«Nunca tuve un novio en serio» – GENTE Online
 

"Nunca tuve un novio en serio"

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Se va. Hace tiempo que está con ganas de armar las valijas y empezar de cero en otro lado. Sentía –dirá en la nota– que la Argentina fue, que logró todo lo que quería, y más también. Lleva un año preparándose para el mañana. Y ese mañana ya llegó. Bah, está por llegar. Porque el pasaje de ida (sin vuelta) de Buenos a Nueva York está reservado a su nombre para el mes de septiembre de este 2006. Todavía le quedan algunas cosas por terminar: campañas gráficas, desfiles y cerrar contrato con algún que otro canal para hacer un poquito de televisión antes de la partida. Mientras, la ansiedad. Sofía Zámolo está con la cabeza en otra parte. Los proyectos que encarará cuando abandone Ezeiza son lo único que hoy la desvela.

–¿Hay que decirte adiós?
–Adiós y hasta la vuelta. Uno siempre vuelve. De tu país nunca te terminás de ir.

–¿Qué te decidió?
–Un montón de cosas. Por un lado, mis 22 años resultan ideales para probar suerte afuera. No puedo darme el lujo de esperar mucho más, porque las modelos son cada vez más jóvenes. Por otro, siento que… no te quiero decir “llegué a un techo”, porque sonaría muy soberbio, pero en la Argentina ya hice todo lo quería hacer, y más también. Hoy estoy en un lugar de privilegio, donde me doy el lujo de decir que no a las propuestas que no me tientan y de que me ofrezcan trabajos que me fascinan. Y para terminar, me estoy yendo con algo seguro, al menos para empezar. Me esperan para dos gráficas en Nueva York y tengo otras dos de cremas y ropa en España. Digamos que voy con un pancito bajo el brazo. El resto dependerá de mí.

–Una vez dijiste que tus decisiones eran muy pensadas. Supongo que ya habrás calculado qué hacer.
–(Ríe) Sí. Mi meta es la televisión. Después de terminar con los contratos que tengo en gráfica, me voy a Los Angeles para presentarme a todos los castings que haya en conducción.

–Cambio total.
–Sí, total. Me siento preparada para la cámara, es lo mío. Soy divertida, caradura, espontánea, sé reírme de mí misma –que es muy importante– y no le tengo miedo a nada. Como verás, voy muy segura. Supongo que voy a saber sacarle un buen provecho no bien se me dé la oportunidad.

–Y el inglés, ¿qué tal?
Excellent, perfect. Lo hablo como al idioma madre. Fui a un colegio bilingüe, viví con papá en Nueva York algunos años y tengo a mis mejores amigos y familia allá. No sólo estoy muy contenta por el futuro laboral que se me va a presentar, sino porque voy a estar con ellos.
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Diecisiete años tenía cuando fue la blonda de Rubias o morochas, tapa de la revista GENTE que la lanzó a la fama y le abrió todas las puertas del fashion. Ahora, cinco años después, rememora aquel comienzo sin que nadie le pregunte: “Les tengo que dar las gracias a muchos por haber llegado a donde llegué. Y ésa, mi primera tapa, está incluida en la lista. A partir de ella me empezaron a conocer, me colocó en un lugar de prestigio que me cambió la vida: de la noche a la mañana empezaron a llamarme de todos lados. A Multitalent, mi agencia, también: ellos me cuidan como a una hija y me dieron todas las oportunidades para que me vaya bien”, dice con cierto anhelo.

–¿Qué vas a extrañar?
–A mi vieja, Cristina. A mis dos hermanos: Andy, de 16, y Diego, de 30. A… a nadie más creo.

–¿Novio?
–No, ¿qué novio? No tengo novio. Creo que nunca tuve.

–¿Vos me estás cargando?
–Bueno, salí con chicos, eso sí. Pero nunca tuve un novio en serio. Nunca me enamoré de verdad.

–Estás dejando malparado a más de uno.
–Lo siento entonces. Puedo decir que lo intenté, pero no se dio. Es que es muy difícil en este ambiente, estando tan expuesta, conseguir una pareja estable. O te dejan porque no se bancan tu laburo y que todos los tipos te miren o los tenés que dejar vos porque… Bueno, porque no funciona. Yo no hablo de mi vida privada nunca, preservo mucho mi intimidad. Dejemos el tema acá.

–Propuestas no te deben faltar.
–No, claro que no faltan. Pero en general son más grandes que yo o demasiado chicos. No sé, no me engancho. Quizás ahora, estando allá –¡donde todavía no me conoce nadie!– se me dé.

–Pero tu idea es hacerte famosa otra vez, ¿o me equivoco?
–No, no te equivocás. Igual, el amor todavía puede esperar.

Dice que acá ya hizo todo lo que quería, y más. Zámolo quiere cambiar su rumbo: se va a los Estados Unidos para modelar en Nueva York y probar suerte como conductora en Los Angeles.

Dice que acá ya hizo todo lo que quería, y más. Zámolo quiere cambiar su rumbo: se va a los Estados Unidos para modelar en Nueva York y probar suerte como conductora en Los Angeles.

“<i>Lo mío es la televisión. Me siento preparada para la cámara. Soy divertida, caradura, espontánea, sé reírme de mí misma y no le tengo miedo a nada. Por eso me voy a Los Angeles para presentarme a todos los castings que haya en conducción</i>”

Lo mío es la televisión. Me siento preparada para la cámara. Soy divertida, caradura, espontánea, sé reírme de mí misma y no le tengo miedo a nada. Por eso me voy a Los Angeles para presentarme a todos los castings que haya en conducción

“<i>Es muy difícil en este ambiente, estando tan expuesta, conseguir una pareja estable. O te dejan porque no se bancan que todos los tipos te miren o los dejás vos porque no funciona</i>”

Es muy difícil en este ambiente, estando tan expuesta, conseguir una pareja estable. O te dejan porque no se bancan que todos los tipos te miren o los dejás vos porque no funciona

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