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Para la Justicia, él mató a María Marta

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Cuentan que desde su frío calabozo de la DDI –Dirección de Investigaciones de San Isidro– sólo piensa en tres cosas: en su mujer, María Marta García Belsunce; en un hábeas corpus que lo pueda sacar ya de prisión; y si esto falla, en una milagrosa apelación de su reciente condena ante la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires, que con el tiempo lo pueda regresar a una vida medianamente tranquila en libertad. Casi no le quedan cartas a Carlos Carrascosa (64), experto en bridge. Y él es consciente de ello. Acaba de ser sentenciado a prisión perpetua por el Tribunal de Casación Penal por el asesinato de su esposa, y cuando tomó conocimiento, el último viernes temprano por la mañana, se quedó sin aliento. No podía creer lo que escuchaba cuando sonó su teléfono celular y le dieron la noticia. El viudo ya venía cumpliendo –desde julio de 2007– una pena a cinco años y medio de prisión impuesta por el Tribunal Oral en lo Criminal número 6 de San Isidro, por el encubrimiento de dicho crimen. Claro que primero lo hizo en el penal de Campana, y luego logró una prisión morigerada en medio de la paz reinante en la casa de su amigo Héctor Liñeiro en el country CUBE de Escobar.

La novedad fue un verdadero mazazo para el viudo y sus abogados, los doctores Diego Ferrari y Alberto Cafetzoglus, que se encuentran abocados a implementar una ingeniería estratégica para que su cliente no quede tras las rejas. La cosa no es sencilla, y por eso los letrados pulen cada detalle. El lunes 22 de junio presentaron un hábeas corpus, que tiene por objeto que se disponga de manera perentoria la libertad del acusado. “Es el método más urgente para lograr una respuesta”, sostiene Ferrari. Y también elevaron un recurso de apelación ante la Suprema Corte de Justicia bonaerense, con la intención de modificar el régimen de detención hasta que la sentencia quede firme. “La detención de nuestro defendido es inconstitucional, porque actualmente está sentenciado, cumpliendo condena”, volvió a la carga el abogado.

Pese a que los letrados creen que la condena es un disparate, el reciente fallo involucra seriamente a Carrascosa. Aquí sus párrafos más destacados:

“Hubo distribución de tareas, pues cada uno de los intervinientes tuvo algo más que el dominio sobre su porción del hecho y todo hubiese tenido un final diferente con la sola intención de uno solo de los partícipes de impedir el resultado mortal... Ello no sucedió, sino que por el contrario, existió cooperación funcional en el plan homicida entre Carrascosa y los demás ejecutantes pues todos habrían actuado en la especie libremente y sin coacciones”.

“Esa actividad tendiente a ocultar lo que realmente ocurrió aparece exteriorizada no sólo cuando se fraguara el certificado de defunción”.

“La escena del crimen no era propia de un accidente hogareño producto del golpe de la cabeza de María Marta con un grifo de la bañera, pues había manchas de sangre en varios lugares especialmente entre el inodoro y el bidet, al igual que el hecho de que la víctima perdía sangre en gran cantidad y las heridas que presentaba no eran compatibles con un golpe de esas características”.

“Instaló la idea de un accidente doméstico y urdió maniobras escalofriantes para encubrir el supuesto accionar de un ignoto delincuente en la autoría de un hecho tan aberrante. Esas maniobras fueron las de ubicar el cuerpo de la víctima en la bañera de la planta alta; sumergir la cabeza en la misma para diluir la sangre que manaba de las heridas; borrar los rastros de la sangre derramada en otros ámbitos; desechar ropas y otros elementos ensangrentados; realizar gestiones para bloquear la presencia de la autoridad policial; acomodar el cadáver disimulando las heridas; impedir el acercamiento al cuerpo y al escenario de los hechos a ciertos allegados; evitar que los empleados de la funeraria manipulen y acicalen el cadáver”.

“Carrascosa se encontraba junto a un hombre y una mujer. La voz femenina –sin identificar– no pertenece a Beatriz Michelini –la masajista–, pues ésta se encontraba esperando en la guardia la autorización para ingresar. Por último, la tercera voz en cuestión corresponde a Guillermo Bártoli, afirmación no sólo no controvertida sino corroborada por la defensa, pero que además se desprende del registro de la voz de Carrascosa refiriéndose a una de las personas con las que se encontraba llamándolo ‘llermo’”.

Vale la pena detenerse en este último punto, ya que el escrito identifica sólo a Bártoli. Claro que oportunamente el fiscal del caso, Diego Molina Pico, pidió que tanto él como su esposa, Irene Hurtig, fueran investigados por el homicidio de María Marta. Y lo concreto es que el Tribunal de Casación se basó en su acusación para modificar el fallo que terminó condenando a Carlos Carrascosa.

Mientras tanto, el viudo pasa sus horas en una celda de la sede policial de San Isidro (la misma celda donde estuvo José Arce, el hombre que está acusado de asesinar a su esposa Rosana Galiano), leyendo Zapatos italianos, de Henning Mankell, y esperando que sus defensores lo saquen de ahí. Podrían trasladarlo a la cárcel de Campana, donde ya estuvo, si la libertad solicitada por sus abogados no prospera. Como todavía no puede recibir visitas, un familiar le acercó una muda de ropa y algunos alimentos. Dicen que nunca lo vieron tan triste y preocupado como en esta oportunidad. Repite desde que sabe que lo volvieron a involucrar con el homicidio: “Espero poder demostrar que conmigo la Justicia se equivoca”. El viudo es trasladado a la DDI de San Isidro después de ser detenido, acusado de haber matado a su esposa. El fallo fue duro con él: “Urdió maniobras escalofriantes para encubrir un hecho tan aberrante”.

El viudo es trasladado a la DDI de San Isidro después de ser detenido, acusado de haber matado a su esposa. El fallo fue duro con él: “Urdió maniobras escalofriantes para encubrir un hecho tan aberrante”.

Carlos Carrascosa camina hacia la comisaría de Escobar, donde fue revisado después de ser detenido en el country CUBE de esa localidad.

Carlos Carrascosa camina hacia la comisaría de Escobar, donde fue revisado después de ser detenido en el country CUBE de esa localidad.

La última foto de Carlos Carrascosa y María Marta, en un casamiento, 15 días antes del homicidio.

La última foto de Carlos Carrascosa y María Marta, en un casamiento, 15 días antes del homicidio.

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