“Nunca recurrimos a nuestro apellido para levantarnos un chico” – GENTE Online
 

“Nunca recurrimos a nuestro apellido para levantarnos un chico”

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–¿Sabe su padre de esta entrevista?
Gianinna:
No.
Dalma: Anoche viajó a México.
–Menos mal.
Gianinna:
¿Por qué?
Dalma:
¿Por qué?
–Por nada…

“¡Ese es mi esposo!”, corre al celular Dalma, tomándolo ansiosa y mostrándoselo a GENTE. “Mirá”, nos acerca la pantallita, que delata el nombre Fer (por Fernando Molina, 22, productor en Canal 13). “¿Quién va a ser si no?”, arremete Gianinna en tono burlón. “Calláte vos, Gianinna Dinorah”, contraataca la hija mayor de Diego Armando Maradona (46) y Claudia Rosana Villafañe (44). “Si cuando te moviliza alguien no dejás de mandarle mensajitos de texto”, desnuda un secreto de la menor. “Decí lo que quieras. Imposible herirme. Hoy es el día más feliz de mi vida, Dalma Nerea: terminé de cursar el colegio”, reclama una tregua. “No me llames Dalma Nerea”, le exige Dalma Nerea. “Y vos no me llames Gianinna Dinorah”, replica Gianinna Dinorah. “Y vos no vayas a escribir nuestros segundos nombres, eh”, derivan el foco de sus ojos al periodista. Luego, se tientan juntas, se ríen juntas.

–¿En serio ya pueden gritar hacia los cuatro puntos cardinales que el Dinorah y el Nerea no les fascina ni medio?
Gianinna:
Seguro. La tradición de dos nombres se cortará acá.
Dalma: Ya crecimos, y se lo hemos reprochado a nuestros viejos.

–Crecieron, afirman. ¿Y cuándo se dieron cuenta de que dejaron atrás a aquellas nenas hasta convertirse en mujeres?
Dalma:
En lo personal, físicamente yo vengo así desde los 13. Apagué 19 velitas y sigo tal cual. Me quedé estacionada. ¡No puedo entender por qué dejé de estirarme tan temprano! (pone puchero). La que pegó el gran cambio fue Giani. De un día para el otro adelgazó, y a los 17 se convirtió en una diosa.
Gianinna: ¿Diosa?... Gracias, hermanita. Exagerás. Ojalá, y te lo reconozco de corazón, en la repartija me hubiesen tocado tus lolas.
Dalma: Y a mí tu panza chata.

–Pueden solicitarle asesoramiento a su madre. Con una cirugía superó el primer tema y con el gimnasio, el segundo.
Gianinna:
Excelente idea. Apenas llegue a casa voy a consultarle qué médico la atendió. La verdad, no descarto visitarlo.
Dalma: Yo no citaría la palabra gimnasio delante de mamá. Mirá si pasa lo mismo que con las cremas. Hace poco nos mandó a la dermatóloga y cada día debemos untarnos las caras.

–Bueno. Dalma tampoco necesita obedecerla al cien por ciento. ¿Acaso recién no reveló la existencia de un “esposo”?
Dalma:
Esposo puertas afuera. En febrero de 2007 cumpliré el cuarto aniversario al lado de Fernando, mi primer novio-novio.

–¿Y qué sucedió con Marcelo D’Alessandro, su primer novio-novio, Gianinna?
–Nos separamos un año atrás. Mi primer novio y mi primer amor.

–¿Primer beso?
Dalma:
A los 15.
Gianinna: A los 13.

–Explíquele, experimentada Dalma, cómo se logra conservar la magia a pesar del tiempo transcurrido.
–Fácil, compartiendo momentos y manteniendo tus salidas, tus amistades, tus cosas. Igual, las distintas historias dependen de sus diversos protagonistas, ¿no?

–¿Ayuda o complica ser una Maradona a la hora de la conquista?
Ambas:
¡Espanta!

–Juguemos. Supongamos que las atrae un tipo que no les da bolilla. Perdido por perdido, ¿lanzan el plan B? ¿Chapean acudiendo a la sangre?
Gianinna:
De ninguna manera…
Dalma: Nunca recurrimos a nuestro apellido para levantarnos un chico. Sin embargo, confesaré: cuando tuve a Robbie Williams delante mío diez segundos, lo pensé.
Gianinna: También yo lo meditaría si me cruzara al bombón de Adam Brody (el protagonista de la serie The O.C.).
Dalma: O a un Colin Farell, obvio.
Gianinna: Varios se te acercan y dicen: “¡Qué parecida a la hija de Diego sos!”. Les contestás: “Todo el mundo me lo repite”. Insisten: “¡¿Y sos o no?!”. Y si no te interesa, les mandás: “Ni ahí”.
Dalma: Mi novio sostiene que usó la treta inversa: se acercó a papá para encararme. No le creo, pero me mató la teoría.

