«Pensamos casarnos y tener hijos, pero recién cuando terminemos la carrera» – GENTE Online
 

"Pensamos casarnos y tener hijos, pero recién cuando terminemos la carrera"

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La misma pasión que los llevó a ser dos deportistas de alto rendimiento fue
la que los cruzó en la vida. Sin dudas, Guillermo Cañas (26) y María Emilia
Salerni (20) le deben al tenis la oportunidad de ganarse la vida haciendo lo que
más les gusta. Pero, gracias a este deporte también, tuvieron la posibilidad de
conocerse y de vivir un apasionado romance. Se los conoce como "la pareja feliz
del tenis"
, y ellos, por primera vez en una nota, se encargan de confirmarlo.
"Guillermo es el gran amor de mi vida", dice La Pitu, y antes de que comiencen
las preguntas abre grande sus ojos, dibuja una sonrisa adolescente y agrega: "Me
apoyo mucho en lo que me dice y tenerlo cerca me hace sentir segura. Estoy
pasando por una etapa muy linda y todo se lo debo a la persona que me regala los
mejores momentos de mi vida".

 
Sólo hace falta refrescar el breve archivo del 2004 para darse cuenta de que,
más allá del amor con el que habla, hay mucho de cierto en sus palabras. Veamos.
En enero llegó hasta la semifinal del Abierto de Tasmania y en febrero consiguió
jugar su primera final en el torneo de Waikoloa, en Hawai. Esto le sirvió para
trepar 40 puntos en el ranking mundial de la WTA. Ahora, su meta para el 2004 es
terminar el año en la exclusiva elite de las top ten.

Pero, al parecer, este romance no sólo le sienta bien a ella. Después de una
serie de lesiones en su muñeca derecha -debió ser operado tres veces-, Guillermo
Cañas volvió con todo al circuito. En enero se adjudicó el Challenger de Nueva
Caledonia y, el mismo mes, venció nada menos que al inglés Tim Henman y llegó
hasta octavos de final en el Abierto de Australia: "La verdad es que estoy muy
contento porque volví a jugar y lo hice en un gran nivel
", confía Willy. Y
mientras abraza a su novia agrega: "Además, me pone muy feliz que a La Pitu
también le esté yendo bárbaro".

-¿Los sorprendió que los dos hayan arrancado el 2004 tan derechos?
Salerni:
-En cuanto a lo personal, creo que fue el fruto de varias cosas: el
trabajo acumulado, el hecho de haber cambiado de entrenador, la maduración que
tuve en este último tiempo y toda la ayuda que me da Guillermo.
Cañas: -Reconozco que el último año y medio fue muy difícil por todo lo que viví
con mis lesiones. Tuve una etapa mala, pero también me sirvió para crecer. Hoy
disfruto mucho más el tenis y, después de haberlo perdido por tanto tiempo, veo
las cosas de otra manera.

-¿Podría cada uno analizar el buen rendimiento del otro?
Cañas:
-Creo que a La Pitu le llegó el gran momento de maduración en su carrera.
Tuvo dos años de transición donde pasó de gran junior a una exigencia dura como
lo es jugar en el circuito profesional.
Salerni: -Lo de Guille se lo adjudico a las ganas y la fuerza que le pone a
pesar de todo lo que vivió. Era algo que se veía venir por cómo trabajó y por la
voluntad que tiene.

-¿Son de mirar los partidos del otro para después comentarlos o para corregirle
algún error?
Cañas:
-Yo miro mucho los partidos de ella y la verdad es que los sufro más que
a los míos. Es muy agotador ver jugar a la persona que querés. Pero no opino
nada sobre su juego o sobre sus golpes. Sólo la aconsejo cuando siento que mi
opinión le sirve para tomar alguna decisión.
Salerni: -Yo también los miro y lo que sufro es increíble (risas). En el último
partido contra Henman me puse tan nerviosa que, después, ¡estaba más agotada yo
que él!

