En un abrir y cerrar de ojos, Florencia de la V (34) construyó su historia. Su boom, sin eufemismos. El mismo que le permitió, pese a haber nacido varón, transformarse en la “primera dama del teatro”. Como una alquimista, supo reunir en dosis exactas talento artístico y carisma natural. Desde sus comienzos, allá por el ’95, todo fue en ascenso. Pero el camino supo ser tan intenso como sinuoso: las obras de bajo presupuesto, las primeras notas, alguna que otra polémica en los programas de la tarde, su revelación en la comedia, el desembarco en la televisión... ¡y zas! El estrellato que disfruta hoy en día, y que aún no vislumbra fecha de vencimiento.
Para iluminar estas palabras, aportamos datos. Más de un millón de personas fueron a verla a todos los espectáculos teatrales donde participó, siete de ellos como cabeza de elenco. Con ese empujón de confianza, exactamente un año atrás terminó su relación laboral con Gerardo Sofovich y redobló la apuesta, montando su propia compañía. El desafío fue inmenso, casi faraónico, y le permitiría recobrar la adrenalina de los primeros años. Por ese entonces le decía a GENTE: “Fui la primera travesti que encabezó en calle Corrientes y ahora soy la primera productora. Hipotequé mi casa para producir mi propia obra... pero me tengo fe”.
No se equivocaba. Cerca de 120 mil espectadores vieron Livin la viuda loca, su primera producción como empresaria, protagonizada junto a Emilio Disi, con quien ya forma un dúo registrado. Recorrieron 50 ciudades en un tour nacional, y en todas las localidades debieron agregar funciones, coronando un verdadero récord de recaudaciones.
El último fin de semana, GENTE la acompañó en el final de su gira, en el complejo City Center de Rosario. Tras la caída del último telón de esta primera temporada, entre ramos de flores, algún lagrimón y varios brindis, Flor se anima a analizar su propio suceso. “Este debut fue muy importante para mí. Va a quedar grabado en mi mente mucho tiempo. Me costó el duelo del final... Igual, nunca se dice que es la última función, siempre se habla de una vez. Cerré una etapa muy importante para mí”, confía en su camarín, con Pablo Goycochea (43), su marido, custodiándola.
–Cuando arrancaste tenías muchos interrogantes sobre la producción teatral. Viendo los resultados, ¿fue más fácil de lo que suponías?
–¡Noooo! Es muy complicado, y los éxitos no están asegurados. Hay muchos que hablan y hablan, pero me encantaría que mostraran los bordereaux de sus taquillas. ¡Ninguno llena teatros! Te lo puedo asegurar. Pero no es fácil, y cuando uno realmente quiere hacer las cosas bien, hay que invertir con ganas.
–Con este final, ¿te recibiste de productora profesional?
–Sí, pese a quien le pese, soy la más exitosa del momento. Lo mío no es solo bla bla, ni pago a reidores o extras para llenar la sala. Y aunque es triste terminar una etapa tan linda, tengo una energía gigante para comenzar los ensayos de mi nueva comedia (con la que planea debutar el próximo verano en Carlos Paz).
–¿Sentís que tu éxito molesta?
–Obvio. Hay mucha envidia. Y en mi obra está muy claro que soy la primera figura, la que convoca. Eso no me lo puede discutir nadie. No sólo por estar arriba en la marquesina... Hay muchas que se suben al carro de un éxito y, en realidad, son una atracción más de un largo número de figuras. Son un ramillete de artistas que se adjudican el éxito como propio, cuando no lo es.
SU NUEVO DESAFIO. “Quiero seguir produciendo otro tipo de espectáculos, no sólo obras para mí. Siempre tuve esta veta oculta, y ahora la estoy desarrollando. ¡Se me despertó un monstruo!”, dispara Flor, adelantando su nueva mira como productora. Y el arranque será a lo grande. El 27 de noviembre, en su rol de empresaria, traerá a Buenos Aires el show de Village People, los creadores del hit YMCA, la mítica banda de música disco. La cita será en el Luna Park, con entradas que irán desde los 130 a los 300 pesos.
–¿Cómo surgió la idea?
–Es que me encantan los Village. Los sigo desde siempre, soy media fan. ¡Vamos a armar una fiesta para todos! Además, ese día pienso festejar el récord de lo que fue mi obra... ¡y el éxito de mi Twitter! ¡Ya superé los 150 mil seguidores!
–¿Nunca te bajarías a ser nuevamente una figura mimada, desligándote de tantas responsabilidades?
–No, ya no. Aparte, a pesar de lo trabajoso que puede ser, los beneficios borran el esfuerzo.
–Perdón la indiscreción: ¿ganaste mucho más dinero?
–Sí (sonríe), pero también tenés que reinvertirlo. Hay que ponerlo en la rueda de nuevo, y pagar sonido, técnica, vestuario, artistas. Yo llevo al escenario un espectáculo de calidad, lo mejor a mi alcance. Los que vienen a verme lo saben y no salen defraudados. Hay que respetar al público: ése es mi único secreto.
Flor alza sus manos en el saludo final junto a Emilio Disi, Toti Ciliberto y el resto del elenco. El público le regala una ovación de pie. Fue la función de despedida de su primera comedia como empresaria.
“Las mujeres me aceptaron y son las grandes seguidoras de mi carrera. Saben que luché mucho por ser Florencia de la V. Y a ellas les debo mucho de lo que soy”, destaca.
Brindis final de todo el elenco de Livin la viuda loca y un nuevo desafío: el 27 de noviembre, en su rol de empresaria, traerá al Luna Park el show de Village People, la mítica banda de música disco.
