Hijas de distinto padre, las Neumann llegaron a este mundo con los dones suficientes para no pasar inadvertidas. Una, demasiado temprano tal vez. La otra, quizás, algo tarde. Pero las dos (rubias de ojos verdes y curvas peligrosas) terminaron eligiendo lo mismo: imponerse en el mundo fashion. Hoy, un día patrio (como este viernes 20 de junio a las dos de la tarde), las hermanas que más ratonean a los argentinos aceptaron mostrarse juntas por primera vez…
Un hipocampo, impreso con tinta sobre su hueso sacro, es la marca que oculta Nicole (22) bajo sus jeans. "Es el símbolo de la fidelidad, la virtud más importante en cualquier pareja", cree ella. Un tribal del Omm, en su ingle derecha, es el símbolo de Geraldine (19). "El mantra de la filosofía hindú, que te lleva a encontrar la paz", explica. Dicen que eligieron tatuarse no por una cuestión de moda sino de convicción. Porque, en definitiva, la paz o la fidelidad es la búsqueda de cada una. Y esa, una de las tantas diferencias para descubrir entre las Neumann.
TODO SOBRE ELLAS. Impulsadas por mamá Claudia, empezaron a hacer comerciales a los 4 años. Nicole, a los 12, era una lolita manejada por expertos. Arrancó en la agencia de Pancho Dotto y no tardó en ganarse su lugar. Un lugar que en 10 años nadie ha podido arrebatarle. Geraldine, en cambio, siempre se resistió a ser una top. Recién en este 2003 aceptó seguir los pasos de su hermana y cerró trato con Multitalent Agency para que le manejen su carrera.
-¿Están preparadas para competir entre ustedes?
Geraldine: -No pienso competir con mi hermana. Es ridículo, ella tiene diez años en esto.
Nicole: -Jamás competiríamos entre nosotras. Al contrario, siempre buscamos ayudarnos.
Geraldine: -Es muy generosa en eso. Por ejemplo, a mí siempre me da mucho miedo salir a la pasarela y ella me aconseja: "Mirá al frente, sentite una diosa, llevate el mundo por delante".
-Si hubiera que marcar una diferencia fundamental entre las Neumann, ¿cuál sería?
Geraldine: -Que para la vida, yo soy re caradura, y Nicole supertímida. Y a la hora de trabajar, Nicole va al frente y yo soy más pudorosa.
Nicole: -Nuestra mayor diferencia pasa por el orden: Geraldine es un desastre con sus cosas, y yo muy prolija. Cuando vivíamos juntas, su desorden me enervaba.
-¿Alguna vez coinciden en algo?
Geraldine: -Sí, en la pasión por los animales.
Nicole: -Y en la sinceridad. Siempre decimos lo que sentimos.
-¿Hablan de sexo, hombres y otras intimidades...?
Geraldine: -Hablamos de todo. No hay secretos entre nosotras. Es más, suelo correr a pedirle consejos. Siempre necesito la aprobación de ella.
Nicole: -De chicas nos peleábamos, como todos los hermanos, pero siempre fuimos compinches. Y más ahora, que la diferencia de años no se nota tanto, nos pegamos un montón. Salimos a cenar, a bailar y hasta nos vamos juntas de vacaciones…
-¿Cuál fue la última vez que se pelearon?
Geraldine: -La última no me acuerdo. Pero las más fuertes fueron viviendo juntas. Yo, por ahí, me colgaba tres horas hablando por teléfono…
Nicole: -¿Y cuando te estrenabas mi ropa y me la devolvías destrozada? Mejor no hablemos.
HISTORIA DE FAMILIA. Llevan el apellido materno, Neumann. Nicole conoció a su padre (Bernt Ruberbache) a los 18 años. Geraldine pudo relacionarse íntimamente con el suyo (Francisco Conti) recién el año pasado, cuando decidió irse a vivir con él.
-Geraldine, si no es mucha indiscreción, ¿por qué te fuiste a vivir con tu papá…?
Geraldine: -Porque mis viejos se separaron cuando yo era una bebita, y antes de irme a vivir sola quise probar unos añitos con él. Papá formó una nueva familia. De parte de él tengo dos hermanos, divinos: Dolores (le dicen Loli, de 8 años) y Francisco (de 5).
-Vos, Nicole, ¿los conocés?
Nicole: -Por supuesto. Nos llevamos bárbaro. Ellos también son mi familia. Es más, cuando Francisco pasaba a buscar a Geraldine los fines de semana, yo iba con ellos.
