Como un día más, Joaquín Sperani (14) asistió al Instituto Provincial de Enseñanza Media (IPEM) 278 Malvinas Argentinas, en la ciudad cordobesa de Laboulaye. Las cámaras cercanas a la escuela muestran que llegó caminando junto a su mejor amigo, identificado como L. (13) y, tras dejar su bicicleta en la escuela, se fueron. Ese día, el adolescente no volvió a su casa.
La familia de la víctima denunció su desaparición. Mientras la policía y varios amigos de la familia realizaron un intenso rastrillaje por la zona, la prima de Joaquín y vecinos de la familia encontraron su cuerpo sin vida en una casa abandonada, a 100 metros de la escuela donde estudiaban. A su lado, había un fierro y unos ladrillos.
El presunto asesino habría declarado en las primeras horas ante la policía. Según informaron, L. habría brindado declaraciones erráticas para despistar la investigación del crimen. Más tarde, el adolescente de 13 años confesó el crimen: “Yo lo maté a Joaquín”.
Qué dice la autopsia de Joaquín Sperani
Los primeros datos que arrojados por la autopsia del cuerpo del adolescente aseguran que Joaquín murió de inmediato debido a un traumatismo craneal. La víctima recibió, al menos, 10 golpes en su cabeza y no se evidencia señal de resistencia.
La palabra de Martín y Mariela, los papás de Joaquín
Martín Sperani (46), el padre del chico muerto, aseguró que escuchó al presunto agresor declarar: "Sí, yo lo maté a Joaquín". Según el testimono del padre de la víctima, él se encontraba en la habitación de al lado cuando el adolescente admitió que había asesinado a su amigo. De todos modos, esa información no tiene validez legal.
"No termino de entenderlo. Es muy duro, no caigo. Me pregunto por qué, pero no tengo la respuesta", expresó Martín a los medios sobre quien sería el asesino de su hijo.
"Este chico es un psicópata. Era amigo de toda la vida de Joaquín, hicieron la primaria juntos, cumpleaños... Como familia, íbamos al campo de ellos. No había nada que nos llamara la atención", expresó Mariela Flores (40) ante las cámaras de TN.
La mujer también aseguró que la institución educativa a la cual asistía su hijo tendría que hacerse cargo de lo sucedido. "No puede ser que después de tres días encuentren a Joaquín atrás de la escuela en una casa abandonada", explicó.
En este sentido, Mariela responsabilizó al colegio por no haber avisado que su hijo no había llegado a clases, pese a que su bicicleta se encontraba en la entrada. Luego explicó que en las imágenes tomadas por una cámara cercana se ve al acusado volviendo solo a clases un poco "apurado". "Volvió a clases con el teléfono de mi hijo encima", sentenció.
Algunas hipótesis sobre el asesinato
Si bien la madre de Joaquín planteó que su hijo sufría bullying en el colegio, Alejandra Jiménez, directora del IPEM 278, negó la teoría de la madre: "Ella vino sólo una vez a decir que a su hijo le faltaban hojas de su carpeta. Fue la única vez que vino, habló con la preceptora y los coordinadores. No planteó nada sistemático".
Algunas fuentes cercanas al caso aseguran que L. estaría enamorado de Joaquín, y que por ese motivo lo asesinó. Aún no hay pruebas sobre el móvil del brutal asesinato.
Qué pasará con el presunto asesino
Al tener 13 años, el principal sospechoso y acusado es inimputable por la ley. Es por eso que la causa fue derivada al Juzgado Penal Juvenil cordobés. El joven, identificado como L., se encuentra alojado desde el lunes en el Complejo Esperanza. En las próximas horas le realizarán una serie de estudios psicosociales y ambientales.
"En la situación de adolescente no punible ya está interviniendo la Secretaría de Niñez Adolescencia y Familia (Senaf)", remarcó el Juzgado de Control, Faltas, Niñez, Juventud, Penal Juvenil, Violencia Familiar y de Género de Laboulaye.
"El juzgado exhortó a los medios de comunicación locales y nacionales a que tengan en cuenta el principio constitucional de inocencia y dignidad de las personas, como así también, las directrices que rigen en materia de los procesos penales juveniles", expresaron desde el Poder Judicial de Córdoba.
