«Nunca voy a ser una diva, odio los escándalos» – GENTE Online
 

"Nunca voy a ser una diva, odio los escándalos"

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Valeria aprende una coreografía con Iñaki Urlezaga. Cocina con Natalia Oreiro. Se sube a un helicóptero con Tomás Fonzi. Ensaya una escena con Fabián Vena. Y camina, lánguida, junto a Pablo Echarri, en el medio de un Teatro Colón vacío y encendido a la vez. Así es Esta noche invito yo, el programa con el que pone un pie, tímidamente, en la televisión argentina.

Las plumas de una vedette, inusuales sobre su cuerpo, la cubren de pies a cabeza. Es raro. Es decididamente raro ver a Valeria Mazza envuelta por ese brillo que jamás vistió, que no vestirá tampoco, pero que, para la producción de fotos, como un juego que se permite jugar, viste ahora.
"De vedette, nada". Lo dice con la misma sonrisa que dio la vuelta al mundo. Lo dice cuando está a punto de tejer, de empezar a tejer lo que queda, el futuro. "No me veo para nada en ese lugar, sí para jugar un rato", dice como queriéndolo dejar perfectamente claro, y agrega: "Mis fantasías son otras".

-¿Cuáles?
-Cantar. Me hubiera encantado, pero encantado de verdad, tener el don de cantar. Estudié canto y todo, pero no, la verdad es que no canto bien.
Es una de las modelos argentinas que llegó más alto, fue la elegida de Versace, Armani, Ferré. Hizo, con éxito, televisión en Italia. Posó para los mejores fotógrafos y todavía es la cara de grandes marcas. Pero dice que ya es hora de pensar en el después, acá en su país.

Valeria Mazza finalmente debutó en la televisión argentina. Un par de años atrás, cuando todos insistían en buscarle sucesora a Susana Giménez y, aún más, insistían, en que esa sucesora fuera Valeria, ella lo dejó pasar. Hoy no: ya hizo el primero de los cuatro especiales, Esta noche invito yo, en la noche del sábado (22:30) por Telefé. Con celebridades del mundo del espectáculo, el deporte, la moda, charlas informales en situaciones informales, todo tan descontracturado.

"Es increíble. Acá tengo una hora y pico de televisión encima y ya hay gente que me compara con Susana, que tiene 20 años de éxito en la pantalla y está consagradísima", dice.

-¿Te molesta la comparación?
-¡Para nada! Me halaga muchísimo, pero me parece demasiado exagerada y, la verdad, un poco sin sentido. Yo nunca hice televisión en la Argentina y para mí esto significa un desafío enorme, porque yo soy de acá, este es mi país, acá está mi gente, y sé que el público argentino va a ser mucho más exigente. Yo soy argentina y entonces esperan más de mí.

-¿Que arriesgás?

-Bueno, seguir estando, que la gente siga opinando. Mantenerse es seguir expuesta. En la Argentina muchas veces por un error te condenan para siempre, aunque hasta ese momento hayas hecho todas bien. Bueno, eso es un riesgo. Seguir haciendo cosas es arriesgarse a que te vuelvan a elegir, o no.

-¿Cuál es tu plan?
-Y… si querés que te diga que mi idea es seguir en televisión, no tengo problemas. Lo que pasa es que no podría trabajar una temporada entera, sobre todo como son las temporadas acá, de ocho o nueve meses. Por ahora, está bien hacer estos cuatro especiales. El año que viene, tal vez haga un programa durante tres o cuatro meses, como es la temporada en Europa.

-La tele es un mundo que puede resultar caníbal…
-Te juro que el mundo de la moda también.

Divas. Siempre hay divas. Y si no las hay, alguien se encarga de construirlas. La Argentina tiene una larga tradición de mujeres que ocuparon esta categoría . Desde el cine, desde la televisión, o desde ambos. ¿Qué significa ser una diva en la Argentina? Ella responde: "Para mí, una diva es alguien inalcanzable, alguien que vive una vida de sueño, vestida de joyas y que baja largas escaleras. Esa es la imagen que yo tengo de diva. Y yo, diva no soy. Y tampoco me interesa serlo".

-Que vos no te veas así no quiere decir que el resto de la gente no te vea así...
-Por ahí algunos me ven a través del mundo de la moda, que es un mundo con un poco de todo eso, pero yo soy algo mucho más humano que una diva, al menos de lo que yo creo que es una diva. Yo soy mamá, llevo a mis dos hijos al colegio todos los días, les preparo tortas, los llevo y los voy a buscar a los lo cumpleaños, les cocino… otra cosa.

-La diva también necesita de una cuota, por pequeña que sea, de escándalo.
-Conmigo eso no lo van a tener, te lo aseguro. Entre otras cosas, yo nunca voy a ser una diva porque odio los escándalos.

-Hace poco dijiste que te molestaba que tu marido mirara a otras mujeres, no sé si leíste…
-(Interrumpe). Leí el título, después no pude seguir. Imaginate, yo soy modelo pero Alejandro es mi manager, así que los dos vivimos en el mundo de la moda, y soy yo la que le presento a él las mujeres más lindas del mundo. No tengo ningún problema por que mi marido mire a nadie.

-¿Ninguno?

por Alejandro Seselovsky
fotos: Claudio Divella
producción: Fini Bencardini. Maquilló: Regina Kuligovsky.
peinó: Diego Impagliazzo con productos Alfaparf.
agradecemos a: José Luis Ferrando, Caro Cuore y Ricky Sarkany

"Me hubiera encantado tener el don de cantar. Estudié y todo, pero no, la verdad es que no canto bien"

"Para mí, una diva es alguien inalcanzable, que vive una vida de sueño, vestida de joyas y que baja largas escaleras. Y yo, diva no soy. Y tampoco me interesa serlo"

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