ordenador es la voluntad popular. Nos va a fortalecer y ampliar. Hay que recuperar ese espíritu de gran participación”, dijo Scioli en la feria donde comerciantes de la economía popular, el cooperativismo y la agricultura familiar, exhibían sus productos en los puestos que se extendían sobre algunas cuadras de Avenida de Mayo bajo la consigna “Trabajo, tierra y soberanía”.
Scioli fue uno de los primeros que anticipó que buscará suceder al presidente Alberto Fernández, pero aún no larga prenda sobre quien lo acompañará en segundo lugar. “Tengo un fuerte compromiso con el federalismo y con la agenda del desarrollo y la defensa del trabajo, con bajar la inflación y mejorar los salarios. Eso le propuse a los argentinos renovado con el aprendizaje constante que me dio mi experiencia actual en Brasil”, explicó ayer en declaraciones a la agencia estatal de noticias Télam.
También dijo que “hay tiempo para pensar en la fórmula”. A su lado se encontraba Tolosa Paz, siempre esplendida y con una inmutable sonrisa.
Sobre la decisión de Fernández de Kirchner de declinar su postulación a una tercera presidencia, el exgobernador de Buenos Aires opinó que “es respetable desde un punto de vista humano y político”. La vicepresidenta ya había adelantado en diciembre pasado que no se presentaría como candidata porque afirma que la Justicia intenta “proscribirla”luego de que fuera condenada ese mes en una causa por corrupción.
Una carta para la vicepresidencia
Tolosa Paz aseguró que comparte “la mirada en la etapa que viene” con el embajador y opinó que “no hay síntesis en una candidatura que no se construya legitimada por el voto popular”. En declaraciones a Télam, la ministra dijo que “las PASO van a fortalecer el Frente de Todos. Nadie se ha ido de la coalición por lo que la mejor manera de saldar las diferencias es con las PASO”.
Además, explicó que “el pueblo argentino sabe que a pesar de las enormes dificultades si mira por fuera del Frente de Todos”, la oferta electoral de la oposición es la que llevó “al endeudamiento y achicamiento de la capacidad productiva”por lo que aseguró que “si el peronismo vuelve a enamorar, hay una gran oportunidad de volver a gobernar”.
“El 13 de agosto es el primer partido y hay jugadores muy claros. Hombres y mujeres comprometidos. Seremos titulares, suplentes o simplemente aguateros. Pero hay que construir una gran victoria en las PASO para tener un triunfo definitivo en las elecciones generales del 22 de octubre”, subrayó la funcionaria.
Scioli no es el único precandidato del oficialismo al que le gustaría que Tolosa Paz lo acompañe en la fórmula. La ministra, resistida por buena parte de La Cámpora, resultó ser una de las piezas claves para la supervivencia de un Gobierno sumergido en una grave crisis económica y con uno de los más altos índices de pobreza de las dos últimas décadas.