–Sumerjámonos en la cuestión con cierta profundidad. ¿Qué clase de especímenes las encandilan? ¿Los altos, los musculosos, los adinerados, los que lucen su auto, los mayorcitos? ¿Y cómo los seducen?
Dalma:
El aspecto manda de entrada. Me pasó con Fer. Después vas buscando coincidencias, afinidades.
Gianinna: Nosotras seducimos con nuestra naturalidad y humor. Nos consideramos divertidas.
Dalma: Divertidas, compañeras y confidentes, agregá.
Gianinna: Segundo: aunque yo no ando con un metro en la cartera, los prefiero más altos, de pelo corto quizá, morochos. Y apuntamos a muchachos un cachito mayores. A nuestra edad hay mucho salame. Tampoco de 45, ojo. Ah ¡y que combinen la ropa! Abundan los mamarrachos.

–Listo, lo de ustedes se llama metrosexuales.
Dalma:
Error… Se llama pibes de barrio que combinen bien sus pilchas.

–¿Ustedes saben combinar?
Dalma:
Seguro. Giani me asesora. En breve arrancará la carrera de Diseño de Indumentaria. ¡No sabés cómo dibuja moldes! Yo uso ropa menos pegada, polleras.
Gianinna: Yo adoro los escotes.

–¿Quién tarda menos en producirse?
Gianinna
: A Dalma necesitás amenazarla con un revólver para que se pinte y se maquille antes de salir.
Dalma: Tampoco puedo probarme siete, ocho, nueve vestidos como vos, querida.

–¿Trajes de novia, inclusive? ¿Se imaginan ya casadas?
Gianinna:
Antes de formar una familia, me encantaría vivir con amigas.
Dalma: Dejar el departamento de Villa Devoto no aparece en mis planes. Sí un par de asignaturas pendientes, del tipo viajar durante 2007 a los Estados Unidos para estudiar una carrera relacionada con mi profesión de actriz.

–Actriz… ¿La actriz aceptaría un desnudo… artístico?
Dalma:
Artístico o no artístico, un desnudo es un desnudo, y me daría bastante vergüenza animarme. Lo mismo que interpretar a una lesbiana y besar a equis mujer.
Gianinna: ¡Pará, que no somos modelos! ¿Nos vas a preguntar cómo dormimos?

–¿Cómo duermen?
Gianinna:
Shorcito y remera (carcajada).
Dalma: Pijama y osito (doble carcajada).

–Hablamos del primer beso, del primer novio, ¿hablamos, para el cierre, de la primera vez, haya sucedido o no?
Gianinna:
¡De sexo sólo hablamos con mamá y con amigas!
Dalma: Aparte: ¿vos vas a firmar esta nota?

–Claro, ¿por?
Gianinna:
Porque si hablamos de lo que nos pedís, ¿sabés quién te va a ir a buscar apenas baje del avión?

–…Gracias por su tiempo, chicas.

La hermana mayor esconde dos tatuajes, la menor, tres. Dalma adora a Los Piojos; Gianinna, a Rodrigo. Viven juntas y son incondicionales. Distintas y parecidas, las ex nenas de Maradona ya tienen permiso para dormir –a veces– fuera de casa. “<i>Aunque tenemos que avisar adónde nos quedamos</i>”, admiten.

La hermana mayor esconde dos tatuajes, la menor, tres. Dalma adora a Los Piojos; Gianinna, a Rodrigo. Viven juntas y son incondicionales. Distintas y parecidas, las ex nenas de Maradona ya tienen permiso para dormir –a veces– fuera de casa. “Aunque tenemos que avisar adónde nos quedamos”, admiten.

“<i>Nos consideramos divertidas, compañeras y confidentes. Y apuntamos a muchachos un cachito mayores. A nuestra edad hay mucho salame. Ah, ¡y que combinen la ropa! Abundan los mamarrachos</i>”

Nos consideramos divertidas, compañeras y confidentes. Y apuntamos a muchachos un cachito mayores. A nuestra edad hay mucho salame. Ah, ¡y que combinen la ropa! Abundan los mamarrachos

“<i>Físicamente, yo vengo así desde los 13. La que pegó el gran cambio fue Giani. Adelgazó y a los 17 se convirtió en una diosa</i>”

Físicamente, yo vengo así desde los 13. La que pegó el gran cambio fue Giani. Adelgazó y a los 17 se convirtió en una diosa

“… Gracias, hermanita. Exagerás. Ojalá, y te lo reconozco de corazón, en la repartija me hubiesen tocado tus lolas”

“… Gracias, hermanita. Exagerás. Ojalá, y te lo reconozco de corazón, en la repartija me hubiesen tocado tus lolas”

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