Geraldine: -Mi viejo no vivía con nosotras, pero nunca nos faltó cuando lo necesitamos. Siempre tuvimos la imagen paterna presente.
-Y vos, Geraldine, ¿viste alguna vez al padre de tu hermana?
Geraldine: -Sí. Nos invitó a Austria, donde nos presentó a los tíos y abuelos de Nicole, y a Suecia, donde estuvimos con su mujer. Es divino.
Nicole: -Mi papá también formó nueva pareja. De parte de él, tengo una hermanita, Clara, de un año… Es soñada. Sólo espero que le enseñen inglés porque si va a hablar sueco, no sé cómo nos vamos a entender.
-Vivir esa historia de separaciones tempranas y reencuentros tardíos, ¿las hizo incrédulas en cuestiones del amor?
Geraldine: -Para nada. Llevo dos años y medio de novia (con Federico Casaburi, futuro publicista). A pesar de lo que viví, creo en la familia. No le temo para nada al matrimonio.
Nicole: -No me interesa repetir historias. Soy la primera en decir que quiero hijos, míos y adoptados. Creo en la familia. Soy re Ingall's, además ya tengo el establo, los perros, los caballos… Estoy lista. Solo me falta encontrar mi hombre.
-No es un detalle menor…
Nicole: -No. Ahora… Digamos que estoy en un impasse (con su ex, Matías Liberman), pero no pierdo las esperanzas. No sé si será él u otro, pero estoy segura de que voy a encontrar un hombre para toda la vida.
DE HOMBRES, RATONES Y OTRAS EMOCIONES...
-¿Alguna vez se pelearon por un hombre?
Geraldine: -¡Jamás nos pelearíamos por un hombre! Nunca nos gustó el mismo: a mí me van los que tienen onda hippie, y ella los prefiere con look yuppie.
Nicole: -Para competir, por un hombre o una profesión, creo que tenés que sentir cierta envidia. Y envidiar a tu hermana no existe. Al menos, entre nosotras no existe.
-El haber vendido belleza y perfección desde tan chicas, ¿las obsesionó con su cuerpo?
Geraldine: -Para nada. Es más, si tuviera que hacer algún tipo de régimen o sacrificio, directamente no me dedicaría a esto. Como horrible: hamburguesas, papas fritas, jamás una verdura, una fruta… Soy un desastre. Hago gimnasia tres veces por semana, una hora, porque me hace sentir bien.
Nicole: -Yo nunca tuve obsesiones, ni con la balanza. Hasta los 17 no me cuidé nada. Me mataba con las frituras y la mayonesa. Ahora sí, como sano y entreno tres veces por semana con un personal trainer y me siento más fibrosa, mucho más firme.
-¿Se ven defectos?
Geraldine: -Obvio. Detesto mis orejas, son grandes. Y mis lolas son muy chicas.
Nicole: -Físicamente no los pienso decir. Después, todo el mundo se anda fijando en ellos. De carácter, sí te los puedo contar: soy caprichosa, muy posesiva y orgullosa.
-¿Qué se cambiarían?
Geraldine: -Me haría lolas para sentirme más cómoda a la hora de trabajar. Igual, me pondría muy poco, como para mostrar algo de escote.
Nicole: -Nada. Hace cinco años que hago terapia y una de las cosas que aprendí en análisis es a aceptarme como soy, con todas mis virtudes y defectos.
-¿Quién de las dos es más ambiciosa?
Geraldine: -Yo no me considero muy ambiciosa. Tengo ganas de hacer cosas. Me propusieron hacer un programa de cable y me tienta. Pero no soy de decir: "En un año quiero conducir…". No. Dejo que las cosas sucedan y me sorprendan.
Nicole: -Creo que ni Gege ni yo somos ambiciosas. Nos gusta vivir cómodas, pero ninguna sueña con comprarse un castillo. Yo apoyo la frase que dice: "La plata ayuda, pero no hace la felicidad…".
por Mariana Montini
fotos: Santiago Turienzo
producción: Gabriela Díaz y Fini Bencardini
peinó: Iván Mattos
agradecemos a Sillón Spoon, Trosman, Amores, Calma Chicha y Ricky Sarkany
Pelo rubio, ojos verdes y medidas perfectas. 90-59-90 para Nicole, 22 de edad y diez como
top. Y 85-60-90 para Geraldine, su hermana de 19 años.
Diosas increíbles, las hermanas Neumann, transitan con éxito el mundo fashion.