-Los saco un poco del tenis. ¿Cómo nació este amor?
Cañas:
-El tenis mismo nos llevó a conocernos. Yo la había visto un año antes de
empezar a salir, y luego se fue dando hasta que nos pusimos de novios en
noviembre del 2001.
Salerni: -Yo, la verdad, no lo conocía para nada (carcajadas). Me acuerdo que en
el primer viaje que hice a Australia nos tocó ir en el mismo avión, cosa que
hasta ahí ni había registrado. Y cuando bajamos, nos juntamos varios tenistas y
lo crucé por primera vez. Nos saludamos y fue una atracción mutua.

-Después, trataban de armar las giras para encontrase...
Cañas:
-Por suerte, coincidimos en varios torneos y nos empezamos a conocer
mejor. Hicimos una gira a principios de año, hablábamos mucho y cuando terminó
la temporada empezamos a salir.

-Es sabido que por los viajes tan prolongados, a muchos deportistas de elite se
les complica la vida de pareja. El hecho de que los dos sean tenistas, ¿hace que
sea más fácil manejar el tema del noviazgo?
Salerni:
-Creo que sí, es muy importante. Porque los dos hacemos el mismo
trabajo y uno entiende mucho mejor cuando el otro está de mal humor porque
perdió un partido o llega cansado y no tiene ganas de salir o de cocinar.
Respetamos los tiempos y los silencios del otro como si fueran propios.

-¿Alguna vez hicieron un viaje imposible, para poder encontrarse después de
estar varias semanas sin verse?
Salerni:
-En el 2002 llegué muy tarde con mi entrenador a París y debía esperar
hasta el otro día para tomar el tren e ir al torneo. Eran las diez de la noche y
me moría de ganas de ver a Guillermo, que se encontraba a dos horas de
distancia. Entonces me tomé un taxi, fui hasta su hotel, cenamos, dormí muy poco
y volví -¡otras dos horas de viaje!- hasta el aeropuerto para salir hacia el
lugar donde tenía que jugar. Fue más el viaje de lo que nos vimos, pero valió la
pena.
Cañas: -Yo, el año pasado, cuando estaba lesionado, en varias oportunidades me
tomé un avión y me fui a Europa sólo para estar con ella. Algo que nunca me
había pasado: iba a los torneos y en lugar de estar con la credencial de
jugador, estaba con la de espectador (risas).

-La última. ¿Ya piensan en el casamiento o en formar una familia?
Cañas:
-No hablamos de casamiento porque sería como ponerle un rótulo a nuestra
relación, y nada más. Cuando estamos en Buenos Aires convivimos y llevamos una
vida de matrimonio. De todos modos, no es algo que nos suene muy raro. Por ahí,
dentro de dos o tres años empezamos a preparar la boda.
Salerni: -Y en cuanto a formar una familia, es algo que anhelamos, pero somos
conscientes de que tenemos una larga carrera tenística por delante. La verdad,
por ahora sólo pensamos en disfrutar este gran sueño que estamos viviendo.

por Sergio Oviedo
fotos: Alejandro Carra
producción: Sergio Barbaro
peinó: Fabio Alessio, para Peluqueros Contemporáneos con productos KMS
agradecemos a: Tascani, Jazmin Chebar y Lupe

Tratamos de no pasar mucho tiempo sin vernos. ¿Lo máximo que estuvimos separados? Ocho semanas, y la verdad es que lo sufrimos bastante. Enseguida alguno de los dos busca la manera de viajar para estar juntos".">

"Tratamos de no pasar mucho tiempo sin vernos. ¿Lo máximo que estuvimos separados? Ocho semanas, y la verdad es que lo sufrimos bastante. Enseguida alguno de los dos busca la manera de viajar para estar juntos".

Para la producción, Willy se vistió con la ropa que llevará su nombre.  La lanzará en el torneo de  Buenos Aires.

Para la producción, Willy se vistió con la ropa que llevará su nombre. La lanzará en el torneo de Buenos Aires.

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