Tiene 31 años, juega al rugby desde los 16 y se lo ve feliz, disfrutando de
este presente de campeón junto a su mujer Jackie y sus dos hijas. Es
Administrador de Empresas y hoy, con cinco títulos a sus espaldas -fue campeón
con Alumni en el 1989, 1990, 1991, 1992 y 2001- es el rugbier más
ganador del club.
-¿Sos el Leonardo Astrada de River?
-No es para tanto. El ganó mucho más, aunque si me querés comparar, hacelo.
Pero con un jugador de área, un nueve que haga goles... Lo mío es hacer tries
y el nueve en el fútbol hace goles.
Federico entró en la historia del club. No solo ganó cinco campeonatos jugando
en primera, sino que también ganó varios torneos en las divisiones juveniles. "Empecé
a jugar de grande, a los 16 años, cuenta. Salí campeón del Seven con
la cuarta división y al año siguiente, campeón con la menores de 19. En 1988
debuté en primera, pero sólo jugué tres partidos. Recién en 1989 empezó mi
consolidación."
-¿Que diferencia hay entre aquel Alumni que ganó todo y éste,
versión 2001?
-Aquel era un equipo ya consolidado, con grandes jugadores que tenían mucha
experiencia en primera división. Este es un plantel joven, con grandes
jugadores también, pero al que le falta la experiencia del otro equipo, cosa
que es buena, porque todavía no llegó a su techo.
-¿Se viene otra era de campeonatos seguidos?
-¡Ojalá! Consolidando el plantel que tiene y promoviendo jugadores que vienen pidiendo
pista, este club siempre puede ser animador.
Alumni cumple cincuenta años y en su corta historia ya se hizo un lugar
grande en el rugby de Buenos Aires. A principio de la década del 90, ganó
cuatro campeonatos seguidos y marcó una época, además de tener divisiones
juveniles superexitosas y ser generador de jugadores importantes que luego
vistieron la camiseta de Los Pumas, como Gonzalo Camardón, Sebastian
Salvat, Alejandro Scolni, Luis Criscuolo y el mismo Federico.
De todas maneras, no todas fueron rosas para el equipo de Tortuguitas: la
temporada pasada tuvieron que jugar la reubicación de primera y casi se van al
descenso. "El equipo había tocado fondo. No había motivación, faltaba
entrenamiento y la parte mental era muy vulnerable, se sincera Schacht.
Cuando nos dimos cuenta dónde habíamos llegado y las consecuencias que podría
traerle al club, nos juramos entre todos salir adelante."
-¿Esa fue la clave para este campeonato?
-Puede ser. Haber tocado fondo sirvió para unir al grupo y sacar fuerzas de
donde sea para no descender. El envión del año pasado siguió este año. Y
mirá dónde terminamos.
-¿Fue importante que nadie los diera como candidatos?
-Sin dudas. Incluso estuvimos punteros durante todo el torneo y hasta el último
partido la gente especulaba para ver cuándo nos caíamos. Afortunadamente esto
no fue así y hoy podemos festejar.
Federico le dedica "lo justo" al rugby para estar a tono con el
resto de sus compañeros. "En otras épocas le dedicaba más tiempo,
pero ahora estoy un poco viejo", bromea. Cuando se le pregunta por el
exterior cuenta que alguna vez tuvo una oferta concreta: "Fue en el 96,
para ir a jugar a Francia. Pero mi momento en la Argentina me hizo desistir de
algo que podría haber sido una gran experiencia de vida."
-¿Te arrepentís?
-No para nada. De esa fecha al día de hoy me pasaron muchas cosas que allá no
sé si me hubiesen pasado. Aunque a uno siempre la idea le queda...
-Volviendo a este Alumni campeón, ¿cuál es la formula?
-Humildad, sacrificio, entrega y un objetivo claro y común para todos. Para ser
campeón hay que tener las cosas claras y tirar entre todos para el mismo lado. Alumni
lo logró en silencio y esa es la única fórmula.
-Cinco campeonatos con la primera de tu club, tres campeonatos en las
divisiones juveniles, partidos con Los Pumas... ¿Sos el jugador más ganador en
la historia de Alumni? ¿Qué más te falta para que el rugby te dé todo?
-El rugby ya me dio todo: amigos, valores que solamente en este deporte se
encuentran, conocer el mundo... Gané, perdí, me divertí, me embolé, aprendí
muchísimo para la vida a partir de un juego que tal vez muchos no entiendan,
pero que enseña demasiado. Creo que es tiempo de que yo le dé al rugby parte
de todo lo que me dio a mí.
-¿A quien se lo dedicás?
-A mi mujer y a mis dos hijas. Ellas son mi motor y la pieza fundamental para
que yo esté bien y pueda rendir todos los sábados como si fuera el último.
texto: Máximo Palma, fotos: Rodrigo Vergara, para
Rugbytime.com
La potencia y la experiencia de Federico Schacht. Un viejo lobo de mar que conquistó su quinto título con Alumni.
El ídolo de Alumni ya no es el mismo que ganó su primer campeonato cuando aún era un juvenil, pero dentro de la cancha, no lo demuestra.
El equipo completo se arrojó a la pileta para continuar la fiesta. Una tarde rojiblanca, dentro y fuera de la cancha.
